Once: quiso salvar a mujer de un asalto y lo mataron

Un cerrajero fue asesinado ayer de dos balazos en el pecho cuando pretendió detener a un delincuente que escapaba tras robar en una oficina de instrumental médico en la zona porteña de Once, informaron fuentes policiales. El hecho ocurrió alrededor de las 9.20 en la esquina de Viamonte y Pasteur, a pocos metros de la AMIA y del hospital de Clínicas, jurisdicción de la comisaría séptima. Los investigadores dijeron que el hombre se llama Oscar Héctor Montiel, de 50 años, dueño de una cerrajería de Viamonte al 2200, quien murió cuando era operado en el Hospital Ramos Mejía. Como consecuencia del hecho, dos hombres fueron detenidos por la Policía, uno de los cuales es un ex integrante del Servicio Penitenciario Federal (SPF) echado de la fuerza por mala conducta y ahora acusado de ser el autor de los disparos que mataron al cerrajero. Según vecinos del barrio, el ex penitenciario, de 51 años, trabajaba como vigilador privado en la zona, pero los voceros no pudieron corroborar ese dato, aunque creen que intervino en otros hechos delictivos ocurridos últimamente en Once. La situación se desencadenó en el edificio de Uriburu 669, tercer piso, adonde ingresaron dos delincuentes con fines de robo aprovechando la hora de entrada de los empleados de una firma de insumos médicos. Los malvivientes maniataron y encerraron a los que se encontraban en el lugar, pero una empleada que llegaba retrasada al lugar, al encontrarse con la escena atinó a salir corriendo hacia la calle, mientras pedía auxilio a los gritos. Uno de los ladrones fue inmediatamente en su busca, en dirección a Viamonte y Uriburu, donde al escuchar los gritos de la mujer dos transeúntes intentaron correr al delincuente. Entonces, éste se dio vuelta y comenzó a realizar disparos, dos de los cuales impactaron en el pecho de un cerrajero de la zona que había salido a la calle al escuchar los gritos y que quiso frenar la huida de los ladrones. El delincuente siguió corriendo, pero cerca del Clínicas fue detenido por la policía con una pistola 9 milímetros en su poder. Su compañero también cayó en manos de la policía, pero en el mismo edificio donde se cometió el atraco.