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Diario El Argentinojueves 18 de abril de 2024
Policiales

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Amenazas a policías federales: pistas y peligroso trasfondo

Amenazas a policías federales: pistas y peligroso trasfondo

Miembros de la Policía Federal que investigaron las principales causas por narcotráfico en la región, vienen siendo amenazados desde hace tiempo.


Los policías federales que estuvieron al frente de las causas por narcotráfico más importantes de los últimos años en Entre Ríos, vienen sufriendo amenazas en panfletos anónimos donde además los acusan de ser cómplices de narcos.

Se trata del personal de la Delegación Paraná de la Fuerza que ha investigado a los “peces gordos” del mercado de drogas de la región, y a quienes los desconocidos pretenden que desplacen de sus cargos. El caso colmó la paciencia de muchos el martes, cuando dejaron en la vía pública una falsa bomba con una nota con amenaza de muerte.

El hecho es investigado por la Fiscalía de Paraná y los nombrados en la nota están indignados y esperan que se haga justicia.

Fue al mediodía del martes, en momento que un hombre iba junto a un chico caminando por calle Echagüe de Paraná cuando observaron un elemento extraño en la vereda. Se acercó, lo manipuló y vio una nota impresa. Era evidente que se trataba de una especie de bomba de juguete, pero por las palabras amenazantes del texto se dio cuenta que no era una broma. Se dirigió hacia el kiosco de la esquina, le avisó a quien atendía y el kiosquero llamó al 911. De inmediato se hizo presente en el lugar el personal de la Comisaría Segunda, quien también advirtió que no había peligro alguno con el artefacto, pero, de todos modos, cuando dieron intervención a los Bomberos Zapadores, se montó un operativo protocolar de resguardo de la zona. Se trataba de unos tubos plásticos pintados de rojo, envueltos en cinta aisladora negra, con unos cables espilarados en los extremos y un reloj roto pegado al medio.

El papel tenía impreso en imprenta mayúscula acusaciones de “delincuentes” y “narcos” a jefes e integrantes de la Policía Federal Argentina, tanto al jefe regional como a efectivos de la Delegación Paraná. Los señalaban de “armar causas con gente inocente” entre otras calificaciones, y una macabra advertencia: “Esta vez no pasa nada, la próxima vuelan en pedazos. No vamos a tocar gente inocente”.

 

Pistas e hipótesis

 

Según lo publicado por el diario Uno de Paraná, no es la primera amenaza o acción agraviante de este tipo que se realiza contra la Policía Federal. Desde inicio de este año hubo varios episodios, como panfleteadas en la zona del centro de la ciudad señalando a comisarios, oficiales y suboficiales. Incluso, en el primer volante que arrojaron en la vía pública también involucraban al juez federal, pero se ve que luego se arrepintieron y lo sacaron de las amenazas. Uno de los panfletos tirados en una plaza decía “por la salud de nuestros hijos” y “fuera corruptos”.

En otro de los papeles arrojados, se hicieron pasar por el narco Elvio Gonzalo Caudana, ya que estaba firmado con las iniciales E.C. y decía: “A poco de volver a las calles, los tengo cercados, domicilios, vehículos”. Lo más grave es que tenían el domicilio al lado del hombre de cada uno de los policías mencionados.

Lo cierto es que todo apunta a que no se trata ni de padres afectados por la venta de droga en sus barrios ni del viejo narco que todavía tiene muchos años por delante en prisión. Algunos de estos sucesos fueron investigados y las pistas condujeron a personas que podrían tener relación con otros integrantes que revisten en la Policía Federal, que estuvieron vinculados a los escándalos que años atrás se vivieron en la Delegación Santa Fe, e incluso han recibido sanciones.

Es de público conocimiento el compromiso con el narcotráfico que, hace más de tres años, tuvieron algunos agentes de la Delegación de la vecina capital de la Policía Federal. Incluso esto quedó de manifiesto en declaraciones públicas de un fiscal federal de Santa Fe quejándose de tal situación, y también hubo causas judiciales con condenados.

Cabe recordar que, a mediados de 2019, fue allanada la Delegación Santa Fe de la Policía Federal, donde detuvieron al jefe de la misma y a otros integrantes. El de mayor jerarquía, ex comisario Marcelo Lepwalts, ya sumó dos condenas, de ocho años y nueve meses de prisión en total, por proteger a narcotraficantes, quedarse con droga, inventar causas con fines extorsivos y cobrar coimas a puestos callejeros. Por aquellos días, otros integrantes fueron trasladados a otros destinos en distintos lugares del país, y uno mantenía vínculo familiar directo con personal que estaba en Paraná.

En este marco, una hipótesis en torno a las amenazas y la bomba de juguete es que se trataría de efectivos que querrían tener intervención, jurisdicción e injerencia en investigaciones por narcotráfico en Paraná, para sacar su tajada con el trato ilegal con delincuentes, como lo hacían en Santa Fe.

Por eso también en las amenazas instan a que desplacen a los policías mencionados en los panfletos, quienes justamente han estado en las investigaciones más importantes de los últimos años, como las causas Narcoavioneta y Narcomunicipio, la de Caudana, entre otras que lograron desbaratar organizaciones narcocriminales de relevancia provincial y regional. En sus testimonios en los juicios en el Tribunal Oral Federal expusieron la forma y el compromiso con el que trabajaron. Además, que actualmente trabajan con la Fiscalía en causas por narcomenudeo.

 

Sabían lo que hacían

 

Si bien el artefacto hallado al mediodía del martes en calle Echagüe no revestía ningún peligro, fuentes policiales señalaron al diario Uno que el mismo reunía características similares a una bomba, es decir, que quien lo armó tiene conocimientos de cómo se fabrica un explosivo casero.

Además, se denotó un trabajo de inteligencia previo ya que ese sitio es una especie de punto ciego para cámaras de seguridad. Aunque se sospecha que desde una camioneta se bajaron y dejaron allí el elemento, no habría muchas más certezas al respecto. El caso está en manos del fiscal Santiago Alfieri, quien tomó las medidas correspondientes, en principio de oficio ya que no se había presentado ninguna denuncia formal.

Se había especulado con que el lugar donde dejaron la falsa bomba con la amenaza era una sede de una dependencia de la Policía Federal, pero ese domicilio no tiene nada que ver, ya que como han hecho en otras instancias, dejaron la amenaza en un lugar indiferente, pero céntrico, la vía pública.

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