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Qué te “pasha” Alberto
El Presidente, sin escuchar a los expertos y sin enterarse de las estadísticas decidió suspender las clases presenciales en el AMBA
Enfrentamiento entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires fundamentalmente por la suspensión de la presencialidad de las clases y otras restricciones. Diálogo infructuoso. Enfoques diferentes. Judicialización del conflicto.
Jorge Pedro Jurado
Colaboración (*) Diría Néstor: “Qué te pasha Alberto”, “Estás nerviosho” parafraseando su defecto parlante que aún solo por eso lo recordamos. Fernández -según él en soledad- dijo que cambiaría y modificaría lo decidido hace pocos días por él mismo y así lo hizo.
El Presidente como es usual se equivocó y cometió furcios incluso leyendo el graft que le ponen cuando graba sus mensajes. Decidió lo contrario de lo que horas antes con sus ministros y los pares de las provincias acordaron. Afirmó que ignoraba como se contagió a pesar de tener las dos dosis de la vacuna.
El Presidente atacó, renegó y desconoció la incansable labor de los equipos médicos que hace más de un año trabajan denodadamente e ignoró que es tan grave un enfermo de Covid en terapia intensiva, como uno con infarto agudo de miocardio o una señora operada de caderas o un transplantado de riñón.
El Presidente se peleó con los mandatarios de países vecinos que deberían ser sus aliados estratégicos. Obedece a CFK y compra solo vacunas rusas y chinas, miente cuando afirma que las provincias siempre pudieron comprar directamente las vacunas, lo que es falso y ahora lo manda al impresentable del canciller a que Biden nos acerque algunas dosis.
El Presidente oculta y disimula la vergüenza del vacunatorio VIP. Desconoce lo que su ministro de Economía trata de negociar con los acreedores externos. No pide disculpas ni perdón ni aclara qué sucedió con Pfizer. Ordena irse del grupo de Lima mientras su representante ante la UNESCO dice lo contrario. El Presidente anunció que fuerzas militares actuarán en la Ciudad de Buenos Aires sin aclarar que la ley de Seguridad Interior se lo prohíbe. Dispuso la prohibición de circulación en horarios diferentes de los acordados hace unos pocos días.
El Presidente, sin escuchar a los expertos y sin enterarse de las estadísticas decidió suspender las clases presenciales en el AMBA culpando a los niños de intercambiarse los barbijos en las escuelas como si eso fuera el foco esencial de contagios. Lo dice porque se lo contaron como si fuera una vieja chusma, mientras calla y nada hace con los cortes de rutas de hace siete días en la zona de Añelo (Vaca Muerta), nada hace cuando miles de manifestantes de organizaciones piqueteras o de desocupados cortan la avenida 9 de Julio, o la Avenida General Paz, o el Puente Pueyrredón sin cumplir protocolo alguno.
Quien le habla es el que firma este editorial. Lo de Kirchner fue una broma. Creemos que obedeciendo a su jefa trata de seguir echando culpas a terceros sin asumir las propias. Ya Macri fue. Basta de Macri. Son ustedes quienes están en el gobierno hace dieciséis meses y no saben ya cómo salir de esto. No es fácil hacerlo. Es más fácil pedir ayuda, llamar a la oposición a que juntos piensen algo inteligente para bajar la inflación del 4.8% de marzo, a reducir los diecinueve millones de pobres, en lugar de hacer lo mismo que hicieron el año pasado y que por lo visto falló, pero por ego y orgullo no lo hacen. Se vienen las PASO y están temerosos de perderlas. Volvemos a insistir en que hay que hacerlas, pero inteligentemente usando boleta única electrónica, o por internet o por cajero automático en los bancos, o dividir el día de la elección en varios días segmentándolos por apellido para evitar juntar miles y miles de personas en el acto eleccionario.
¿Acaso no son científicos los que nos gobiernan? La muestra que no lo son la dieron integrantes del gabinete cuando se reunieron hace unos días para discutir el modo de evitar contagios en los medios de transporte públicos, y la conclusión fue trabar las ventanillas pegando un tornillo en la ranura de los micros y en los trenes agujereando el vidrio para que circule el aire renovado. Esos tipos ganan más de doscientos mil pesos por mes.
Alberto Fernández con su comentario acerca de la conducta del personal de la salud ofendió no solo a todo el personal en actividad y retirado sino a los enormes Rene Favaloro, Juan Fernández, Cosme Argerich, Teodoro Álvarez, Domingo Liotta y muchos otros.
Alberto Fernández aceptó arrodillarse ante los gremios docentes antes que dar el brazo a torcer y por eso suspendió las clases presenciales, por ahora por dos semanas. Solo por ahora.
Alberto Fernández al igual que Héctor J. Cámpora ejerció el gobierno pero no detenta el poder, sino que probablemente esté preparando su salida anticipada con la menor culpa posible, para dejarle al príncipe heredero Máximo la posibilidad de ser candidato en una posible aunque no probable elección anticipada ante la cinematográfica abdicación de quien sin ninguna duda ejerce el poder hoy en nuestra pobre Patria, no sin antes asegurarse un fuero parlamentario para zafar de las causas que aún están en trámite y no ha logrado ser absuelta.
A regañadientes se reunió con el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ambos tratando para sus fuerzas de mostrar una voluntad de diálogo que no existió. El tema de las restricciones se agranda, escuelas que cerrarán, restaurantes que se fundirán, horarios de cierre ampliados, prohibición de circulación nocturna cual toque de queda, fuerzas federales en la ciudad de manera inconstitucional y la justicia que deberá pronunciarse. La duda es si aplicarán las normas constitucionales o primará nuevamente la sumisión a la política.
Nuevamente, repito la frase de Don Manuel del Corazón de Jesús Belgrano: “Ay Patria mía”.
(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, periodista, colaborador de radio El Puente de Gualeguay y director del periódico Grupo de El Censor de Gualeguaychú que se edita por la red social de Facebook.