El armado político electoral perjudicó a Gualeguaychú y a la costa del río Uruguay

Actualmente, la ciudad cuenta con tres diputados provinciales, pero a partir del 10 de diciembre se quedará seguramente con uno solo o en el mejor de los casos con dos, dependiendo si la lista que gana sea el Frente para la Victoria o el Frente Entrerriano Federal.
De acuerdo a la ley electoral, el gobernador que resulte ganador, obtiene 18 diputados provinciales. En caso de que ese ganador fuera Sergio Urribarri, por Gualeguaychú solamente ingresaría Leticia Angerosa (ubicada en el cuarto puesto). En caso de que ese ganador fuera Jorge Busti, ingresaría Fulbio Crespo (ubicado en el 12º lugar). O ambos, dependiendo del sistema proporcional. Y en el caso del Frente Progresista Cívico y Social que encabeza Atilio Benedetti, ganando no ingresaría ninguno por Gualeguaychú en representación de ese sector.
Es que el armado electoral ha desprotegido no sólo a la ciudad sino a la costa del río Uruguay, porque todos los partidos se concentraron en fortalecer la presencia en Paraná, distrito donde se dará la madre de todas las batallas el 23 de octubre.
El caso del Frente para la Victoria es notorio. No sólo que el candidato a vice gobernador es de Paraná (José Cáceres) sino que de sus primeros 18 candidatos a diputado provincial, nueve son de Paraná. Y la radiografía es similar para el resto de los candidatos, que también tienen compañeros de fórmula radicados en la capital provincial y han privilegiado la lista de legisladores con dirigentes de ese territorio.
Les costará mucho a los tres candidatos a gobernador por las tres expresiones partidarias con mayor expectativa electoral, sostener un discurso federal, más allá de sus vocaciones por ese concepto político que hace al equilibrio territorial. Y ni qué hablar de los intendentes, que perderán equipo de gestión para destrabar los expedientes y demás asuntos que hace a la cosa pública y que se ventilan en Paraná.

Contextos y perspectivas

Si se tiene en cuenta los últimos ocho años, se concluirá que la costa del río Uruguay ha sido una de las que más ha crecido en materia de infraestructura, producción y servicios. La actividad avícola y la producción agropecuaria en general ha experimentado notables crecimientos, existen nuevas industrias que antes no estaban radicadas. Y de manera específica, el Parque Industrial de Gualeguaychú ha consolidado su liderazgo tanto en sus prácticas productivas como en su infraestructura y fuentes laborales. En materia comercial y de servicios, incluido el turismo, la costa del río Uruguay también ha experimentado un notable crecimiento gracias a la virtud de la alianza que representa el sector público y privado, más allá de algunas temporadas que fueron bajas por condiciones ajenas a una planificación de gobierno. El otro notable cambio en materia de infraestructura lo representa la puesta en valor de las rutas, especialmente la ampliación de la ruta nacional 14 en autovía y que constituye la columna vertebral del Mercosur, entre muchos otros ejemplos que se pueden citar.
Del mismo modo, en los últimos ocho años fue la costa del río Uruguay la que expresó los mayores conflictos en términos políticos y sociales, especialmente el vinculado con el campo y el ambiental y que permanecen abiertos y en espera de soluciones estructurales.
Teniendo en cuenta este contexto de los últimos ocho años, la perspectiva para los próximos cuatro es una notable pérdida de representación institucional, porque se ha privilegiado la composición de la Cámara de Diputados con dirigentes de Paraná, debilitando así a la costa del Uruguay y especialmente a Gualeguaychú.
¿Cuánta responsabilidad tienen las dirigencias locales? ¿Hay carencia de dirigencia? ¿La característica provincial es la concentración territorial en el armado político? ¿Habrá garantías de que los diputados oriundos de Paraná, aunque tengan facultades provinciales, privilegiarán esta zona? Las respuestas generan nuevos interrogantes, porque se sabe que la mayoría de los legisladores sólo les interesa la baldosa que pisan.
Sería interesante que en esta campaña electoral Sergio Urribarri, Jorge Busti y Atilio Benedetti expliquen por qué se han “olvidado” de Gualeguaychú y han privilegiado a una única localidad: Paraná, que de por sí tiene el privilegio de concentrar la actividad política, gubernamental, legislativa y judicial de los entrerrianos.
Este “olvido”, que lesiona el carácter federal que debería caracterizar a la Cámara de Diputados, podría subsanarse si los equipos de gobierno son integrados por hombres de Gualeguaychú o la costa del río Uruguay, al menos en áreas sensibles o clave.
Si se tiene en cuenta que el departamento Gualeguaychú es uno de los más extensos que existen en la provincia, que posee aproximadamente 2.500 kilómetros solamente de tierra, sin contar los de ripio y los pavimentados y en su conjunto representa una de las tramas viales más atrasada de Entre Ríos, no sería descabellado pensar que alguien de este departamento sea convocado para ocupar un área en esta materia.
Del mismo modo se puede pensar en algún Ministerio (el de Turismo será para Colón en caso de que gane el oficialismo) o alguna área estratégica como Educación, teniendo en cuenta que en esta costa se ubican tres rectorados de universidades. ¿O tal vez todo quedará reducido a una mirada capitalina y egocéntrica de lo que es la integración territorial? La primera respuesta, el armado electoral, es centralista a favor de Paraná. Habrá que ver qué ocurre en materia de gestión. En este marco, especialmente Gualeguaychú no tendrá legisladores para ejercer los controles de rigor.

Por Nahuel Maciel
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