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Diario El Argentinojueves 18 de abril de 2024
Colaboraciones

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Lex prohibit scribere política

Lex prohibit scribere política

Hoy en día el latín sigue siendo utilizado como lengua litúrgica oficial de la Iglesia católica.


Dada la veda electoral vigente hasta después de cerrado el comicio y que esperamos sea una jornada cívica en paz, para el editorial de este día elegimos referirnos a la lengua latina. Luego de buscar antecedentes de la misma podemos afirmar que el latín no murió, sino que evolucionó y está muy presente entre todos nosotros.

 

Jorge Pedro Jurado (*)

 

El idioma latín se hablaba en todo el Imperio Romano tanto el de Occidente como el de Oriente, pero en la actualidad ningún país lo habla, al menos en su forma original y clásica. Entonces el interrogante es si se extinguió realmente cuando dejó de existir el Imperio Romano o el mismo se sigue hablando, aunque sea parcialmente.

Recordemos que el Imperio Romano fue uno de los mayores imperios del mundo, pero poco a poco el dominio que ejercía fue disminuyendo paulatinamente. A pesar de ello, el latín siguió siendo la lengua hablada en gran parte de Europa cientos de años después de que esto aconteciera. Si murió es difícil de precisar y hay estudiosos que afirman que nunca murió realmente.

Hoy en día el latín sigue siendo utilizado como lengua litúrgica oficial de la Iglesia católica de rito latino y es la lengua oficial del Estado Vaticano. También se sigue utilizando en documentos y encíclicas y mucha gente suele realizar citas o palabras en ese lenguaje en su día a día sin saberlo, salvo algunas excepciones.

A modo de ejemplo y para saber que todos nosotros lo utilizamos hemos tomado unas expresiones o palabras que les harán reconocer que seguimos utilizando ese idioma a veces sin darnos cuenta.

Ahí vamos. No podemos afirmar a priori que muy poca gente levantaría la mano de motu propio ante la pregunta de si alguien sabe latín. Pero, de facto toda persona como dijimos lo usa sin darse cuenta. No es ningún rara avis quien en sus conversaciones habituales menciona locuciones latinas como álbum, campus, dúplex, incluso la palabra etcétera que escrita en latín antiguo “et cetera” significa “lo demás”. La lista podría seguir como se dice ad infinitum y se podría alargar secula seculorum.

Sin ser nosotros doctores honoris causa ni haber sacado notas cum laude, sabemos, o por lo menos nos enteramos que seguimos hablando el viejo idioma latín. Para conseguir trabajo siempre enviamos o nos piden un curriculum vitae. Si deseamos algo urgente lo pedimos ipso facto. Cuando llega la policía los periodistas o la policía dicen que están in situ o sea en el lugar de los hechos y al delincuente lo arrestaron in fraganti es decir en el mismo momento de cometer el delito. Si algo lo hacemos deliberadamente decimos que es ex profeso.

Hasta tuvimos un conjunto musical de rock nacional llamado en latín Sui Generis que su traducción significaba muy especial o diferente a la mayoría. Si algo lo sabe todo el mundo decimos que es vox populi o si es para todos es urbi et orbi. Si cometemos un error involuntario al escribir o hablar decimos que lamentablemente fue un lapsus. Si algo se dice bruscamente aludimos que fue un ex abrupto. Cuando mencionamos a alguien como líder o creador o artífice lo denominamos el alma mater.

Como podemos advertir la lengua latina es tan antigua como el mundo y tan diferente que aún respira entre nosotros.  Tanto el lenguaje culto como el popular contienen una gran cantidad de latinazgos. Algunos han mantenido su significado original como el famoso carpe diem  (aprovecha el día) o totalmente diferente como el “versus” que originalmente significaba “hacia” y hoy significa “contra”. Cuando hablan de economía mencionan el deficit, el superavit o la renta per capita. Cuando vamos a lugares de ocio o placer mencionamos el spa (que viene de salute per aquam), en medicina se habla de la fecundación in vitro, o de la enfermedad del lupus (lobo), o del delirium tremens o del famoso mens sana in corpore sano. A los abogados nos fascina utilizar términos como habeas corpusin dubio pro reo, de iure o de facto, per saltum,  sine qua non si algo es indispensable, stricto sensu si deseamos remarcar una cosa en sentido estricto. Ergo lo escribimos o decimos en lugar depor lo tanto” o damos un ultimatum cuando otorgamos o nos dan una última posibilidad o plazo. Ultimamente la probation, que para los romanos significaba probar algo, hoy los ingleses, norteamericanos y nosotros mismos la utilizamos para evitar que un reo condenado vaya preso a cambio de una pena menor sea de una multa o un trabajo comunitario. En cuestiones de música decimos que se trata de una opera prima, o escuchar un requiem se refiere a la música para difuntos, o comentamos que la melodía o algo va in crescendo cuando aumenta su nivel o gritamos a los alaridos si queremos un bis en un recital o concierto y en un rito funerario se menciona comúnmente la sigla  R.I.P. (requiecast in pace) que significa que el difunto descanse en paz. Increíble pero real. Seguimos hablando el latín además del castellano.

Pero desde su origen el idioma latín cambió con el tiempo creándose lenguas totalmente nuevas y muy relacionadas. Son las llamadas lenguas romances, como el francés, el italiano, el portugués y el español, entre muchas otras.

Los estudiosos afirman que las lenguas pueden extinguirse porque los nativos de esa lengua mueren todos, o con el tiempo su primera lengua cambia hasta que finalmente no quedan hablantes.

La muerte de las lenguas no es un fenómeno muy antiguo. También ocurrió con las lenguas indígenas en numerosos lugares del mundo y en nuestra América. Esto puede ocurrir cuando se estigmatiza socialmente el hecho de hablar una lengua no mayoritaria o no se enseña en las escuelas o se toman medidas más brutales, como la limpieza étnica y la violencia perpetrada contra las minorías caso en Medio Oriente y Asia. La UNESCO estima que al menos la mitad de las 7.000 lenguas que se hablan hoy en el mundo se extinguirán antes de que acabe este siglo. Es  una lástima.

Por lo visto es posible concluir que el idioma latín no murió ni morirá sino simplemente evolucionó y lo seguiremos hablando.

(*) El autor de esta artículo es abogado, escritor, periodista y director del periódico digital llamado Grupo de El Censor de Gualeguaychú que se edita en la red social de Facebook. 

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