“Amarras” defiende su proyecto sobre el río Gualeguaychú
En una rueda de prensa los principales referente técnicos y desarrolladores inmobiliarios del proyecto Amarras del Gualeguaychú, explicaron todos los estudios realizados de 2012 hasta la actualidad que fueron aprobados por distintos organismos gubernamentales. Aseguran que producirá un impacto positivo en la zona.
En un complejo turístico del Camino de la Península los reprensentantes del proyecto inmobiliario Amarras del Gualeguaychú, recibieron ayer a la prensa local para contestar todas las inquietudes sobre un desarrollo inmobiliario que comenzó a generar polémica entre los grupos ambientalistas.
EL ARGENTINO fue recibido por Claudio García Trícoli, presidente de Amarras del Gualeguaychú, el ingeniero Rodrigo Barbagelata y la licenciada Juliana Powell, Juan Pablo Russo profesionales que llevaron a cabo los estudios hidráulico y de medio ambiente, entre otros representantes.
De acuerdo con la estrategia ambiental del proyecto de desarrollo urbano, cuyo objetivo es “resguardar los bienes naturales para minimizar la afectación de los servicios ecológicos que brindan a la comunidad”, este proyecto basa sus estudios en una concepción integral del sistema fluvial, orientando su mirada más allá de los límites del predio de 110 hectáreas donde irán 350 lotes.
Dentro de su plan de comunicación, la empresa imprimió folletos explicativos en la que da cuenta que: “Cualquier modificación en las condiciones naturales del río puede generar alteraciones en su estructura, la incorporación de una mirada integradora del proyecto con el ambiente permite interactuar con el curso de agua, haciendo un uso racional de los servicios que nos brinda.
En función de ellos es que se incorpora al río dentro de la estructura urbana a través de una bahía central, integrándolo a la misma con múltiples funciones, desde cuerpo receptor de los excedentes de precipitaciones, hasta la generación de un espacio de expresión del río, otorgándole un volumen disponible compatible con la ocupación actual de las aguas sobre la superficie de terreno natural, en correspondencia con el área afectada. De esta manera se minimiza el impacto del sistema fluvial.
La vinculación de la bahía al río no cambia el cauce ni modifica la escorrentía actual. La bahía trabaja en sintonía y sincronía con el río, y al tener dos vasos comunicantes genera in flujo de corriente natural que garantiza la recirculación interna de las aguas.
En cuanto a los estudios ambientales
Según Amarras los trabajos realizados incluyeron: Estudio de base biológico, el cual sirvió para definir y comprender los distintos ambientes que componen el predio; estudio de impacto y monitoreo ambiental; plan de gestión integral de residuos sólidos urbanos; plan de recuperación de los sectores intervenidos; proyecto paisajismo sustentable con especies nativas que garanticen la biodiversidad existente y plan de monitoreo y manejo de las áreas de reserva.
“Hubo gente que decía que era necesario hacer un estudio a nivel provincial o que alguien desde el punto de visa público lo hiciera, nosotros hicimos un estudio hidráulico desde el punto de vista privado, y cuando Hidráulica de la Provincia quiso hacer un segundo estudio, terminaron validando el nuestro, que lo hicimos con la mejor consultora que existe en la provincia, Barbagelata Ingeniería S. A. que es una de las partes continuadoras de INCOCIV SRL, que fue la que Gualeguaychú consultó para determinar la ubicación del nuevo enlace vial con Pueblo Belgrano, fue la consultora que hizo el proyecto de defensa costera de la ciudad de Paraná, de la ciudad de Santa Fe y Rosario”, explicó el presidente de Amarras..
Al ser consultado si la realización del barrio, tendrá un impacto negativo en el resto de las playas, al ocasionar reiterados repuntes del río, el ingeniero hidráulico Ricardo Ferreira, explicó que: “Luego del estudio original se hizo la validación de la moderación de toda la cuenca que involucra el tramo en cuestión y de los resultados se detectó que la afectación que podría llegar a generar el barrio en cuanto al comportamiento del río, es nula para eventos de precipitaciones y caudales menores a cinco años de recurrencia, es decir que lo analizamos con una frecuencia elevada”.
En este sentido agregó: “Se hizo un estudio que se extrapoló para tiempos de eventos que se dan con mucha más recurrencia de dos, veinte, cien y 500 años, entonces se detectó la máxima afectación en un evento que se da en promedio cada 500 años, lo máximo de elevación a la que se afecta el río es de 7 cm, de acuerdo al modelo matemático, la duración de la obra no se magnifica con la obra sino que es el mismo al como responde hoy la cuenca”.
Al ser consultado sobre cómo se coordinarán los trabajos para mejorar la laguna sanitaria de Pueblo Belgrano, que Amarra utilizará para volcar los detritos, García Trícoli explicó que: “Venimos trabajando desde hace tiempo con todos los entes que gestionan los servicios públicos en la localidad. En innegable que hace falta mayor inversión, en el barrio vamos a habilitar 350 parcelas, más sectores de servicios y todo eso aumentará la recaudación del municipio en los derechos de conexión. Solamente en materia de cloacas, si tomamos los 350 lotes a la tasa que cobra hoy la Cooperativa de Agua y cloacas por conexión haría que esa obra que hace falta se pague dos o tres veces”.
En tanto consideró que la laguna sanitaria de Pueblo Belgrano “no es un problema” porque hoy la localidad tiene “una laguna sanitaria con un proceso anaeróbico y facultativo y una segunda laguna en construcción”.
Remarcó que la capacidad actual del tren de pileta de la laguna, “es suficiente para abastecer las necesidades de la población actual y a la de Amarras que en un pico máximo de 15 años tendrá unas 3 mil personas”.
No obstante el complejo sanitario aún no cuenta con un sistema de volcado aguas abajo del río Gualeguaychú, del agua decantada y tratada en la laguna sanitaria.
“Nosotros nos comprometemos a generar toda la infraestructura necesaria aún a costo del desarrollo con la idea de poder conectar el sistema de cloacas nuestro al servicio que funciona, para nosotros es vital que funcione bien”.
En cuanto al centro de disposición final de residuos de Pueblo Belgrano que está sobre el cauce de un arroyo, García Tricoli, dijo que: “Nuestro compromiso desde un primer momento fue erradicarlo, y tenemos que trabajar igual con la comunidad y con ambos municipios. Pueblo Belgrano no tiene la capacidad de poder gestionar un relleno sanitario, si se podría gestionar una planta de reciclado, creemos que deberían comenzar a conversar entre ambos municipios para ver de qué manera Pueblo Belgrano puede trabajar en conjunto con Gualeguaychú en la disposición final de los residuos”.
En tanto Amarras estaría dispuesta a ceder un predio, el galpón y un proyecto para el manejo de los residuos sólidos.
EL ARGENTINO fue recibido por Claudio García Trícoli, presidente de Amarras del Gualeguaychú, el ingeniero Rodrigo Barbagelata y la licenciada Juliana Powell, Juan Pablo Russo profesionales que llevaron a cabo los estudios hidráulico y de medio ambiente, entre otros representantes.
De acuerdo con la estrategia ambiental del proyecto de desarrollo urbano, cuyo objetivo es “resguardar los bienes naturales para minimizar la afectación de los servicios ecológicos que brindan a la comunidad”, este proyecto basa sus estudios en una concepción integral del sistema fluvial, orientando su mirada más allá de los límites del predio de 110 hectáreas donde irán 350 lotes.
Dentro de su plan de comunicación, la empresa imprimió folletos explicativos en la que da cuenta que: “Cualquier modificación en las condiciones naturales del río puede generar alteraciones en su estructura, la incorporación de una mirada integradora del proyecto con el ambiente permite interactuar con el curso de agua, haciendo un uso racional de los servicios que nos brinda.
En función de ellos es que se incorpora al río dentro de la estructura urbana a través de una bahía central, integrándolo a la misma con múltiples funciones, desde cuerpo receptor de los excedentes de precipitaciones, hasta la generación de un espacio de expresión del río, otorgándole un volumen disponible compatible con la ocupación actual de las aguas sobre la superficie de terreno natural, en correspondencia con el área afectada. De esta manera se minimiza el impacto del sistema fluvial.
La vinculación de la bahía al río no cambia el cauce ni modifica la escorrentía actual. La bahía trabaja en sintonía y sincronía con el río, y al tener dos vasos comunicantes genera in flujo de corriente natural que garantiza la recirculación interna de las aguas.
En cuanto a los estudios ambientales
Según Amarras los trabajos realizados incluyeron: Estudio de base biológico, el cual sirvió para definir y comprender los distintos ambientes que componen el predio; estudio de impacto y monitoreo ambiental; plan de gestión integral de residuos sólidos urbanos; plan de recuperación de los sectores intervenidos; proyecto paisajismo sustentable con especies nativas que garanticen la biodiversidad existente y plan de monitoreo y manejo de las áreas de reserva.
“Hubo gente que decía que era necesario hacer un estudio a nivel provincial o que alguien desde el punto de visa público lo hiciera, nosotros hicimos un estudio hidráulico desde el punto de vista privado, y cuando Hidráulica de la Provincia quiso hacer un segundo estudio, terminaron validando el nuestro, que lo hicimos con la mejor consultora que existe en la provincia, Barbagelata Ingeniería S. A. que es una de las partes continuadoras de INCOCIV SRL, que fue la que Gualeguaychú consultó para determinar la ubicación del nuevo enlace vial con Pueblo Belgrano, fue la consultora que hizo el proyecto de defensa costera de la ciudad de Paraná, de la ciudad de Santa Fe y Rosario”, explicó el presidente de Amarras..
Al ser consultado si la realización del barrio, tendrá un impacto negativo en el resto de las playas, al ocasionar reiterados repuntes del río, el ingeniero hidráulico Ricardo Ferreira, explicó que: “Luego del estudio original se hizo la validación de la moderación de toda la cuenca que involucra el tramo en cuestión y de los resultados se detectó que la afectación que podría llegar a generar el barrio en cuanto al comportamiento del río, es nula para eventos de precipitaciones y caudales menores a cinco años de recurrencia, es decir que lo analizamos con una frecuencia elevada”.
En este sentido agregó: “Se hizo un estudio que se extrapoló para tiempos de eventos que se dan con mucha más recurrencia de dos, veinte, cien y 500 años, entonces se detectó la máxima afectación en un evento que se da en promedio cada 500 años, lo máximo de elevación a la que se afecta el río es de 7 cm, de acuerdo al modelo matemático, la duración de la obra no se magnifica con la obra sino que es el mismo al como responde hoy la cuenca”.
Al ser consultado sobre cómo se coordinarán los trabajos para mejorar la laguna sanitaria de Pueblo Belgrano, que Amarra utilizará para volcar los detritos, García Trícoli explicó que: “Venimos trabajando desde hace tiempo con todos los entes que gestionan los servicios públicos en la localidad. En innegable que hace falta mayor inversión, en el barrio vamos a habilitar 350 parcelas, más sectores de servicios y todo eso aumentará la recaudación del municipio en los derechos de conexión. Solamente en materia de cloacas, si tomamos los 350 lotes a la tasa que cobra hoy la Cooperativa de Agua y cloacas por conexión haría que esa obra que hace falta se pague dos o tres veces”.
En tanto consideró que la laguna sanitaria de Pueblo Belgrano “no es un problema” porque hoy la localidad tiene “una laguna sanitaria con un proceso anaeróbico y facultativo y una segunda laguna en construcción”.
Remarcó que la capacidad actual del tren de pileta de la laguna, “es suficiente para abastecer las necesidades de la población actual y a la de Amarras que en un pico máximo de 15 años tendrá unas 3 mil personas”.
No obstante el complejo sanitario aún no cuenta con un sistema de volcado aguas abajo del río Gualeguaychú, del agua decantada y tratada en la laguna sanitaria.
“Nosotros nos comprometemos a generar toda la infraestructura necesaria aún a costo del desarrollo con la idea de poder conectar el sistema de cloacas nuestro al servicio que funciona, para nosotros es vital que funcione bien”.
En cuanto al centro de disposición final de residuos de Pueblo Belgrano que está sobre el cauce de un arroyo, García Tricoli, dijo que: “Nuestro compromiso desde un primer momento fue erradicarlo, y tenemos que trabajar igual con la comunidad y con ambos municipios. Pueblo Belgrano no tiene la capacidad de poder gestionar un relleno sanitario, si se podría gestionar una planta de reciclado, creemos que deberían comenzar a conversar entre ambos municipios para ver de qué manera Pueblo Belgrano puede trabajar en conjunto con Gualeguaychú en la disposición final de los residuos”.
En tanto Amarras estaría dispuesta a ceder un predio, el galpón y un proyecto para el manejo de los residuos sólidos.
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