Juan Contreras estuvo ocho días internado por Covid  y logró recuperarse

El empresario local no estaba vacunado porque consideró que era una “persona sana” y esperó para inmunizarse cuando hubiera grandes disponibilidades de vacuna. Estuvo al borde de la muerte, pero al ser internado a tiempo y la dedicación del equipo médico pudo recuperarse. 

A los 50 años, Juan Contreras estuvo al filo de la muerte y tal vez el 28 de julio de cada año lo celebre como la fecha de su renacimiento, al ser el día en que los médicos le dieron el alta tras ocho días de internación.

“Fue una situación muy rara. Comencé a sentirme mal el viernes 16 de julio, sentía que tenía problemas en el corazón, se me durmió un brazo y enseguida me vine a Pronto y me hice un electro.  Durante el fin de semana la pasé con chuchos de frio, a partir del lunes comencé a cargar  temperatura y el martes por la noche volaba de fiebre”, contó Contreras a EL ARGENTINO.

“Ese día me hisopé, me dio positivo y allí comenzó la pesadilla. Estuve diez días en mi casa y ocho internado en Pronto con oxígeno. La pasé mal, perdí la ubicación en el espacio, la memoria, no sentía mis brazos, no sentía gusto ni olfato, pensaba que me enloquecía, no podía dormir y tampoco podían bajarme la fiebre y perdí 23 Kg”, narró.

En cuanto a la rehabilitación, Contreras dijo que: “Estoy haciendo ejercicios respiratorios, para poder recuperar la capacidad pulmonar y me estoy recuperando bien. Ahora estoy en el 96 por ciento de saturación y veré cómo evoluciona mi recuperación y hasta dónde puedo exigirle a mi cuerpo”.

No obstante fue una pesadilla que no pasó a mayores, si se tiene en cuenta que nadie de su burbuja familiar de Contreras se contagió “salvo mi pareja, pero ya estaba vacunada y no tuvo un cuadro crítico”, destacó.

En cambio Juan, no estaba vacunado y tal vez fue uno de las causas por la cual tuvo que ser internado y asistido con oxígeno.

“No soy un antivacuna, pero como me consideraba una persona sana, decidí dejar mi vacuna para otra persona que lo necesitara con más urgencia. Entonces dije cuando comiencen a llegar masivamente las dosis”, explicó pese a que durante el último mes hubo jornadas abiertas de vacunación para mayores de 40 años con el objetivo de aplicarle la primera dosis.

“A pesar que le puse toda la garra, el coronavirus no es una enfermedad para tratarla como una gripe común. Ahora me dijeron que tendré que esperar 21 días para vacunarme”, dijo Contreras quien está dispuesto a donar plasma de convaleciente para ayudar en el tratamiento de recuperación a otros pacientes contagiados.

“Veo que hay personas que están mimetizadas de que esto se cura con un Tafirol o una Nolvalgina, pero esto no es así, ya me hicieron una placa de tórax y una resonancia de pulmones y a los cuatro días del contagio se puede ver hasta dónde está afectado el sistema respiratorio, dónde estaban comprometidos los órganos por la neumonía bilateral.Cuando un paciente llega con una neumonía bilateral colapsada, los médicos ya no tiene nada para hacer por más garra que le pongan”, señaló.

“Quiero agradecer al equipo de Pronto que me atendieron muy bien, no me faltó nada de nada, ni amor, ni medicamento, ni atención, es como si hubiera estado en la mejor clínica del mundo”.

Estar internado es algo abstracto, es como tener un hilo que sostiene tu vida y si se corta se cierra el grifo y la vida se acaba. Esto no es como tener un cáncer de próstata que da tiempo para prepararse para lo peor. Esto es un antes y después, vi a mis hijos llorando porque no podía respirar y la ambulancia tuvo que venir a buscarme. Esto es peor que un accidente, de un momento a otro todo se acaba, no hay posibilidades de hablar, de caminar, ni de pedir ayuda”.

Tras ocho días de internación, Contreras recibió el alta el jueves pasado y ahora le quedará un largo trabajo de recuperación para reestablecer  su capacidad pulmonar.