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Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
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Perchero solidario: “si necesitás, llevá; si podés, doná”

Perchero solidario: “si necesitás, llevá; si podés, doná”

En Nágera 80, viernes de por medio, funciona un pechero solidario que provee de vestimenta a muchas familias de Gualeguaychú.


La consigna es sencilla: las personas que necesiten pueden llevarse las prendas y los calzados de forma gratuita y quienes tengan ropa en buen estado pueden donarla.

La iniciativa es de la dueña de casa, donde funciona el pechero. Esta vecina de Urquiza al oeste relata que siempre había tenido ganas de hacer algo así, sin embargo, no sabía cómo. Debo aclararle, querido lector, que en la nota no está incluido el nombre de esta mujer solidaria porque prefiere resaltar su obra y no a ella misma.  Así que sigamos.

Durante la pandemia, cuando se habilitó a la población para salir a caminar, la ciudadana llegó hasta la parroquia Nuestra Señora del Pilar y agarrada a la reja le dijo a Dios: “Esto es tuyo, si vos queres que empiece decime cómo”. A la semana, sacó la mesa del comedor, la ubicó en el patio delantero de su casa, acomodó la ropa y se sentó a esperar.

“La gente pasaba y no paraba. Hasta que me anime y empecé a decir que era un ropero solidario”, relata. De a poco la gente se fue acercando y  pasando la información de boca en boca. Una de las primeras personas en llegar al perchero fue Viviana, que se encuentra con su hijo bebé mirando la ropa que la generosa vecina sostiene entre las manos.

“Acá venia primero mi tía y después empecé a venir con ella.  Hace poquito comenzó a venir  toda mi familia. A mí me dan cosas, yo vengo y dono y he llevado muchas cosas lindas para mis hijos. Hoy en día no se puede comprar,  pero todo lo que te dan acá es muy lindo y además re buena atención. Ella te ayuda en todo, hace todo lo posible por ayudarte. Yo estoy re contenta, la forma en la que te atiende. Ella no se agarra nada”, expresa Viviana mientras hamaca a su bebé.

En esta misma línea, otras vecinas que vienen desde el barrio Molinari comentan: “Ropa siempre llevamos, para nosotros y para las criaturas. Ella siempre de buen humor, y de buen corazón. Es hermoso como da las cosas desde el corazón. Hasta cosas para la escuela, carpetas, mochilas hemos buscado acá. Y cuando no alcanza para todos ella llora”.

El perchero solidario es la forma en que esta vecina de la ciudad canaliza su fe: “cada uno lo toma como lo siente, yo lo tomo así”. En cuanto a las necesidades que se detectan, están las de calzado y ropa, es por esto que viernes de por medio, a las 15:00 comienza a funcionar el pechero.

Primero, las mujeres que vienen a buscar ropa entregan lo que tienen para donar, si es que tienen. En este sentido, la ciudadana solidaria expresa: “Yo siempre les digo que nadie es tan rico que no tiene nada que recibir, ni nadie tan pobre que no tenga nada para dar.  Entonces, muchas  mujeres empezaron a traer cositas para donar. Porque hay que dignificarlos a ellos también,  ellos pueden ser solidarios. La que tiene ropita en buen estado que ya no le queda a ella o a sus hijos, puede traerla y después alguien más la puede usar”.

El sistema del perchero es sencillo, las mujeres aguardan al otro lado de la reja con mochilas o bolsas para guardar lo que consigan llevarse . Observan la ropa que se va desplegando en la mesa y que es previamente organizada por Ana, otra vecina solidaria que vio la cantidad de trabajo que suponía el perchero y se ofreció a ayudar. Tanto la impulsora de la idea como Ana tienen diferentes credos, pero una misma forma de corporizar su fe.

A medida que se va exhibiendo la ropa, las interesadas levantan la mano o expresan que están interesadas en esas prendas, no solo llevan para ellas sino para sus hijos y familiares. En ocasiones, ocurre que dos personas quieren la misma ropa, en estos casos deciden entre ellas quien se la va a quedar. Al respecto, la vecina comenta que al principio, las mujeres se enojaban, pero que aprendieron que “tiene que haber alegría en el dar”.

La gente que llega a donar es porque ha pasado por el barrio y se ha encontrado con el cartel. La impulsora  comenta que no usa Facebook y no tiene intención de exponerse: “Yo no soy más que un instrumento de Dios. A mí me ha servido muchísimo dar catequesis. Yo hace mucho que quería hacer esto. No me interesaba exponerme, esto es para la gente”.

Cuando se le pregunta el motivo por el que hace todo esto, la mujer manifiesta: “Por amor al prójimo, no creo  que haya otra cosa que nos pueda ayudar a salir de esta problemática en la que hay de falta de cosas. Acá llegó un ropero y un ropero se ha dado, llegó un somier y ya fue entregado. Ahora está la promesa de una señora que dijo que tenía dos camitas y ya están ubicadas. La gente que viene acá es todo solidaridad”.

En agosto el perchero cumplirá dos años y el mayor deseo de esta vecina de la ciudad es que la idea sea replicada en otros barrios de Gualeguaychú. Expresa que quienes quieran donar pueden acercarse a Nágera 80  durante el mediodía, excepto martes y jueves cuando da catequesis. “Creo que uno se siente mucho más feliz al dar que al recibir. Cuando para un auto y me entrega cosas yo siento una gran felicidad”, finaliza.

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