Informe especial
La cárcel de máxima seguridad en Federal cambia los planes en el Servicio Penitenciario
La nueva Unidad Penal tendrá lugar para alojar a 28 internos comunes y reemplazará a la cárcel de nuestra ciudad en su rol de lugar de encierro para los delincuentes más peligrosos. Lo planeado era que en Federal funcionara la unidad psiquiátrica pero las nuevas leyes obligan a otorgar otros usos a la institución. El traslado de la prisión local. La Granja Penal.
La nueva Ley de Salud Mental vigente en el país, que el Congreso nacional votó a finales de noviembre del año pasado y que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner promulgó a principios de diciembre de 2010, dejó ciertamente a contramano a la provincia de Entre Ríos, ya que en Federal se había construido una unidad destinada exclusivamente a pacientes psiquiátricos con causas penales que, ahora, con los nuevos paradigmas legales, no se podrá poner en funcionamiento con estas características.
La obra no tiene fecha precisa de inauguración, aunque ya se sabe que ahora tendrá otro destino: será la mayor cárcel de máxima seguridad que dispondrá el Servicio Penitenciario de Entre Ríos, con capacidad para alojar a 28 internos. Pero serán internos comunes, no pacientes psiquiátricos con causas.
No más manicomios
Justamente, la nueva ley plantea lo contrario: la paulatina caducidad de los manicomios, y en su artículo 27º fija taxativamente: “Queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación monovalentes, públicos o privados. En el caso de los ya existentes, se deben adaptar a los objetivos y principios expuestos, hasta sus sustitución definitiva por los dispositivos alternativos”.
Esa unidad, que se construyó contigua a la Colonia Psiquiátrica “Raúl Camino”, en Federal, tiene dispositivos de alta tecnología: alarmas contra incendio, control de internos por sistema de video, y tres cercos perimetrales. Su emplazamiento fue consecuencia de reclamos constantes de empleados de los hospitales psiquiátricos, que pedían una solución para los pacientes considerados peligrosos, con causas en la Justicia.
Obra violatoria de pactos internacionales
El Superior Tribunal de Justicia (STJ) se hizo eco del planteo, y en un acuerdo polémico, en 2007, dijo que la resolución de ese punto “no es resorte de solución del Poder Judicial; es el propio Poder Ejecutivo el que debe arbitrar los medios materiales y humanos adecuados para tratar y resolver el problema en discusión”. Y pidió “una urgente solución a los problemas planteados”.
La Justicia había observado el artículo 21º de la Ley Nº 8.806, que establece que si el sistema de puertas abiertas no da respuesta a la necesidad de internación de personas con padecimiento mental que sean consideradas de alta peligrosidad individual y social, el Poder Ejecutivo Provincial debe crear un servicio de seguridad psiquiátrico en Paraná. Esa unidad para pacientes “de alta peligrosidad” se comenzó a delinear en la provincia en 2004, y seis años después, se concretó, aunque no en la capital, sino en Federal, 200 kilómetros al norte.
El director de Salud Mental, Oscar Grilli, dijo que se trata de una obra “heredada” de la administración del ex gobernador Jorge Busti, que en 2005 firmó el decreto por el cual se ordenó la creación de un instituto psiquiátrico para varones condenados.
“Esto, así, es violatorio de los pactos internacionales. Hay que entender que la salud mental es una estructura más dentro de la salud. En su momento, nos opusimos fuertemente a la creación de esta estructura. Pero cuando llegamos ya estaba construido. Pero ahora logramos convencer a todos los funcionarios de la no conveniencia de contar con esa unidad, porque violamos pactos internacionales y la nueva Ley de Salud Mental”, contó Grilli.
Características de la nueva prisión
Las instalaciones que se levantan a un costado de la Colonia Psiquiátrica “Raúl Camino”, a 5 kilómetros del casco céntrico de Federal, ya no serán para un centro para alojar pacientes psiquiátricos con causas penales, sino que allí estará la Unidad Penal Nº 8, que dependerá del Servicio Penitenciario de Entre Ríos.
Es una obra monumental: tiene tres cercos perimetrales, celdas individuales, cámaras de seguridad y un patio interno totalmente enrejado y capacidad para alojar a 28 personas.
El director del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, inspector general Horacio Pascual, , confirmó que el destino que tendrá será para “como unidad penal de máxima seguridad para alojar internos que necesitan una contención especial”.
De todos modos, aún no ha sido habilitada, aunque ya tiene ocupantes: tres internos “inimputables” que están al cuidado de los penitenciarios por una cuestión “de comodidad” ya que no pueden ser contenidos por el personal del Hospital psiquiátrico.
El futuro de la Unidad Penal de Gualeguaychú
En este marco, claro está que la puesta en funcionamiento de la UP N° 8 de Federal como la única prisión de máxima seguridad dependiente del Servicio Penitenciario entrerriano, significará que la Unidad Penal N° 2 “General Francisco Ramírez” de nuestra ciudad, tendrá que ingresar a un seguro proceso de reconversión.
La iniciativa de relocalización de la hasta ahora cárcel de máxima seguridad en parte del predio de la Granja Penal Colonia El Potrero, se verá facilitada sin dudas, porque ahora no sería necesario construir el pabellón especial para presos peligrosos, porque el destino de estos los llevaría a Federal, según lo que ha trascendido.
Así, también el Servicio Penitenciario podrá avanzar en los proyectos integrales de traslado de las unidades penales hacia nuevas ubicaciones en las periferias de los centros urbanos, tal como también se pretende –al igual que con Gualeguaychú- en los casos de Paraná y Concordia.
De acuerdo a lo anunciado por el gobernador Sergio Urribarri en agosto del l 2010, estaría incorporado al presupuesto para el año presente el financiamiento para el traslado integral de la cárcel local hacia la Granja Penal, ubicada a la vera de la RN 136. Allí también se definió ampliar la obra para incorporar un nuevo pabellón para convictos drogodependientes.
El anteproyecto del traslado de esta cárcel ha sido elaborado por profesionales del Servicio Penitenciario, se dijo el año pasado, contando para ello con asesoramiento de expertos de la Subsecretaría de Arquitectura y Construcciones y de un equipo de especialistas en el tema de seguridad.
La Colonia que espera
En tanto, la nueva Colonia Penal, espera por su inauguración. Once millones y medio de pesos es el presupuesto que se destinó para los 4.600 metros cuadrados cubiertos a construir. El predio tiene 50 hectáreas.
Un cerco perimetral de alambrado olímpico de 4 metros de alto rodea el lugar. Una serpentina de alambre de púas e la parte superior. El régimen será semiabierto y la colonia contará con 15 sectores que permitirán un normal funcionamiento: ingreso y requisa, administración, garitas y control, alojamiento del personal penitenciario, depósito general y garaje, visitas íntimas, asistencia religiosa y primeros auxilios, alojamientos internos, educación, cocina, producción, depósito de granos, vivienda del director, salón de venta de productos, sector de bombas y tableros.
Albergará dos tipos de internos: más de la mitad estarán en el recinto de mayor seguridad, de 22.500 metros cuadrados, con cuatro torres de vigilancia en cada una de sus esquinas. Y el sector de confianza, para los internos en período avanzado de condena.
Los internos destinados al lugar deberán tener conducta ejemplar y dictámenes favorables de los gabinetes criminológicos del Servicio Penitenciario y del Juzgado de Ejecución de Penas.
Todo parece indicar que se podrá concretar el traslado total de la UP 2 a El Potrero, por lo que el inspector general Horacio Pascual vería coronada su gestión.
La obra no tiene fecha precisa de inauguración, aunque ya se sabe que ahora tendrá otro destino: será la mayor cárcel de máxima seguridad que dispondrá el Servicio Penitenciario de Entre Ríos, con capacidad para alojar a 28 internos. Pero serán internos comunes, no pacientes psiquiátricos con causas.
No más manicomios
Justamente, la nueva ley plantea lo contrario: la paulatina caducidad de los manicomios, y en su artículo 27º fija taxativamente: “Queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o instituciones de internación monovalentes, públicos o privados. En el caso de los ya existentes, se deben adaptar a los objetivos y principios expuestos, hasta sus sustitución definitiva por los dispositivos alternativos”.
Esa unidad, que se construyó contigua a la Colonia Psiquiátrica “Raúl Camino”, en Federal, tiene dispositivos de alta tecnología: alarmas contra incendio, control de internos por sistema de video, y tres cercos perimetrales. Su emplazamiento fue consecuencia de reclamos constantes de empleados de los hospitales psiquiátricos, que pedían una solución para los pacientes considerados peligrosos, con causas en la Justicia.
Obra violatoria de pactos internacionales
El Superior Tribunal de Justicia (STJ) se hizo eco del planteo, y en un acuerdo polémico, en 2007, dijo que la resolución de ese punto “no es resorte de solución del Poder Judicial; es el propio Poder Ejecutivo el que debe arbitrar los medios materiales y humanos adecuados para tratar y resolver el problema en discusión”. Y pidió “una urgente solución a los problemas planteados”.
La Justicia había observado el artículo 21º de la Ley Nº 8.806, que establece que si el sistema de puertas abiertas no da respuesta a la necesidad de internación de personas con padecimiento mental que sean consideradas de alta peligrosidad individual y social, el Poder Ejecutivo Provincial debe crear un servicio de seguridad psiquiátrico en Paraná. Esa unidad para pacientes “de alta peligrosidad” se comenzó a delinear en la provincia en 2004, y seis años después, se concretó, aunque no en la capital, sino en Federal, 200 kilómetros al norte.
El director de Salud Mental, Oscar Grilli, dijo que se trata de una obra “heredada” de la administración del ex gobernador Jorge Busti, que en 2005 firmó el decreto por el cual se ordenó la creación de un instituto psiquiátrico para varones condenados.
“Esto, así, es violatorio de los pactos internacionales. Hay que entender que la salud mental es una estructura más dentro de la salud. En su momento, nos opusimos fuertemente a la creación de esta estructura. Pero cuando llegamos ya estaba construido. Pero ahora logramos convencer a todos los funcionarios de la no conveniencia de contar con esa unidad, porque violamos pactos internacionales y la nueva Ley de Salud Mental”, contó Grilli.
Características de la nueva prisión
Las instalaciones que se levantan a un costado de la Colonia Psiquiátrica “Raúl Camino”, a 5 kilómetros del casco céntrico de Federal, ya no serán para un centro para alojar pacientes psiquiátricos con causas penales, sino que allí estará la Unidad Penal Nº 8, que dependerá del Servicio Penitenciario de Entre Ríos.
Es una obra monumental: tiene tres cercos perimetrales, celdas individuales, cámaras de seguridad y un patio interno totalmente enrejado y capacidad para alojar a 28 personas.
El director del Servicio Penitenciario de Entre Ríos, inspector general Horacio Pascual, , confirmó que el destino que tendrá será para “como unidad penal de máxima seguridad para alojar internos que necesitan una contención especial”.
De todos modos, aún no ha sido habilitada, aunque ya tiene ocupantes: tres internos “inimputables” que están al cuidado de los penitenciarios por una cuestión “de comodidad” ya que no pueden ser contenidos por el personal del Hospital psiquiátrico.
El futuro de la Unidad Penal de Gualeguaychú
En este marco, claro está que la puesta en funcionamiento de la UP N° 8 de Federal como la única prisión de máxima seguridad dependiente del Servicio Penitenciario entrerriano, significará que la Unidad Penal N° 2 “General Francisco Ramírez” de nuestra ciudad, tendrá que ingresar a un seguro proceso de reconversión.
La iniciativa de relocalización de la hasta ahora cárcel de máxima seguridad en parte del predio de la Granja Penal Colonia El Potrero, se verá facilitada sin dudas, porque ahora no sería necesario construir el pabellón especial para presos peligrosos, porque el destino de estos los llevaría a Federal, según lo que ha trascendido.
Así, también el Servicio Penitenciario podrá avanzar en los proyectos integrales de traslado de las unidades penales hacia nuevas ubicaciones en las periferias de los centros urbanos, tal como también se pretende –al igual que con Gualeguaychú- en los casos de Paraná y Concordia.
De acuerdo a lo anunciado por el gobernador Sergio Urribarri en agosto del l 2010, estaría incorporado al presupuesto para el año presente el financiamiento para el traslado integral de la cárcel local hacia la Granja Penal, ubicada a la vera de la RN 136. Allí también se definió ampliar la obra para incorporar un nuevo pabellón para convictos drogodependientes.
El anteproyecto del traslado de esta cárcel ha sido elaborado por profesionales del Servicio Penitenciario, se dijo el año pasado, contando para ello con asesoramiento de expertos de la Subsecretaría de Arquitectura y Construcciones y de un equipo de especialistas en el tema de seguridad.
La Colonia que espera
En tanto, la nueva Colonia Penal, espera por su inauguración. Once millones y medio de pesos es el presupuesto que se destinó para los 4.600 metros cuadrados cubiertos a construir. El predio tiene 50 hectáreas.
Un cerco perimetral de alambrado olímpico de 4 metros de alto rodea el lugar. Una serpentina de alambre de púas e la parte superior. El régimen será semiabierto y la colonia contará con 15 sectores que permitirán un normal funcionamiento: ingreso y requisa, administración, garitas y control, alojamiento del personal penitenciario, depósito general y garaje, visitas íntimas, asistencia religiosa y primeros auxilios, alojamientos internos, educación, cocina, producción, depósito de granos, vivienda del director, salón de venta de productos, sector de bombas y tableros.
Albergará dos tipos de internos: más de la mitad estarán en el recinto de mayor seguridad, de 22.500 metros cuadrados, con cuatro torres de vigilancia en cada una de sus esquinas. Y el sector de confianza, para los internos en período avanzado de condena.
Los internos destinados al lugar deberán tener conducta ejemplar y dictámenes favorables de los gabinetes criminológicos del Servicio Penitenciario y del Juzgado de Ejecución de Penas.
Todo parece indicar que se podrá concretar el traslado total de la UP 2 a El Potrero, por lo que el inspector general Horacio Pascual vería coronada su gestión.
Fuentes:
El Diario
Gobierno de Entre Ríos
Servicio Penitenciario Provincial
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