Comerciantes buscan achicar su estructura para evitar quebrar ante la caída de las ventas

El comercio minorista de la ciudad vive una profunda crisis por la caída en la actividad de la economía y la pérdida del poder de compra del salario. A esto se suma la pandemia que no logra controlarse en el país, que con las restricciones reduce la circulación de personas. Hay cierres de comercios por quiebra o por traslados a zonas de alquileres más económicos.

 

El impacto de la pandemia y de la cuarentena fue tal en el consumo y las ventas que desde que comenzó la crisis sanitaria cerraron en todo el país poco más de 90.000 comercios minoristas, según un informe publicado este domingo por la Confederación de la Mediana Empresa Argentina (CAME) a fines del año pasado.

De acuerdo a una encuesta realizada en todo el país por esa entidad “el cierre masivo de locales fue una de las consecuencias graves que dejó la cuarentena en las Pymes. Los primeros números reflejan ese impacto: el 15,6% de los locales comerciales del país cerraron, sin registro de que se hayan mudado a zonas más económicas”, resumió CAME

En nuestra ciudad el impacto también fue muy alto en cuanto a la cantidad de locales que mes a mes se suman a las quiebras o mudanzas.

Federico Laderach, secretario del Centro de Defensa Comercial e Industrial de Gualeguaychú, explicó a EL ARGENTINO la nueva realidad  que enfrenta el comercio minorista local en la que muchas vidrieras se vacían para colocar un cartel de una inmobiliaria con la leyenda “se alquila”.

“Desde la entidad vamos haciendo un conteo físico todos los meses, y vemos que hay una mutación, hay locales que cerraron pero luego vemos que hay gente adentro preparando el espacio para abrir otro negocio. Vemos cambios semana a semana”, explicó Laderach.

“De todos modos no podemos tapar el sol con la mano, cualquier persona que sale a dar una vuelta por cualquier arteria comercial de la ciudad, podrá observar locales vacíos y más se nota en las calles donde más densidad de comercio hay por cuadra, y al ver tantos locales vacíos genera un impacto a la vista”, indicó.

Nuestro relevamiento marca que desde que inició la pandemia estamos entre 400 a 500 locales cerrados, pero tenemos que tener en cuenta que hay locales que están cerrados porque sus antiguos locatarios decidieron mudarse a otra zona comercial en un intento de bajar costos de alquileres y achicar la estructura comercial.

No decimos que hayas cerrado 500 locales, lo que vemos es que hay una dinámica de achicar costos, trasladarse a zonas donde los alquileres son un poco más barato, porque a algunos comerciantes le está yendo mejor con la venta en línea y se dan cuenta que no necesitan locales tan grande. La pandemia generó un impacto muy fuerte al comercio minorista, en la que movió muchos factores en un intento de adaptarse a las nuevas circunstancias”, consideró el secretario de la entidad.

“Algunos comerciantes comenzaron a replantearse que si el local en el que estaban valía la pena seguir, por la caída en las ventas y el aumento de los costos. Entonces decidieron irse en busca de otras zonas con alquileres de locales más económicos. En este contexto sobrevive el que mejor se adapta a estos cambios y aquel que no se dio cuenta que tiene que achicar la superficie del local, mudarse a otra zona o implementar nuevos canales de venta su supervivencia será menor al que no tome esas decisiones”.

En cuanto a la pérdida de puestos de trabajo, Laderach manifestó que: “Es difícil medirlo, porque la característica del comercio minorista local es que la mayoría son emprendimientos familiares y en algunos casos hay uno o dos empleados  y tal vez al achicar los costos de alquiler al mudarse a otro lugar más barato, es una forma de mantener el empleo de ese trabajador.

Otra variable que vemos es que el comerciante que ya tiene una marca instalada y tiene buena llegada a sus clientes a través de las redes sociales o su propia página web, comenzó a plantearse si tener un local tan grande en el centro es importante o no. Ya la venta por una vidriera linda, es algo que quedó atrás, hoy las ventas son por Internet y es una tendencia que crece año a año. Pero de todos modos la presencia física del local es importante, porque si uno vende un sweater a través de la red, si el cliente decide ir a retirarlo es bueno que sepa que el comercio tiene un local habilitado. Ya no importa la zona en donde esté, lo que sí importa es que tenga las instalaciones adecuadas para darle un marco de seriedad al emprendimiento”.

No obstante esto no significa que alguna zona comercial en la ciudad, tenga una alta demanda de locales para la instalación de nuevos comercios. Si comenzó a valorizarse Avenida Artigas desde Av. Parque (Sarmiento) hasta la rotonda de la Terminal. Los demás sectores fuera de la 25 de Mayo que sigue siendo la vedette en materia de comercios, ven caer sus ventas a medida que la crisis se profundiza y la pandemia no logra controlarse.

Esto sucede en Del Valle entre Av. Rocamora y Costanera y Primera Junta, cuyo rubro comercial fue duramente golpeado con el cierre de la frontera con Fray Bentos. 

Al consultarle por cuáles son los rubros comerciales más afectados por la pandemia, Laderach, dijo que: “El más golpeado fue el de indumentaria, ya sea por la gran oferta que existe y también por la informalidad que provoca una feroz competencia desleal.

También vemos comercios foráneos que tienen un apalancamiento financiero que no entendemos de dónde sale y por otro lado para muchas familias ya le es difícil vestir a todos sus integrantes con ropa nueva, por la caída en su poder adquisitivo y terminan buscando otras alternativas”, concretó.