PRODUCCIÓN MUNICIPAL
Comenzarán a faenar ovinos en la UP9: cuatro internos y cuatro empleados realizarán el trabajo
En los próximos días quedará definitivamente en marcha la sala de faena de la Granja Penal N° 9 de El Potrero. Será habilitada, convirtiéndose en la única en funcionamiento y certificada en Entre Ríos. “Hablamos de inclusión, de capacitación y de reinserción social”, remarcó Eduardo Petti.
Este domingo el municipio anunció la habilitación, primero, y la puesta en funcionamiento, después, de la sala de faena de ovinos ubicada en la Unidad Penal N°9 Granja El Potrero, la única con certificación provincial.
“Este logro real es producto de un fuerte trabajo de gestión y coordinación encabezado por el director de Producción de la Municipalidad de Gualeguaychú, Eduardo Petti, quien consiguió aunar esfuerzos y criterios junto a distintos estamentos provinciales y nacionales, más la enorme predisposición de las autoridades de la Unidad Penal, para que la sala de faena obtenga las condiciones para operar definitivamente”, comunicaron.
La puesta en marcha de esta planta se inscribe en los ejes de la actual gestión municipal, que intenta generar nuevos elementos dinamizadores de la economía y el desarrollo de distintos resortes productivos.
Esta buscará ser respuesta a un problema de larga data respecto de la faena y posterior comercialización de la carne ovina: la informalidad. En este sentido, el director de Producción de la Municipalidad de Gualeguaychú, Eduardo Petti, expresó: “ha sido un camino arduo y complejo, pero resultaba un pecado dejar sin operar la planta cuando existía casi todo el equipamiento necesario. En ese marco, hemos trabajado sin descanso y hemos obtenido todo lo que no se había logrado antes respecto de las habilitaciones. Hoy, la planta cuenta con habilitación provincial por parte de la Dirección de Carnes de Entre Ríos, lo que permite el tránsito y la comercialización dentro de cualquier punto de la provincia”.
“A partir de ahora los productores puede traer sus animales y faenarlos en la planta con un costo muy bajo. En la UP9 se brindará el servicio de faena y de veterinaria, todo en regla y adecuado a las normativas vigentes. De hecho, el productor se va a llevar sus reses controladas y selladas como la ley lo dicta”, señaló Petti.
En ese sentido, existe un celo muy estricto por parte del área Veterinaria en la búsqueda de enfermedades que puedan ser transmisibles al ser humano. Así, se realizan controles en corrales por patologías visibles en los animales, al tiempo que post mortem se lleva adelante la inspección de los músculos de la cabeza, el corazón y el diafragma, para detectar cisticercosis, y en las vísceras, como el hígado y los pulmones, para detectar quistes hidatídicos, entre otras patologías.
La sala cuenta con personal capacitado y calificado que permite la faena de aproximadamente 30 animales diarios, para lo cual trabajan alrededor de ocho personas. “De ellos cuatro son internos y cuatro funcionarios de la UP9, lo que resulta un logro que va mucho más allá de una mera puesta en práctica de una unidad productiva. Aquí hablamos de inclusión, de capacitación y de reinserción social de internos, hecho que realza aún más esta iniciativa”, remarcó.
Por su parte, Estela Miño, secretaria de Inversiones y Desarrollo Local, destacó: “Trabajamos en el desarrollo local sostenible y ello no sólo redundará en beneficios para la ciudad, sino que será un polo de atracción en el contexto regional. Uno de los objetivos para la Dirección de Producción es trabajar para la diversificación de la matriz productiva de Gualeguaychú, concepto amplio y sumamente concreto. En la búsqueda de ese logro, uno de los caminos es el trabajo sobre una nueva línea de producción, que tenga su lugar de faena y canales de comercialización adecuados”.
“Al momento, en el tema ovino se ha logrado enlazar los distintos eslabones, desde el productor al consumidor. Asimismo, instrumentar algunas acciones para hacer conocer los beneficios del consumo de carne de cordero, que será el complemento de un proceso que pretendemos se desarrolle y amplíe promoviendo nuevos productores, para abastecer un mayor consumo”, agregó.
Trabajo a largo plazo
“Esto no se trata sólo de una sala de faena, es parte de una idea global y superadora en materia de circuito productivo y económico, ya que resuelve lo atinente al servicio de faenado formal y seguro a los productores de la región. Pero, a su vez, inscribe en un plan de promoción del consumo de carne ovina que ya hemos comenzado a partir de las faenas de prueba y donde la carne fue degustada en un evento del Mercado de la Vieja Terminal. La idea es generar formalidad, transparencia, oferta, promoción y consumo de carne ovina”, indicó Petti, a la vez que detalló que “el acompañamiento del área de Producción estará enfocada a colaborar en la gestión en los trámites necesarios para la utilización de la planta”.
Para faenar se necesita ser matarife, permiso que debe tramitarse previamente. Esto puede darse de dos formas: que sea el mismo productor quien obtenga la habilitación para sus animales o que venda o consigne sus ovejas o corderos a un matarife (muchos carniceros lo son), que termine siendo el que realice la comercialización.
En esta etapa, la Dirección de Producción garantizará el acompañamiento a través de la logística, con camiones frigoríficos municipales. “La idea es ser parte de un despegue de la actividad y no dejar solos a quienes inicien este camino virtuoso. Se busca romper con el consumo estacionario, dar importancia y visibilidad a los cortes de ovejas y capones y salir del esquema casi único del cordero”, informaron desde el Municipio.
En esa línea, la carnicería que está ubicada en la Vieja Terminal ya ha faenado en la UP9 y ofrece ese tipo de productos, a la vez que se proyecta un curso de preparación y degustación, y otro de desposte de carne ovina.
Por último, Petti mencionó que en el departamento Gualeguaychú existen muchos productores ovinos, la mayoría de los cuales tienen pequeñas majadas que son parte de producciones mixtas o agricultura familiar. Actualmente, “todos faenan en la informalidad y salvo los corderos, que pueden ser vendidos por unidad en la zona, el resto de las cabezas (ovejas y capones) deben ser absorbidas por el consumo familiar, ya que no existía hasta ahora ni lugar para faenar ni ningún canal de comercialización”.
“Nos espera un trabajo mancomunado, serio y estratégico a largo plazo. Generar conductas de consumo de carne ovina no será sencillo ni rápido, pero lo que es indudable es que hay que comenzar a hacerlo”, cerró Petti.