Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinojueves 25 de abril de 2024
Información General

.

Brindaron herramientas para resguardar los derechos de las infancias y adolescencias

Brindaron herramientas para resguardar los  derechos de las infancias y adolescencias

Con el objetivo de promover una manera de informar los casos de abuso sexual contra las infancias que proteja los derechos de niños, niñas y adolescentes, especialistas de distintas áreas expresaron criterios, guías y recomendaciones para periodistas y personas de la comunicación de Entre Ríos.


La protección de la intimidad, el uso de palabras e imágenes, la información pertinente y la contextualización, fueron algunas de las aristas abordadas.

El taller estuvo organizado por el Consejo Provincial del Adolescente el Niño y la Familia (Copnaf) y la Secretaría de Comunicación del gobierno entrerriano. Se desarrolló de forma virtual y contó con la participación de trabajadores y trabajadoras de medios de comunicación, personal educativo y representantes de organizaciones sociales de toda la provincia.

En ese marco, la licenciada Natalia Calisti y la doctora Sabrina Viola, integrantes de Unicef Argentina, presentaron la guía para periodistas “Abuso Sexual. Serie comunicación, infancia y adolescencia”, elaborada por ese organismo internacional. Ambas disertantes cuentan con una larga trayectoria en materia de derechos humanos, comunicación y niñez.

Luego, la profesora Cintia Braccioli, del equipo de coordinación del Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia (Conacai), expuso el documento con los criterios de calidad para mejorar la comunicación audiovisual destinada a infancias y adolescencias.

Empezar por la definición

Al inicio del taller, Viola remarcó la importancia de saber de qué hablamos cuando nos referimos a violencia sexual contra las niñeces y adolescencias. “No nos referimos solo a la violación, sino a un concepto mucho más amplio. Se trata de toda interacción de un adulto con una niña, niño o adolescente para estimularse, estimular al niño o niña o a una tercera persona sexualmente. También puede suceder entre un adolescente y niños o niñas, más pequeñas, cuando hay diferencia de edad o jerarquía, utilizando fuerza, coacción o cualquier tipo de violencia”.

Mencionó que puede ser un hecho aislado, en forma reiterada o continuada durante muchos años. Resaltó que “cualquier tipo de violencia sexual contra un niño o niña es un delito, más allá de las consecuencias o efectos sobre este, si se usó o no la violencia o fuerza física, e incluso cuando ellos o ellas no muestren signos de rechazo frente a ese abuso. Muchas veces el abuso se realiza manipulando a la víctima para que crea que es un juego o una demostración de afecto. Por eso, aunque exista consentimiento, este no se considera válido, ya que la persona por su edad, no puede comprender cabalmente de qué se trata”.

Recordó en ese sentido que la legislación argentina establece que toda interacción sexual con menores de 13 años es considerada violencia sexual. En el caso de las y los adolescentes, también aplica cuando hay un aprovechamiento de su inmadurez para comprender ciertas cuestiones en términos sexuales. “No hablamos solo de abuso, sino de interacciones de índole sexual, que pueden darse con o sin contacto físico. Por ejemplo en los caos de pornografía, distribución de imágenes o grooming”, explicó la abogada.

Informarse para informar

 

La especialista instó a dimensionar que se trata de una problemática “más frecuente de lo que creemos”. “En Argentina, si bien no hay datos unificados en la temática, Unicef realizó una encuesta reciente que arrojó que una de cada 10 mujeres declaran haber sido abusadas durante su niñez y adolescencia”, puntualizó. Viola compartió también en un relevamiento de diferentes programas que atienden la problemática, donde se corroboró que un 77 por ciento de víctimas de abuso sexual son de género femenino, casi el 60 por ciento fueron niñas y niños, y el 75 por ciento fueron agredidas por un familiar o persona de su entorno conocido.

Por otra parte, expresó que hay determinados “mitos” referidos a la temática, atravesados por el desconocimiento de la problemática, estereotipos de género y en contra de los derechos de las niñeces y adolescencias. “Muchas de estas afirmaciones se utilizan para estigmatizar, por ejemplo a las clases sociales más bajas o tienden a desacreditar los testimonios de las madres protectoras y el relato infantil. También buscan impedir la educación sexual integral desde la primera infancia, que es clave para la prevención y favorecen al agresor mostrándolo como una persona con buena reputación social”, subrayó la abogada.

Entre estos “mitos” se mencionaron: las niñas y niños que sufren violencia sexual son agresores sexuales en su vida adulta, en familias pobres hay más abuso sexual, las niñas y niños mienten e inventan situaciones de abuso. También se señalaron otros como: el agresor sexual se muestra violento en su vida cotidiana, tiene un perfil definido; el testimonio de chicos y chicas es fácilmente manipulable por las madres (Síndorme de Alienación Parental); o la prevención es con adolescentes, no es recomendable hablar de abuso sexual con niños y niñas. “Creemos que los medios de comunicación tienen un rol importante en la concientización y la prevención de esta problemática”, finalizó Viola.

 

Las palabras y los sentidos

 

A su momento, Calisti señaló que hay comunicadores “que podemos especializarnos y darle seguimiento a un tema, pero muchos colegas están en la calle o en las redacciones y están cubriendo una diversidad enorme de temas. La propuesta es que tengan esta herramienta para ayudarles en el trabajo diario”.

“Sabemos que las palabras construyen sentido. Nada del abuso sexual está vinculado al mundo de las infancias, no es infantil. Por eso es importante no hablar de abuso sexual infantil, sino de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Igualmente para el caso de prostitución infantil, que debería nombrarse como explotación sexual comercial, donde se remarca además la presencia de una adulto que lucra con esto”, dijo la licenciada.

Por otra parte, brindó recomendaciones sobre el uso de imágenes, algo que planteó como “un desafío, porque hay que poder ilustrar la nota sin violar derechos. No podemos violar su privacidad, revelar su identidad, exponerles y revictimizarles”. Las sombras, los recortes de siluetas, personas de espaldas o con distancia para no ser reconocidas, imágenes más poéticas para trasmitir la emocionalidad, planos cortos, fueron algunos de los recursos sugeridos.

 

 

    ComentariosDebés iniciar sesión para poder comentar