UN SISTEMA EN CRISIS
El 35% de la atención en salud pública es a pacientes con obra social: “No llegan” a pagar los copagos
Los datos se desprenden de la actividad tanto de los CAPS municipales como del Hospital Centenario. Fueron brindados por el subsecretario de Salud, el pediatra Pablo Alfaro. Aunque también hay pacientes con empresas prepagas, son la minoría. El Iosper, PAMI y Osecac encabezan la lista.
Se trata de una realidad que lejos está de ser nueva en Gualeguaychú: el sector privado no ofrece alternativa o expulsa a quienes no pueden pagar -fenómeno que se agudiza en cada crisis económica- y es el sector público el que se reciente ante este aumento de la demanda.
Muy claro lo dejó el subsecretario de Salud de la Municipalidad, Pablo Alfaro, en una entrevista difundida por Prensa municipal. “Desde los primeros días de diciembre a la actualidad la cantidad de atenciones (no de pacientes) se duplicó: Pasamos de 13.455 a 25.655 atenciones. Esto no se debe a un cambio en el paradigma de la comunidad, no es que deja de asistir a los servicios de emergencia o al hospital para volcarse en el primer nivel de atención (CAPS). Tiene que ver con lo que hoy está sucediendo en el sistema de salud público y privado”, expresó el funcionario. Y explicó: “Muchas personas que tienen obra social deben abonar un copago en un 40 o 50 % de los medicamentos, se vuelcan a nuestros puntos de atención porque no llegan”.
“Después, de esas 25.000 atenciones el 35% son de personas con obra social o prepaga. Por supuesto, las prepagas son menores. Y en este top ten de obras sociales tenemos primero a Iosper, PAMI y Osecac”, detalló el Subsecretario. Que también dejó claro que de esas prestaciones han recibido “cero” peso de las obras sociales y prepagas.
“Llevamos invertidos en estos siete meses de inicio de gestión 400 millones de pesos en salud. La decisión política es generar el recupero a través de las obras sociales. Estamos esperando la ley provincial para dar un marco teórico legal de cómo vamos a acordar los honorarios”, dijo, al respecto.
Pablo Alfaro es médico pediatra, terapista intensivo infantil y médico aeroevacuador. Egresó en la Universidad de Buenos Aires (UBA) con Diploma de Honor y actualmente cursa una Maestría en Salud. En diciembre asumió en un área que fue bastión de la gestión de los Piaggio durante más de ocho años y si bien reconoce todo lo bueno realizado, también, en este primer semestre, pudo avanzar sobre temas a los que considera prioritarios: Primer nivel de atención y honorarios médicos.
“Se debe seguir mejorando, pero a lo largo de un año hay una clara mejoría con respecto a junio del año pasado: hubo un incremento de un 350, 400% de los honorarios. Además, se retiraron algunas formas de contrato. Por ejemplo, estaba el programa de Médicos Comunitarios con muchas fallas en el sistema y en el cobro de esos honorarios. Decidimos no seguir operando de esa manera y contratarlos directamente a través del Municipio, con honorarios mejorados y en forma directa”, remarcó. E hizo puntual hincapié en la necesidad de revalorizar el recurso humano. “Sabemos que es nuestra piedra angular y lo tenemos que cuidar. Sin ellos, no hay sistema. Entonces, para mí esa es nuestro talismán, lo que más quiero cuidar. Trato no sólo de decirlo, sino también de obrar con el ejemplo, estoy en La Cuchilla atendiendo pacientes pediátricos. Es decir, me saco un poco la función de la lapicera y me pongo el guardapolvo, para generar también desde el ejemplo”.
Promoción, prevención y hospitalocentrismo
Por otro lado, Alfaro aseguró que el principal trabajo del Municipio en Salud debe ser la atención primaria. Es decir, la promoción y la prevención de enfermedades. “Entendiendo que esto es una inversión en salud muchísimo más barata, con resultados óptimos. Si genero, por ejemplo, cambios en los estilos de vida con una alimentación saludable, actividades físicas, prevención del tabaquismo, vacunando a la población, voy a generar una inversión de poco dinero, pero con un resultado muchísimo más eficiente. En esa población no voy a utilizar medicamentos, internaciones prolongadas o en terapia intensiva”, dijo. En cambio, “si los pacientes terminan en esos lugares, como en el hospital, deviene en una inversión más grande y con resultados que no pueden ser los óptimos”.
En esta línea, marcó la necesidad de comunicar más y mejor que en los Centros de Salud hay turnos y médicos disponibles, así como de ofrecer herramientas para que las personas sepan distinguir qué situación es una emergencia o urgencia, y cuál no. Ya que la demanda en el Hospital Centenario es demasiado alta. Según Alfaro, vivimos en una comunidad “completamente hospitalocéntrica, donde utilizan los servicios de emergencias de forma desmedida”.
Gestionar sin plata
En línea con lo que viene siendo uno de los lemas del gobierno de Rogelio Frigerio en Entre Ríos, el Subsecretario de Salud municipal apuntó a la necesidad de “ser creativos”.
“El sistema está completamente desgastado, es muy difícil, hay que ser muy creativo como decía el Gobernador para generar políticas de salud pública con poco dinero. Por ejemplo, nosotros acá tenemos el Comité de Morbi Mortalidad Local donde estudiamos y vemos cuál es la tasa de mortalidad infantil, de qué se mueren nuestros niños y niñas menores de un año”. Eso ocurre porque nacen prematuramente, entonces, frente a esto “se debe cuidar a la embarazada de alto riesgo obstétrico. Tanto riesgo obstétrico, propiamente dicho, como riesgo social. Generamos el programa Cuidado a la Embarazada de Alto Riesgo. ¿Qué es esto? Organizar los equipos de trabajo”.
“Un ejemplo: viene una embarazada y la ve una obstetra. Si considera que es de alto riesgo pasa por Trabajo Social y un nutricionista, que los tengo en el CAPS; empiezo a generar el contacto y se confecciona una planilla con nombre, apellido, dirección, teléfono, documento. Y se hace un seguimiento intensivo hasta el momento del nacimiento”, ejemplificó el funcionario.