Siguen las pesquisas en torno al crimen del peón de la Estancia `La Paz´

Con el correr de las horas se profundizan las pesquisas que realiza personal de la División Investigaciones de la Policía local para tratar de esclarecer el crimen del que fue víctima Félix Sixto Caballero, el trabajador rural de 66 años que fue encontrado sin vida en la noche del lunes en el interior de la vivienda que ocupaba en el establecimiento rural ?La Paz?, ubicado sobre la calle 7 de El Potrero, en Costa Uruguay Norte. Como publicáramos, el macabro hallazgo del cadáver de Caballero (maniatado y prácticamente degollado) lo hizo un compañero de tareas, quien regresó al puesto alrededor de las 20 del día antes citado, luego de gozar de su franco. Cuando la Policía se hizo cargo de la situación lo primero que se hizo fue tratar de encontrar algunas pistas (huellas, faltantes de elementos, etc.), para lo cual trabajaron en la escena del crimen peritos de la División Criminalística de la Policía de nuestra ciudad, junto a sus colegas de Investigaciones. También se comenzó a reconstruir los últimos pasos del occiso durante la aciaga jornada, por lo que se pudo establecer que había llegado a un Rapipago de Pueblo General Belgrano donde efectuó algunos pagos, ya que había cobrado su sueldo. Tras esto se lo vio en su motocicleta tomar en dirección a la ruta internacional 136, por donde debía transitar de regreso hacia la estancia propiedad del señor Sergio Franchini, un empresario bonaerense que también es dueño de la estación de servicios que funciona sobre la ruta que lleva al Puente ?General San Martín? y que, al igual que el establecimiento rural, lleva por nombre ?La Paz?. # Sin faltantes aparentes De ahí en más nada se supo de Caballero, hasta que por la noche fue encontrado muerto, tirado sobre un colchón, con la cabeza tapada con una frazada y fuertemente atado. Aunque todo estaba revuelto, parece que no faltaba el dinero que había cobrado, ni tampoco otras pertenencias de él o de su compañero de alojamiento y trabajo. Lo único que no se encontró en el primer momento fue una bicicleta, porque también estaba la motocicleta en la que se movilizaba, de la que ni siquiera había sacado del canasto lo que había comprado en el pueblo. Esto hace presumir que Caballero fue sorprendido por el o los asesinos apenas llegó a la sencilla vivienda que habitaba. O que ya estaban adentro, y ahí fue que los encontró. Motivos para el crimen puede haber varios o ninguno, puesto que se especula que fue por una venganza por cuestiones pasionales; por haber llegado justo cuando se estaba cometiendo un robo, o por un ?ajuste de cuentas?, aunque esto último estaría casi descartado, ya que no se le conocían enemigos y su vida era muy simple, dedicada al trabajo, ocupando sus ratos libres para, casi siempre, jugar al fútbol, deporte que lo apasionaba y donde la edad no tuviera ninguna importancia. Tal como anticipáramos en nuestra edición anterior, la Policía realizó algunos procedimientos en el marco de la investigación de este horrible y misterioso crimen. Hubo un allanamiento en Pueblo Gral. Belgrano, buscando unas zapatillas cuyas suelas coincidieran con las huellas halladas en el lugar del asesinato. Nada habría resultado positivo, en este sentido.