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Trato Digno: la cooperativa de cuidadores que vela por el bienestar de los adultos mayores

Trato Digno: la cooperativa de cuidadores que vela por el bienestar de los adultos mayores

Ubicada en la calle Constitución 468 está Trato Digno, la primera Cooperativa de Cuidadores Domiciliarios para Adultos Mayores de la provincia.


Actualmente, está conformada por 20 cuidadores certificados que con su labor contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes de la tercera edad.

“El arte de cuidar es dinámico, por eso debemos capacitarnos constantemente. Nosotros brindamos capacitaciones todos  los viernes”, explica Thelma, secretaria de la Cooperativa Trato Digno. Y una, no puede evitar detenerse en la expresión “el arte de cuidar”. Y realmente es así, quienes eligen esta profesión no solo deben estar formados para ejercerla, sino que deben tener un talento especial para desarrollar este arte tan particular.

La Cooperativa Trato Digno surgió en 2017 a partir de que varias cuidadoras, en su mayoría enfermeras, tenían inclinación hacia el cuidado domiciliario de adultos mayores. Después de un largo proceso, a finales del 2019 recibieron su matrícula. Pero a principios del 2020 sobrevino la pandemia y los pocos pacientes con que contaban “se bajaron”. Sin embargo, a fin de ese mismo año se dió un “boom” en la demanda y desde ese momento, el teléfono no paró de sonar.

 

Cuidadores

Las personas que se dedican al cuidado de adultos mayores tienen como principal tarea garantizar el bienestar y el confort del paciente. No realizan tareas de enfermería ni de limpieza doméstica. Al respecto, Santiago Corfield, tesorero de la “coope”, explica: “Nosotros estamos para el paciente, no somos personal de enfermería, pero tenemos el mismo conocimiento de un enfermero, tenemos las herramientas para poder responder frente a diferentes situaciones. Conocemos muchas patologías: como el Alzheimer, problemas de presión, hemos tenido gente con esquizofrenia, pacientes oncológicos, que son la mayoría.Sabemos sobre movilización, si necesitamos hacer higiene, o necesitamos trasladar a esa persona. Y tenemos que saber cómo hacerlo, para no dañar al paciente. Estamos ahí por y para ese adulto mayor”.

Cómo explicaba más arriba, no es suficiente con tener un título que acredite los estudios cursados, sino que se necesita de cierto talento y templanza para ejercer este arte del cuidado. “No solamente es un trabajo, si vos haces esto solo como un trabajo no lo vas a hacer bien. Porque esto requiere de vocación, de amor, de paciencia. Entonces, todo ese combo hace que disfrutes de tu guardia. Pero no todos tienen esa llamita, esa vocación”, expresa Thelma.

La junta directiva de Trato Digno señala que están abiertos a incorporar más personal pero que no alcanza con simplemente tener la formación, hay que tener vocación de cuidado. De hecho, hay gente que aprende la profesión en la práctica pero no tiene certificación, en estos caso, desde la cooperativa exigen que esa persona se forme y obtenga su título. Ofrecen dos opciones: completar el curso de Cuidador Domiciliario de forma virtual, brindado por una Cooperativa de Chaco o presencialmente en la Escuela Nazaret.

A pesar de qué los cuidadores están estrechamente vinculados con el área de salud, no son reconocidos como personal de salud: “Queremos hacernos visibles como personal de salud, porque somos considerados la cuarta categoría de trabajo doméstico. Hay una ley provincial, pero que a las cooperativas nos deja afuera y ahora estamos yendo por una a nivel nacional. Por ejemplo,durante la pandemia,  llamé para que nos vacunaramos contra el  Covid y nos dijeron que solo las enfermeras. Pero dijimos que no, que todos éramos cuidadores. Costó hasta que logramos que nos vacunaran a todos. Si fuéramos reconocidos como personal de salud esto no hubiera pasado”, explica Adriana, presidenta de Trato Digno.

 

Tener el talento

Cuando una persona mayor necesita la ayuda de un cuidador, no se encuentra en buenas condiciones. Esto supone un desafío para el profesional del cuidado y requiere de una sensibilidad especial porque, entre otras cosas, deberá alimentar e incluso higienizar a alguien que hasta hace no mucho tiempo, hacía ese trabajo por sí mismo. Irrumpir en la intimidad de los adultos mayores, en momentos difíciles para ese ser humano requiere de talento. “Es totalmente invasivo a la persona.Tenes que saber como hacer para que ese paciente se sienta cómodo. Eso lleva su tiempo, se tiene que aprender cómo hacerlo, porque ante todo es una persona, un ser humano. Sobre todo las personas que tienen una patología y están sufriendo. El poco tiempo que podemos estar con esa persona, hacer lo mejor posible. Nosotros no podemos hacer milagros, pero si brindarles mayor comodidad y calidad de vida. Es el rol más importante del cuidador. Vamos a darle el confort que necesita para estar mejor, para que pase esa patología de forma digna. Que se sienta digno”, manifiesta Santiago.

Adriana Plaza, presidenta de la cooperativa, relata que una madre con su hija llegaron a la sede de Trato Digno para consultar cómo higienizar a su esposo y padre, que hasta hace un año era una persona vital. Cuenta que las mujeres estaban muy angustiadas y que ellos les proveyeron de las herramientas y técnicas para que pudieran ayudar a su familiar. “Les dijimos que había varias formas en qué ese paciente se podía bañar. Para nosotras son cosas diarias,pero ellas no tenían idea y se fueron reconfortadas con la respuesta que le dimos y nos comentaban que tenían todo en la casa para hacerlo. Nosotros tratamos de ayudar desde ese punto de vista. Porque el cuidador trabaja con el paciente y la familia”.

 

El desafío de ser una cooperativa

Si bien cuidar a otros es una tarea muy gratificante, también conlleva momentos que no son fáciles ni agradables. Es en estas circunstancias cuando el trabajo cooperativo cobra un gran protagonismo. “Tenemos mucho trabajo. Yo ,por ejemplo, tengo una paciente con Alzheimer, y está en las últimas etapas y es muy duro. Entonces vos tenes que salir de ese trabajo y sacarte el traje e irte a tu casa como si nada. Pero algunas veces no lo logras. Entonces para mí es vital venir acá y hablar con mis compañeros y contarles que estoy cansada, y qué es lo que estoy pasando. Siempre hay alguno que te da algún consejo. En un estudio que se hizo desde el INAES salió que la gente que trabaja en cooperativas tienen menos predisposición a una depresión por el trabajo, que aquellos compañeros que trabajan en hospitales y otro tipo de servicios¿Por qué? Por esto, por el acompañamiento que nos damos entre todos”.

El trabajo cooperativo no solo supone la formación de una gran familia, sino el desafío que eso mismo entraña, como el sostén económico. “Del presupuesto que pasamos a las familias, sacamos la plata para pagar a los cuidadores, pagar AFIP, el contador y el alquiler de este salón.Nos solventamos solos, la única ayuda que recibimos es de FECOOTRA”, explican.

Los cooperativistas invitan a que la comunidad se acerque al lugar y saque sus dudas. “Si quieren saber algo más,que se acerquen los viernes. Nosotros por dar una mano acá no vamos a cobrarle a nadie. Estamos de 16:00 a 21:00 hs. Lo mismo gente que quiera venir a trabajar”. Con respecto a esto último, se necesita personal masculino, ya que son solo cuatro los que forman parte de Trato Digno. De todas formas, cualquier cuidador certificado o con voluntad de formarse puede acercar su curriculum. Sin embargo, es requisito excluyente contar con el talento para ejercer el arte de cuidar.

 

 

 

 

 

 

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