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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Opinión

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La propuesta de Jesús: borrar las grietas

La propuesta de Jesús: borrar las grietas

Semana Santa, es la semana “Máxima” del cristianismo. Es una fecha que compartimos las iglesias porque ha sido el momento fundante de nuestro ser.


Por Waldemar Oscar von Hof (*)

 

En el Domingo de Ramos terminamos nuestro tiempo de Cuaresma, este tiempo de aislamiento, de mirada hacia adentro y de reflexión que nos hemos dado desde el miércoles de Cenizas. Hemos pasado por cinco domingos donde nos pusimos bajo la mirada de Dios, reímos y sonreímos con él y nos dispusimos a recibir su juicio amoroso y compasivo. Recordamos y celebramos la llegada y el ingreso de Jesús a Jerusalén.

Es para nosotros conocida la historia de la entrada triunfal de Jesús, donde fue recibido con mantas, ramas y hojas de palmas puestas en su camino como alfombras.

Vamos a detener un poco nuestra mirada en la gente que está acompañando, viviendo y presenciando esta entrada.

Están por un lado las personas, que el salmo 69 describe muy bien, que esperaban que su situación cambie. Personas a las que el agua les llega al cuello, los que tienen la garganta seca y sus ojos hinchados de tanto llorar, los afligidos y doloridos…

Estas personas están seguramente así porque otros los tratan así. Es decir que entre la gente que ve entrara a Jesús están también: Los que dejan que algunos se hundan en el barro y el agua le llegue al cuello, los que hacen gritar, o por lo menos hacen oído sordo, de aquellos que gritan…

Ven entrar al que viene a consolar a algunos, pero también para ser el juez de otros… Es el nuevo “Rey” viene para achicar, para subsanar y, si se quiere, para borrar las brechas (eso que hoy llamamos “grieta”) entre unos y otros.

Durante esta semana iremos viendo el proceso por el que pasa esta propuesta:

* Jueves Santo la propuesta de sentar a todos por igual alrededor de la mesa pascual. Jesús propone a sus discípulos a re-interpretar la celebración de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. A partir de esta celebración habrá una nueva concepción de pueblo, dónde todos tienen oportunidades.

* Viernes Santo es la propuesta de los que están mirando la entrada de Jesús desde afuera y se apuran en matar a este “Rey” para que nada cambie. En este grupo está la casta religiosa y política que podía vivir holgadamente, que ejercía el poder con impunidad y no les interesaba la propuesta de Dios, apostaban a la traición y a la muerte.

* Domingo de Pascuas es la propuesta de Dios ante la muerte del viernes, la vida es la que triunfa. Dios sale al encuentro del primer grupo para que no haya más sufrimiento. Pero también ofrece, a todos, una nueva oportunidad. Es una apuesta a que todos juntos, sin diferencias, sin muros y sin grietas, cambien para que el Reino se vaya haciendo realidad.

Hoy Jesús llega a cada uno de nosotros en el bautismo. Todos reciben a Jesús en el bautismo, a nadie se le niega esta propuesta. Según la estadística el 80% de los argentinos está bautizado. Ocho de cada diez argentinos, recibe la propuesta de que en su vida Jesús sea algo importante y esencial.

La pregunta es: ¿Desde qué lado estamos viendo esta entrada?

¿Estamos en el primer grupo, que espera a Jesús como a alguien que viene a cambiar la realidad para bien?

O ¿Estamos en el grupo, que ve en Jesús a uno que viene a juzgar y a pedir cambios de comportamientos?

Jesús no viene a agrandar ni a profundizar las diferencias, las brechas o la grieta.

Jesús viene para que cada uno de nosotros, para que Gualeguaychú, nuestro país y el mundo cambie para bien. Viene a nosotros para que las grietas se achiquen y hasta desaparezcan.

* Él no quiere que haya personas a las que les llega el agua al cuello por que se han quedado sin trabajo, sin posibilidades en sus PYMES, sin sueños de tener una casa y menos sin poder dar de comer o mandar a la escuela a sus hijos. No quiere una educación que deje afuera a los niños porque no tienen acceso a la conectividad y a la presencialidad. No quiere nuestro 50% de pobreza.

* Él tampoco quiere una casta de ricos, políticos y personas que aprovechan las situaciones para salvarse ellos solos. No quiere sueldos y ganancias de acomodados ni que se salten la fila para vacunarse.

* Él no quiere violencia. Esa violencia que se ejerce como hombre sobre la mujer por considerarla un objeto de su pertenencia. Esa violencia del que ejerce el poder, ya sea desde algún sindicato, desde su situación de patronal, desde un poder logrado por connivencia en la política. Jesús no quiere la violencia que se va estableciendo en nuestra sociedad a partir de las diferencias que se van acrecentando con medidas que beneficia a pocos.

Jesús entró a Jerusalén hace dos mil años y hoy sigue entrando a nuestra realidad. De nosotros depende de qué lado estamos para recibirlo.

¡Vivamos una Semana Santa a pleno y no perdamos de vista la propuesta de Dios!

 

(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.

 

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