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Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
Colaboraciones

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El Carro Verde de los Alemanes del Volga

El Carro Verde de los Alemanes del Volga

Carro de la familia Weber, Departamento Gualeguaychú.


Por Leandro Hildt (*)

Especial para EL ARGENTINO

 

El 19 de marzo pasado la Comuna y la Asociación de alemanes del Volga de aldea San Juan organizaron una fiesta. Hubo un desfile de carros y agrupaciones de descendientes de alemanes del Volga. La jornada terminó con una cena y baile en el salón comunitario.

Un grupo de hombres decidió recrear los viajes que hacían nuestros abuelos en carro. Los hacen uniendo aldeas fundadas por alemanes del Volga. El primer viaje se hizo en el año 2018. Fue una idea de Avelino Riedel, quien coordinó una travesía desde Santa Anita hasta la aldea Santa María en el departamento Paraná. En aquella oportunidad la actividad se denominó “Camino de los Abuelos”. El sábado pasado, al atardecer, los carros llegaron a aldea San Juan, habían partido nuevamente de Santa Anita.

Hoy en día es posible vivir sin vehículo, tenemos transporte público, fletes, correo, empresas de mudanzas, delivery, cadetes y varios servicios para llevar o traer cosas. Antes, no tener un carro como vehículo era una gran complicación para innumerables situaciones familiares.

Con frecuencia se escucha hablar del “Carro Verde” o “Carro Ruso” de los alemanes del Volga. Fue un vehículo todo terreno, tirado por caballos, que usaron los inmigrantes cuando llegaron a Argentina. Se utilizaba para las tareas del campo y para trasladar a las personas de un lugar a otro. Los alemanes los construyeron en el Volga y cuando llegaron a la Argentina, nuevamente los hicieron. Los “Carros rusos” identificaban al grupo de los alemanes del Volga de otras comunidades porque casi siempre eran verdes y negros. Cada familia tenía uno o dos.

En el trabajo sirvieron para trasladar el cereal a la estación de tren o a los acopiadores, servían para mover todo lo necesario en época de siembra y cosecha; llevaban tambores de leche, leña y materiales para construcción, entre otras cosas. Sirvieron a las familias arrendatarias cuando debían irse de un campo a otro haciendo la mudanza de sus cosas. Cuando no había pastores o sacerdotes en las colonias, alguien iba en carro a buscarlos a la aldea más cercana para celebrar cultos, bautismos, confirmaciones y casamientos. En los casamientos llevaban a los novios y se adornaban con flores y cintas. Se usaban para buscar a la partera, para trasladar a un enfermo y a los difuntos al cementerio. Para llevar a los chicos a la escuela y para ir al almacén más cercano a buscar la mercadería para todo un mes.

En algunas aldeas hubo personas que los construían. Un carro no tiene soldaduras, todo está remachado, los metales se trabajaban con fragua y la madera artesanalmente, los laterales siempre eran inclinados hacia afuera. Actualmente podemos ver varios carros en excelentes condiciones gracias a personas que los restauran.  Los carros fueron una pieza fundamental en la vida de los colonos.

Invito a todos los descendientes de alemanes del Volga que tengas fotos donde se vea un carro que compartan una copia (de buena calidad) para crear una colección de imágenes. Pueden contactar por WhatsApp al +54 3446 505448 o al correo electrónico: [email protected]

 

(*) Leandro Hildt es miembro de la Asociación de Alemanes del Volga Gualeguaychú y un estudio de esa historia y cultura.

 

 

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