Los antropólogos forenses comenzaron a trabajar con los restos del NN
Corresponden a un cuerpo encontrado en 1985 en cercanías del río Uruguay. Habría estado sumergido con trozos de aceros y cables del mismo material. Se trata de determinar si corresponde a otra víctima de la dictadura.
Tal como se adelantara en la edición de ayer, dos integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), comenzaron este martes por la tarde a realizar el estudio de restos óseos de un N.N. que se encontraban depositados en un nicho del Cementerio Municipal.
El licenciado en Criminalística Miguel Angel Nieva, secundado por la auxiliar antropóloga Analía González Simonetto, y contando con la colaboración del enfermero legista Juan Gómez y el resto del personal policial que custodia el Servicio de Medicina Legal y Morgue que funciona en el cementerio -los funcionarios Mauricio Gómez, Carlos Giglia y Rubén Retamal-, comenzaron a las 15:30 con la tarea de sacar los restos óseos depositados en el nicho N° 288 de una de las galerías.
En ese sitio el esqueleto (no completo) era mantenido desde el 24 de agosto de 1985, poco después que se lo encontrara sumergido en un zanjón que se conectaba con el río Uruguay, en Costa Uruguay Norte.
Junto con pesados clavos de varios centímetros (conocidos como ferroviarios) y varios metros de un grueso cable de acero, los restos fueron traídos a nuestra ciudad donde, por orden de la Justicia Federal, fueron colocados en el nicho mencionado, donde permanecieron con permanente cuidado del personal del Cementerio.
Ayer comenzaron los primeros trabajos para determinar, finalmente, a quién corresponden esos huesos hallados y que, todo así lo evidencia, serían la prueba de un hecho delictivo.
Se comenzó con la reconstrucción del cráneo (estaría completo) y se proseguirá con la parte del tórax, aunque con la faltante de los huesos de los miembros inferiores, no así de los superiores.
Los expertos estiman que los restos serían de una persona de sexo masculino, de alkgo más de 20 años de edad.
Los antropólogos estarían hasta el viernes en la difícil tarea de reconstrucción del esqueleto, primera parte de un largo estudio en el que se aplicarán todo el conocimiento y la experiencia, ya muy reconocida internacionalmente, de quienes forman parte del EAAF.
Excavaciones en Paraná
Hacia fines de agosto, integrantes del EAAF comenzaron a trabajar en la capital provincial en la búsqueda de restos de desaparecidos que pudieran estar enterrados clandestinamente en un predio ubicado en la zona de Las Piedras en el que funcionara una escuela. Las actuaciones fueron autorizadas por el juez federal de Paraná, Gustavo Zonis. Lo que inicialmente se intentará determinar a partir de un análisis técnico es si en el lugar se produjeron movimientos de tierra, especialmente alrededor de un pozo de más de 30 metros de profundidad, ubicado en la parte posterior del predio, que se utilizaba para la extracción de agua.
El licenciado en Criminalística Miguel Angel Nieva, secundado por la auxiliar antropóloga Analía González Simonetto, y contando con la colaboración del enfermero legista Juan Gómez y el resto del personal policial que custodia el Servicio de Medicina Legal y Morgue que funciona en el cementerio -los funcionarios Mauricio Gómez, Carlos Giglia y Rubén Retamal-, comenzaron a las 15:30 con la tarea de sacar los restos óseos depositados en el nicho N° 288 de una de las galerías.
En ese sitio el esqueleto (no completo) era mantenido desde el 24 de agosto de 1985, poco después que se lo encontrara sumergido en un zanjón que se conectaba con el río Uruguay, en Costa Uruguay Norte.
Junto con pesados clavos de varios centímetros (conocidos como ferroviarios) y varios metros de un grueso cable de acero, los restos fueron traídos a nuestra ciudad donde, por orden de la Justicia Federal, fueron colocados en el nicho mencionado, donde permanecieron con permanente cuidado del personal del Cementerio.
Ayer comenzaron los primeros trabajos para determinar, finalmente, a quién corresponden esos huesos hallados y que, todo así lo evidencia, serían la prueba de un hecho delictivo.
Se comenzó con la reconstrucción del cráneo (estaría completo) y se proseguirá con la parte del tórax, aunque con la faltante de los huesos de los miembros inferiores, no así de los superiores.
Los expertos estiman que los restos serían de una persona de sexo masculino, de alkgo más de 20 años de edad.
Los antropólogos estarían hasta el viernes en la difícil tarea de reconstrucción del esqueleto, primera parte de un largo estudio en el que se aplicarán todo el conocimiento y la experiencia, ya muy reconocida internacionalmente, de quienes forman parte del EAAF.
Excavaciones en Paraná
Hacia fines de agosto, integrantes del EAAF comenzaron a trabajar en la capital provincial en la búsqueda de restos de desaparecidos que pudieran estar enterrados clandestinamente en un predio ubicado en la zona de Las Piedras en el que funcionara una escuela. Las actuaciones fueron autorizadas por el juez federal de Paraná, Gustavo Zonis. Lo que inicialmente se intentará determinar a partir de un análisis técnico es si en el lugar se produjeron movimientos de tierra, especialmente alrededor de un pozo de más de 30 metros de profundidad, ubicado en la parte posterior del predio, que se utilizaba para la extracción de agua.
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