La Matemática gobierna al mundo excepto en Argentina 

Jorge Pedro Jurado (*)

(Colaboración)

 

La culpa es de todos, de la clase política y de todos los que no sabemos elegir, que no reaccionamos, no nos involucramos, vemos pasar y pasar los años y seguimos impávidos como si nada.

Leía en sitios especializados que hace exactamente veinte años había alrededor de 200 mil planes de asistencia. Hoy hay 21 millones. Casi la mitad de la población vive del asistencialismo. Es un espanto y nada hicimos en estos años de democracia. Hace veinte años los jubilados, que en ese entonces se quejaban a pesar de que se financiaba porque cuatro aportantes subvencionaban el sistema previsional.

Hoy en día, con la caída del empleo formal, con el no crecimiento, con los que trabajan en negro, solo hay uno que aporta para que los jubilados, pensionados o beneficiarios de planes reciban lo que reciben. Imagino que si esto sigue así en poco tiempo desaparecerán las jubilaciones y por ende los fondos para soportar esa ecuación que tenía Argentina hace 20 años. Pensar que por ese entonces nos quejábamos. Increíble pero real.

Hace veinte años había alrededor de dos millones de empleados públicos nacionales, provinciales y municipales. Hoy hay seis millones. Se triplicaron en un país que no crece. En vez de tener un estado pequeño, ágil, con tecnología, nuestro país sumó y sumó empleados públicos, asesores, dependencias y ministerios, algunos útiles y otros muy inútiles.

Hace 4 lustros había seis millones de empleos en blanco que aportaban. Hoy esa cifra es muchísimo menor porque hace diez años que Argentina no crece y por ende no crea empleo privado. Pandemia aparte, el gobierno hace todo lo contrario para no crecer.

Cierran exportaciones de carne, ponen cepo y múltiples tipos de cambio, restringen importaciones, leyes laborales que impiden que las pymes tomen trabajadores. Un trabajador es igual a un juicio. Lo sé por cuenta propia. Nadie me lo puede contar.

Mitad de trabajos en negro, economía informal por doquier. Los giles que pagan impuestos son acosados por el Fisco y destrozada su escasa venta por los que venden en negro y nadie los controla y nadie hace nada de nada. Los otros días escuché a una productora de limones de Misiones llorando porque la fruta se caía al suelo y no conseguía empleados para levantar la cosecha pues argumentaban que si eran contratados perdían los planes que recibían.

Lamentable. Hace veinte años la clase media representaba el 70% de la población, hoy es la mitad y sigue en picada hacia abajo.

Para ir finalizando, hoy hay 30.000 empresas menos y la presión impositiva sobre las que quedan es terrible. Dice un conocido economista que por cada usd100 que ingresan a una empresa los Fiscos se quedan con usd106. Inviable. Por eso titulamos este editorial que la matemática gobierna al mundo menos a la Argentina, en tanto su clase política se devana los sesos tratando de reunir votantes para seguir haciendo lo mismo que hace veinte años. Así nos va. De mal en peor.

Nadie se hace cargo de nada. La culpa la tiene el otro. Nadie pide perdón. Pobre país y pobre de nosotros. En el mundo en matemática dos por dos es cuatro, pero no acá y hablando de su prima hermana el castellano o Lenguaje o Lengua como le dicen ahora en los colegios, ni el gobierno sabe hablarlo y también hay dirigentes sindicales que ni siquiera saben leerlo.

 

(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, periodista, columnista de radio, ha escrito varios libros y es Director del periódico digital Grupo de El Censor de Gualeguaychú que se edita por la red de Facebook.