Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinosábado 20 de abril de 2024
Ciudad

.

Clases particulares en tiempos de pandemia

Clases particulares en tiempos de pandemia

          


En este tiempo, sin tiempo, en este espacio, sin espacio, la realidad nos desafía a pensar el corrimiento de las instituciones educativas de los parámetros tradicionales. (Prof. Rocío Sanchez, 2020).

 

Como afirma la profesora, en este contexto fue necesario repensar la escuela y las estrategias pedagógicas trazadas hasta el momento. El contacto entre los alumnos y entre los docentes y alumnos se reconstruyó en una realidad híbrida, totalmente diferente de la que se conocía hasta el 2019. Pareciera un fragmento  extraído de una novela de Ray Bradbury.

Sin embargo, muy lejos de ser ficción hubo que rápidamente readaptar la escuela en su totalidad.  Pensar en estrategias, en herramientas digitales para desarrollar los temas que antes se hacían en el pizarrón, priorizar contenidos y pensar en otras formas de evaluar. Todo eso y mucho más en tiempo récord.

La diferencia más importante entre la educación en la presencialidad y en la virtualidad reside en el cambio de medio. Un medio que si bien se propone hace algunos años como transversalidad, algunas instituciones se encuentran lejos de contar con los medios o los recursos para poder aplicar la virtualidad a este nuevo contexto. Así mismo, es sabido que no en todos los hogares hay Internet o cuentan con los recursos tecnológicos necesarios.

¿Qué sucedió con los alumnos que quedaron fuera del sistema escolar? Es importante remarcar que las instituciones educativas han realizado su mayor esfuerzo para que los alumnos puedan continuar con su trayectoria escolar, ya sea convirtiendo las clases en material impreso y llevarlo a los hogares de cada alumno, grabando audios e incluso utilizando mensaje de texto.

Dentro del grupo que quedaron fuera del sistema, también se pueden agrupar aquellos que tenían los medios y los recursos, sin embargo no se amigaron con la virtualidad, no sabían usar procesadores de texto, no tenían mail o no entendían el funcionamiento de la entrega de los trabajos.

Al comienzo de la pandemia se creyó que sería una situación pasajera, por lo que al principio no se planificó todo un año de escolarización en la virtualidad (desde marzo a diciembre los alumnos tuvieron clases virtuales). En ocasiones, los alumnos e incluso las familias no priorizaban que los chicos realizaran las actividades propuestas por los docentes porque primeramente era solo por quince días y luego porque no repetirían.

Esta cuestión trajo aparejados varios conflictos, primeramente frustración debido a decenas de trabajos atrasados seguidamente más frustración por no saber a quién acudir. Si bien los docentes proponían medios de contacto, es una realidad que las casillas y los celulares ya no daban abasto para hacer un seguimiento personalizado.

Es en este contexto que aparecen en escena los profesores particulares.  Que si bien su existencia es tan antigua como la escuela misma, en este contexto resurgió la importancia de los mismos. En las clases particulares los alumnos encontraron ese vínculo perdido y tan necesario. Así, mismo algunos profesores proporcionaron herramientas digitales e internet para que puedan cumplir con sus tareas.

En este marco, EL ARGENTINO dialogó con dos profesores particulares de diferentes asignaturas, los cuales redactaron su experiencia como docentes de apoyo en contexto de pandemia.

Experiencia de Facundo Barrios, estudiante de cuarto año del profesorado de inglés:

-Dar clases particulares en contexto de pandemia ha sido un desafío. Hubo que adaptarse a los cambios porque obviamente esto es nuevo para todos. En un primer momento, utilizamos plataformas que nos permitiesen comunicarnos con los alumnos de manera virtual, incluso por WhatsApp. Sucedió que muchos chicos no tenían al alcance de la mano ni siquiera un celular. Fue difícil, pero no imposible. La vuelta a la presencialidad, al principio, se tornó compleja porque muchos quedaron con el temor y solo querían clases virtuales. Pero, la gran mayoría necesitó el encuentro, el vínculo, el pizarrón, traté de utilizar los dos medios en simultáneo. Sin embargo, con el transcurso del tiempo todos necesitaron clases presenciales porque algunos temas no se entienden de la misma manera en la virtualidad, los padres se veían realmente interesados en que sus hijos tengan clases particulares presenciales. Nosotros trabajamos con turnos, por lo que los alumnos no se superponen, incluso todos los alumnos son muy respetuosos de los protocolos. Hubo chicos que no se adaptaron a la virtualidad, en un encuentro por plataformas, muchas veces por vergüenza, los chicos no preguntan sus dudas. En conclusión, para mí ha sido un gran desafío, no obstante  gracias a Dios, los chicos vinieron a nosotros y pudimos trabajar desde que todo esto comenzó. Mi idea es seguir proporcionando clases presenciales y que los chicos no tengan miedo de venir, ya que recurrimos a todos los cuidados necesarios. En clase les proporcionamos computadoras e internet para que puedan entregar sus trabajos a tiempo, también les enseñamos a usar mails, plataformas virtuales y herramientas digitales. Creo que en este contexto la figura del docente de apoyo se convirtió en una gran ayuda.

 

Experiencia de Pablo Korell, profesor particular de matemática, física y química:

-El año pasado cambió la cantidad de alumnos y la modalidad. Algunos alumnos se acercaron para tener clases particulares, pero debido al contexto, primeramente la modalidad fue virtual. Como profesor me tuve que adaptar a las diferentes necesidades de los alumnos y a sus recursos, con algunos hacía video llamada, otros muchas veces solo se manejaban con el celular. Al principio, los alumnos no se acercaban considerando que tenían tiempo para la realización de los trabajos, lo hicieron mucho más adelante lo que produjo que estuviesen con muchos trabajos atrasados. Otros no querían la virtualidad y preferían la presencialidad, lógicamente ahora con el sistema bimodal, se nota que en su momento necesitaron de otro tipo de apoyo. Surgió el acompañamiento de nuestra parte, porque tal vez justo uno de los alumnos tenía un familiar que no estaba bien de salud y son cuestiones que hay que considerar, el contexto es otro. Los cambios fueron para todos, nos tuvimos que adaptar tanto docentes como alumnos. Desde nuestra parte tuvimos que estar atentos a las necesidades no solo académicamente sino también en lo personal porque también eso afecta a cómo uno aprende y estudia. Poco a poco el sentimiento es que volvemos a la normalidad y por momentos se teme al retroceso. Así que, esto de la virtualidad es probable que continúe, algunos tal vez se resistan a la virtualidad un poco más y en cuanto a recursos le cueste el doble, uno tiene que tratar de solventar esas necesidades.

 

 

    ComentariosDebés iniciar sesión para poder comentar