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Diario El Argentinojueves 18 de abril de 2024
Policiales

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Expertos del delito: doce condenados y otros doce irán juicio por dos asociaciones ilícitas

Expertos del delito: doce condenados y otros  doce irán juicio por dos asociaciones ilícitas

Una lista de víctimas, división de roles y funciones para cada golpe, comunicación y coordinación permanente, continuidad de las actividades en el tiempo, y la experiencia y experticia suficiente para tener un éxito garantizado.


Unos verdaderos profesionales del delito fueron identificados en dos bandas que fueron desbaratadas en 2020 en Paraná y en Concordia, donde causaron daños a diestra y siniestra. Los acusaron por conformar sendas asociaciones ilícitas para todos los rubros, desde robos hasta narcotráfico. De todos los involucrados, doce ya fueron condenados en juicios abreviados y otros doce quedan aún por juzgar.

 

Los reincidentes

 

En el caso de la organización delictiva de la capital provincial, liderada por Carlos Lito Farías, de 46 años, tanto él como Sandro Vega, Sandro Daniel Godoy y Emanuel Santana, acordaron distintas penas de prisión efectiva; mientras, resta definir la situación de Ramón Lágrima Venencio, el exprófugo Nahuel Deharbe y el sargento de Policía Jonathan Emanuel Barbieri.

Luego de la investigación llevada adelante por la División Robos y Hurtos de la Policía (Dirección Investigaciones), la fiscal Mercedes Nin que instruyó la causa les imputó haber “integrado una organización destinada a cometer delitos en la ciudad de Paraná y otras localidades de la provincia, con la finalidad principal de cometer robos de motovehículos y robos mediante la utilización de armas de fuego”. Para ello, desplegaron “tareas de selección de los objetivos, vigilancia previa y diagramas de la logística de la comisión de los hechos”.

Respecto de Farías, acordó tres años y medio de cárcel, en el mismo juicio abreviado con Godoy, quien aceptó tres años de prisión. En total, le adjudicaron ocho hechos que pudieron demostrarles (los habían vinculado con muchos más), ocurridos en seguidilla durante en 2020, consignó el diario Uno de Paraná.

Los ocho hechos fueron los siguientes:

1) El 25 de enero de 2020 ingresaron al patio de una casa de calle Centenera y José Ingenieros y robaron una moto Honda Wave.

2) El 9 de febrero pintaron las cámaras de seguridad del lugar con un aerosol y entraron a una vivienda de calle Gervasio Méndez, donde sustrajeron una moto Kawasaki 650 cc. 3) El 15 de febrero ingresaron a un domicilio de calle Santiago Derqui, donde a punta de una pistola redujeron a un hombre y se llevaron dinero y celulares.

4) El 28 de febrero irrumpieron en un taller de hidráulica, maniataron a tres hombres, luego a una mujer y tres niños, y se alzaron con 220.000 pesos y otros elementos.

5) El 28 de febrero rompieron la puerta de una casa de calle Zavalía y robaron una moto Bajaj Rousser.

6) El 7 de marzo estaban irrumpiendo en una casa de calle Concordia para robar, pero el atraco se vio frustrado porque llegó la Policía tras el llamado de un vecino al 911, pero lograron huir.

7) El 11 de marzo asaltaron a mano armada la estación de servicios Texon de la ruta provincial 11 en Colonia Ensayo, vestidos con uniformes policiales, y se llevaron unos 80.000 pesos.

8) El 11 de abril a la madrugada entraron al almacén De Campo de Don Bosco y Blas Parera, tras desactivar la alarma, y robaron una caja fuerte de 500 kilos, que subieron a una camioneta con un sampi, la cual contenía la suma aproximada de 1,5 millones de pesos.

 

Antecedentes

 

Por su parte, Vega contaba con la imputación por otros ocho hechos delictivos: seis en Paraná y dos en Santa Elena, de donde es oriundo, ocurridos entre 2018 y 2020, relativos a robos y tenencia de drogas.

El otro integrante de la banda que fue condenado, pero no por asociación ilícita sino por asaltos, fue Santana, quien recibió cuatro años y ocho meses de prisión.

En el informe de Robos y Hurtos, por el análisis de las pericias a celulares secuestrados, se indicó que tuvieron “comunicaciones constantes entre la totalidad de los integrantes de la banda”, y se precisó que “el funcionario policial Barbieri tuvo una directa participación en el accionar de la banda, siendo particularmente un proveedor de información mediante tareas de inteligencia previa, como así también proveedor de la logística, vehículos, uniformes policiales, armamento y proyectiles”. Además, “se pudo establecer que en su teléfono existían los contactos telefónicos de distintas víctimas”, a quienes investigaba previamente.

Barbieri es uno de los que no quiere saber nada con un abreviado, por lo que en breve sería enviado a juicio. Distinta es la situación de Venencio, que acordó de palabra varias veces ir a firmar un acuerdo de pena, pero por una razón u otra postergaba la audiencia del abreviado. Mientras tanto, siguió libre perpetrando robos, que ahora se le suman a su abultado expediente. A fines de marzo, fue baleado en el estómago en un tiroteo en el barrio Cáritas, estuvo grave, pero sobrevivió. Se esperaba su evolución para la citación judicial.

Por último, queda pendiente la situación de Nahuel Deharbe, más complicada que las demás ya que el hombre estuvo prófugo por escaparse de la cárcel mientras cumplía una condena por un violento asalto a una escribana de Paraná. Durante la evasión cometió varios robos y estafas: ofrecía una casa a la venta y luego asaltaba a los interesados y les robaba fuertes sumas de dinero. Además de la causa por Asociación ilícita, cuenta con legajos por robos y coacciones, se informó.

 

Los históricos

 

En 2020 cayó en Concordia la organización delictiva cuyos principales cabecillas fueron históricos “peces grandes” de la delincuencia de la costa del Uruguay, como los denominan en la localidad. La mitad de ellos fueron condenados en procedimientos abreviados, y los demás esperan el juicio, aunque podrían optar por el mismo camino de la confesión, claramente conveniente en términos de negociación de penas.

Se trató de una investigación iniciada por la Brigada de Delitos Rurales de Concordia, desarrollada junto al personal de Criminalísticia de la Jefatura local, e instruida por el fiscal Francisco Azcué.

Los jefes eran el sargento de Policía Ricardo Petelín y Rubén Castro, aunque otros no se quedaban atrás. Funcionaban con células compartimentadas, planificaban asaltos muy violentos, comerciaban droga y sobre todo armas que vendían o alquilaban para robos u homicidios. Además, el uniformado daba protección a un prostíbulo que funcionaba sobre la autovía nacional 14.

En marzo seis de los integrantes de la Asociación ilícita acordaron penas de prisión. Petelín y Rafael Briozzi acordaron cuatro años de cárcel, mientras que Carlos Pintos, Marcelo Burna, Avelino Castillo y Fabiola Avellaneda firmaron por tres años de encierro.

El viernes 9 de abril, Hugo Orlando De los Santos, quien durante mucho tiempo fue mano derecha de Alcides Camejo, líder del Sindicato de la Fruta, aceptó también cuatro años de prisión. Se suma a los condenados Daniel Burna, quien desde el año pasado cumple su pena en la Unidad Penal N° 3 al ser el primero que confesó.

Todavía quedan varios más imputados. Uno de ellos es Omar Mazzaira Silveyra, quien tras ser allanado viralizó un video en el que difamó falsamente al fiscal en tono amenazante. Los hermanos Francisco y Rubén Castro siguen en ascuas, junto a Mauricio y Romina Castro, y Luis Rivarola, hijos y cuñado del Pato respectivamente. También resta definir la situación de Agustín Gómez y Gustavo Pérez, entre otros.

No se descarta que terminen todos en juicios abreviados, ya que las pruebas reunidas en la investigación fueron muchas y contundentes, desde escuchas telefónicas hasta evidencias secuestradas en los allanamientos.

El sargento Petelín reconoció darle protección al prostíbulo regenteado por Elsa Lacuadra, también detenida como integrante de la megabanda, y además a otras organizaciones criminales para que ingresaran droga a Concordia.

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