Asambleístas destacan el encuentro con diputados
Las dos partes coincidieron en que fue una reunión muy productiva. Más aún para los asambleístas que volvieron de Capital Federal con el compromiso de la comisión de Recursos y Medio Ambiente de dar más apoyo a la causa del pueblo de Gualeguaychú contra las emanaciones de la colonialista Botnia.
En el encuentro que duró más de una hora –un lapso extenso para una reunión de comisión-, la Asamblea Ciudadana Ambiental estuvo representada por Martín Alazard, Carlos Goldaracena, Andrés Sobredo, Jorge García, Luis Leissa y Horacio Sobredo, quienes fueron recibidos por Miguel Bonasso, Atilio Benedetti, Jorge Corbelli, Gustavo Zavallo, Ricardo Alfonsín y Gustavo Cusinato.
En la oportunidad, los ambientalistas presentaron un resumen de una batalla en defensa del medio ambiente que lleva más de siete años y que colocó en una situación no buscada y extraordinaria a ciudadanos ordinarios. “Realizaron una exposición muy buena en virtud de poder relatar la historia de la lucha y de hacer una síntesis de las pruebas que constatan la contaminación”, expresó Benedetti, gestor del encuentro.
Por ello, el legislador entrerriano reiteró su disconformidad con el fallo de la Corte Internacional de Justicia, pues “al corroborar la violación del Tratado del río Uruguay, pero no condenarla dio lugar a la política de los hechos consumados”.
“Nunca habíamos asistido a la Comisión de Recursos y Medio Ambiente y fuimos recibidos con mucha atención”, expresó el abogado y asambleístas Luis Leissa, quien reveló que ratificaron a los legisladores que la máxima aspiración de la ciudadanía entrerriana sigue siendo el desmantelamiento del enclave, entendido como un territorio dentro de otro pero con diferente unidad política, administrativa y cultural.
“Reclamamos un papel activo a nuestros representantes y que se averigüe qué es lo que se está pactando con el control a Botnia”, puntualizó Leissa.
Varios de los asistentes coincidieron en que fue una exposición de una “profunda claridad conceptual”. A su vez, los diputados se comprometieron a continuar acompañando una lucha que el Gobierno Nacional consideró como causa nacional.
La reunión se dio una semana después de que los asambleístas fueran recibidos por el canciller Héctor Timerman, quien no pudo dar detalles del plan de monitoreo por la tan pregonada confidencialidad. De ese encuentro, los depositarios de la batalla por el derecho a un medioambiente sano trajeron el compromiso de que se develaría el contenido de la “innovadora” propuesta de la administración Kirchner.
Pues bien, la contrapropuesta uruguaya llegó ese mismo día, pero la política bilateral sigue en la más absoluta reserva, de espaldas al pueblo de Gualeguaychú, principal damnificado por las emanaciones de Botnia.
En la oportunidad, los ambientalistas presentaron un resumen de una batalla en defensa del medio ambiente que lleva más de siete años y que colocó en una situación no buscada y extraordinaria a ciudadanos ordinarios. “Realizaron una exposición muy buena en virtud de poder relatar la historia de la lucha y de hacer una síntesis de las pruebas que constatan la contaminación”, expresó Benedetti, gestor del encuentro.
Por ello, el legislador entrerriano reiteró su disconformidad con el fallo de la Corte Internacional de Justicia, pues “al corroborar la violación del Tratado del río Uruguay, pero no condenarla dio lugar a la política de los hechos consumados”.
“Nunca habíamos asistido a la Comisión de Recursos y Medio Ambiente y fuimos recibidos con mucha atención”, expresó el abogado y asambleístas Luis Leissa, quien reveló que ratificaron a los legisladores que la máxima aspiración de la ciudadanía entrerriana sigue siendo el desmantelamiento del enclave, entendido como un territorio dentro de otro pero con diferente unidad política, administrativa y cultural.
“Reclamamos un papel activo a nuestros representantes y que se averigüe qué es lo que se está pactando con el control a Botnia”, puntualizó Leissa.
Varios de los asistentes coincidieron en que fue una exposición de una “profunda claridad conceptual”. A su vez, los diputados se comprometieron a continuar acompañando una lucha que el Gobierno Nacional consideró como causa nacional.
La reunión se dio una semana después de que los asambleístas fueran recibidos por el canciller Héctor Timerman, quien no pudo dar detalles del plan de monitoreo por la tan pregonada confidencialidad. De ese encuentro, los depositarios de la batalla por el derecho a un medioambiente sano trajeron el compromiso de que se develaría el contenido de la “innovadora” propuesta de la administración Kirchner.
Pues bien, la contrapropuesta uruguaya llegó ese mismo día, pero la política bilateral sigue en la más absoluta reserva, de espaldas al pueblo de Gualeguaychú, principal damnificado por las emanaciones de Botnia.
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