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Diario El Argentinosábado 20 de abril de 2024
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Padre (no) hay uno solo

Padre (no) hay uno solo

Por Waldemar Oscar von Hof (*) Especial para EL ARGENTINO


Apenas comienza junio nos enteramos que en este mes se celebra el Día del Padre por los avisos, anuncios y propagandas comerciales. Nos participan que debemos comprar con tiempo algo para agasajar a los padres, hacerlos sentir como tal y quedar bien con ellos.

El tercer domingo de junio se celebra en nuestro país el Día del Padre tomado desde la década del sesenta, de la fecha que celebran en Estado Unidos, a partir de 1966, honrando a los padres a partir de que el presidente Lyndon Johnson tomo la iniciativa de Sonora Smart Dodd de homenajear a su padre William Dodd un veterano de la guerra civil.

En nuestro país se celebraba el día 24 de agosto, fecha que fuera impuesta en 1958, en honor a José de San Martín, por ser considerado el “padre de la patria”. Esta fecha fue elegida por ser el día del nacimiento de su hija Merceditas a quien dedicara sus máximas. En la provincia de Mendoza se conserva dicha fecha instituida legalmente en 1986. En algunos países se celebra el 19 de marzo en honor al padre de Jesús, San José.

Para los cristianos la figura paterna deviene de la visión de Dios. Así en el salmo 68:5 dice:” Dios, es padre de los huérfanos y defensor de las viudas”. Y en el salmo 89:26 se afirma que: “Tú eres mi Padre; eres mi Dios, que me salva y me protege”. Fue Jesús mismo que hablaba de Dios como un padre cercano, afirmando en San Mateo 6:6, “Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio”. Enseñando, acto seguido, a sus discípulos a hablar a Dios en el “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre”. Es un padre que escucha, que responde y que está siempre atento a la necesidad de sus hijos.

Más allá de la fecha en sí, del encuentro y de los regalos, creo que es una buena oportunidad para reflexionar y ponernos a pensar en ¿Qué es esto de ser padre?

Tradicionalmente conocemos algunos paradigmas que fuimos heredando, pero que estaban basados, sobre todo, en el concepto de que ser padre se aprende al serlo, es decir que no hay un librito ni fórmulas que aprender. Tal es así que por generaciones venimos repitiendo esquemas basados en autoritarismos, en una educación violenta, en comportamientos repetidos sin criticidad alguna, así fuimos educados en gran medida.

Es cierto que el rol del padre es proteger y cuidar, prohibir y guiar, propulsar y dirigir es decir poner límites y ser la autoridad para que el niño, el hijo o la hija, desarrollen su camino hacia la madurez. Nuestros abuelos pensaban que autoridad era mantener la distancia, tanto afectiva como sentimental, y que esta debía imponerse con cierta violencia. Nadie ponía en duda un tirón de orejas o alguna paliza. Algunos tenemos grabados la frase de mamá: ¡Ya vas a ver cuando llegue tu papá! Hoy los jóvenes padres están en la búsqueda de cumplir con este rol, pero en un camino de dialogo y de cercanía, una paternidad que se basa también en la expresión de los afectos y de los sentimientos. Formas de ser padre que impliquen menos violencia y más posibilidades de relaciones profundas. Tal vez estas nuevas modalidades de paternar se acerquen más al cuarto mandamiento que encontramos en el libro del éxodo 20:12 “Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios”. Con menos violencia y con menos imposición, con más dialogo y más consensos seguramente se podrá ser mejor padre, pero también seguramente los hijos crecerán con mayores expectativas y podrán vivir más tiempos por que vivirán con una salud más integral.

El padre es una figura esencial en la infancia, tal es así que el filósofo Federico Nietzsche afirma “Si no se tiene un buen padre, entonces es mejor conseguirse uno”. (Cit. En Humano demasiado Humano). Necesidad básica, la de un padre presente para que el crecimiento y el desarrollo sea completo.

El ser papá es en cierta forma este gran camino que cada uno debe descubrir a partir de tomarlo en serio y de comprometerse. No hay una paternidad única, es verdaderamente una senda por descubrir día a día junto a las madres. Es tener presente en la agenda, no solo un momento separado para los hijos, si no que esté superpuesto a todas las actividades. Más allá de las nuevas modalidades de pareja, ser padre es un regalo en sí y también una posibilidad de estar presente para los hijos todos los días.

¡Feliz día del Padre!

 

(*) Waldemar Oscar von Hof es pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.

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