Hace 44 años se vivió la catástrofe de la mayor inundación en la ciudad

Este 18 de marzo se cumplen 44 años de la catástrofe sufrida como consecuencia de la mayor inundación, que se tenga memoria en nuestra ciudad.

Ese día domingo (de 1978) a las 16 horas llegó a su altura máxima y luego lentamente comenzó a descender, por suerte el río Uruguay estaba bajo. En poco más de una semana ya se había despejado gran parte de las zonas habitadas.

La fuerza de la correntada arrastraba aguas abajo, troncos, heladeras, colchones y todo elemento que flotara. Donde, el agua perdía algo de velocidad aparecieron los “pescadores” que rescataban algunas cosas útiles antes que llegaran al río Uruguay.

Se inundaron alrededor de tres mil hogares y más de doce mil personas. No había lugar donde alojar más vecinos, por ello, instituciones, como escuelas, clubes, partidos políticos cedieron sus instalaciones

Durante el período de rescate de evacuados, camiones, tractores con acoplado y todo vehículo que pudiera desplazarse en el agua, circulaban por las calles trasladando personas y bienes a lugares más seguros. A medida que aumentaba el nivel de la crecida los vehículos le dejaron el lugar a las lanchas y las canoas; que circulaban por las calles desde Caseros y Victoria al Este.

Muchos propietarios se negaban a abandonar su vivienda por temor al pillaje. Se cortó el suministro eléctrico y todo era oscuridad, se declaró el toque de queda en la zona inundada y ésta fue custodiada por el Ejército.

El panorama era desolador, las calles que habían estado bajo el agua, estaban sembradas de muebles, colchones, artefactos eléctricos, ropa, algunos para tratar de recuperarlos secándose al sol, y la mayoría para el recolector.

Esto para dar un pantallazo de la situación que se vivió en aquel difícil momento.

Si… pero, ¿hasta dónde llegó el agua? Voy a dar dos referencias. Si usted va a caminar hacia la Costanera por calle 25 de Mayo, cuando llegue a Borques, camine unos 30 pasos y deténgase, y mire los pies, hasta ahí llegó el agua. Siga caminando y cuando llegue a 25 de Mayo esquina Leandro N.  Alem, levante un brazo todo lo más alto que pueda y la punta de los dedos le indicará el nivel alcanzado en ese lugar.

Después de este desastre, se iniciaron gestiones para resolver el tema inundaciones del río Gualeguaychú. Al Consejo Federal de Inversiones (CFI) se le encargó formular alguna solución. Este organismo planteó varias alternativas en un informe que seguramente debe estar en algún cajón del Municipio.

Si la memoria no me falla las alternativas que sugirió el CFI eran:

* Elevar el nivel de la Costanera.

* Hacer un canal aliviador que arrancara en la curva del río a la altura del Zapallo y en línea recta llegara al Gualeguaychú, aguas abajo de la ciudad.

* Hacer un terraplén al Norte de la ciudad con una garganta reguladora del caudal que permitiera pasar el agua que el río podía evacuar al Uruguay

* La regulación de la cuenca del río Gualeguaychú mediante el control del caudal de sus afluentes principales mediante presas.

Desde el 18 de marzo de 1978 han pasado 16.071 días de aquel trágico momento sin que ningún funcionario, legislador o gobierno planteara alguna gestión buscando una solución.

Cada vez que llueve copiosamente empezamos a mirar el cielo y a juntar las manos para que no llueva demasiado en la cuenca.

He leído que se ha formado un grupo de vecinos, que sufren las consecuencias de las crecidas del río, para gestionar se encare una solución definitiva. Esta actitud me parece excelente, despertar al funcionariado, Comité de Cuenca del Río Gualeguaychú, organismos de gobierno que tengan responsabilidad en el tema. Habría que estudiar en profundidad las distintas alternativas, sugeridas por el CFI teniendo en cuenta costos, beneficios e impacto ambiental.

Pienso que este tema se debe debatir con datos ciertos y técnicos y ambientalistas con conocimiento específico.

 

(*) Humberto Lupi es arquitecto y concejal mandato cumplido.