Estudiar será más grato en la escuela “Ruperto Gelós”
Con el comienzo de semana, llegó el día esperado para la comunidad educativa de la escuela 208 “José María Ruperto Gelós”: en la mañana de ayer quedó formalmente inaugurado su edificio escolar ubicado en Goldaracena y Alberdi.
Luego de trabajar ocho años en las instalaciones anexas al Instituto Magnasco, abrir la puerta del edificio propio fue una alegría enorme para alumnos, docentes, directivos y las familias que acompañaron este crecimiento.
“Este es un momento histórico no sólo para la institución sino para la ciudad, porque se inaugura un edificio escolar nuevo, la casa propia de una escuela que ya funciona”, dijo poco antes de comenzar el acto protocolar José María Peverelli a EL ARGENTINO.
Como en otras ocasiones, destacó “ha sido la comparsa la que proveyó los fondos para construirlo, así como para todas las mejoras hechas en el club. Estos fondos son propios, obtenidos del carnaval, al que siempre pedimos apoyar, por la repercusión directa que tiene en la ciudad y la gente”.
Siguiendo en el cargo a su padre Antonio, que presidió el Club Pescadores durante 35 años, Peverelli es el apoderado legal desde hace tres y en este carácter rememoró “estuvimos ocho años en el Instituto Magnasco, crecimos desde los jardines de cuatro años hasta el primer año del secundario. Hoy inauguramos también el segundo año de este nivel. Es, como digo, un sueño cumplido”.
Sentado a su lado, el Intendente de la ciudad, Juan José Bahillo, también destacó la obra realizada, no sólo por los detalles de la construcción sino por todo lo que implica.
Consideró que hay hechos y obras significativas y valorables como comunidad y que hay pocos actos tan nobles y comprometidos con ella como la creación de una escuela o la realización de su edificio propio”, como en este caso.
Avanzando en la idea de los clubes locales que además de contención y disciplinas deportivas ofrecen educación, y sin soslayar que en el caso de la Escuela Gelós, reconoce su origen en los ingresos que trajo la comparsa O Bahía, Bahillo dijo a EL ARGENTINO “es valioso analizar que a partir de un producto turístico como el carnaval, que realizan cinco instituciones deportivas y sociales (“últimamente más sociales que deportivas”, diría después, micrófono en mano) ha permitido darle a la ciudad un desarrollo turístico importante y hacia adentro a las instituciones, que a la hora de priorizar, optaron por la educación. Y la educación no es sólo contención, sino formar en valores. Todo esto es lo que hay que destacar de la dirigencia de este club”.
“Gualeguaychú es la ciudad con más escuelas públicas de gestión privada en la provincia”, destacó, como lo haría poco después, al momento de dirigirse a la gran cantidad de padres, docentes y alumnos que ocuparon la calle con su presencia en el acto de ayer.
Ya iniciado el acto formal, con la presentación de los abanderados y mientras se escuchaba al conductor destacar que el espacio abierto ayer “es fruto de una lucha contra toda adversidad, una razón para la esperanza de formar parte de un mañana mejor”, el público siguió el corte de cintas que reunió a las autoridades del Club Pescadores, educativas y municipales.
Tras la bendición a cargo del sacerdote Raúl Benedetti, que consideró “este trabajo -por la construcción- tiene más de milagro que de obra humana, porque el edificio es maravilloso”, José María Peverelli tuvo su momento para hablar a los padres y las autoridades, a los que agradeció por el acompañamiento y destacó al Instituto Magnasco, que albergó al colegio mientras duró la construcción del flamante espacio.
Contó que en 2006 “teníamos la necesidad de aportar a la comunidad una mayor participación. La comisión directiva del club decidió iniciar la actividad educativa, a pesar de la incertidumbre y los riesgos que esto significa. Se apostó mucho y logramos esta escuela preciosa no sólo desde lo material, sino por lo humano: por los docentes, los alumnos y sus papás”.
“La escuela tiene ocho años de vida y cuenta con los niveles inicial y primario completos y hasta segundo año de secundaria y la matrícula crece de cuarenta y cinco a cincuenta chicos por año, al punto que hoy tenemos 230 alumnos. Y acaba de comenzar el turno tarde”.
Recordó que fue en 1995, “en un remate judicial, cuando el club compró el lugar, destinado primero al galpón de carrozas de O Bahia y luego el gimnasio de voley, para emocionarse al no poder contenerse y decir “y hoy...miren lo que hemos hecho! Hemos podido terminar esta primera etapa, planta baja y primer piso, con cinco aulas cada uno, capacidad necesaria para lo que hoy tenemos en la escuela.
Peverelli marcó que “El estado también participa y miren cómo resulta esta combinación, porque nos han reconocido cargos docentes y esto nos permite funcionar y marchar como lo hacemos”.
Tras esto agregó “cada ladrillo puesto acá es fruto de la comparsa O Bahía, del esfuerzo de mucha gente del club, de los integrantes de la comparsa y de la actividad del carnaval, a la que como gualeguaychenses tenemos que cuidar porque repercute tan directamente en la comunidad que podemos hacer una escuela. Hoy somos 250 y si el turno tarde sigue, la proyección es contar con 700 alumnos”, anunció.
Como era de esperar, se llamó a Ana Gelós y Antonio Peverelli para que dijeran lo que estaban sintiendo y pensando en ese momento, muy emotivo para el matrimonio ya que durante la presidencia de Antonio Peverelli la escuela de Pescadores fue concebida y puesta a funcionar y en la institución, nadie desconoce sus trayectorias.
Como Intendente, fue convocado Juan José Bahillo quien a lo dicho a EL ARGENTINO poco antes, agregó su anhelo de que “estos alumnos sean en el futuro padres de familia y los dirigentes de nuestra sociedad -desde el lugar que quieran ocupar- asumiendo la responsabilidad de construir una sociedad mejor”.
Hubo más en el acto inaugural del edificio donde desde ayer funcionan la Escuela 208 y el Instituto secundario D 243 Profesor José María Ruperto Gelós.
Como los reconocimientos, la recorrida por el edificio y el ágape.
Conscientes que hay mucho por alcanzar, la gente de Pescadores renovó ayer su genuino deseo de llegar a la meta.
“Este es un momento histórico no sólo para la institución sino para la ciudad, porque se inaugura un edificio escolar nuevo, la casa propia de una escuela que ya funciona”, dijo poco antes de comenzar el acto protocolar José María Peverelli a EL ARGENTINO.
Como en otras ocasiones, destacó “ha sido la comparsa la que proveyó los fondos para construirlo, así como para todas las mejoras hechas en el club. Estos fondos son propios, obtenidos del carnaval, al que siempre pedimos apoyar, por la repercusión directa que tiene en la ciudad y la gente”.
Siguiendo en el cargo a su padre Antonio, que presidió el Club Pescadores durante 35 años, Peverelli es el apoderado legal desde hace tres y en este carácter rememoró “estuvimos ocho años en el Instituto Magnasco, crecimos desde los jardines de cuatro años hasta el primer año del secundario. Hoy inauguramos también el segundo año de este nivel. Es, como digo, un sueño cumplido”.
Sentado a su lado, el Intendente de la ciudad, Juan José Bahillo, también destacó la obra realizada, no sólo por los detalles de la construcción sino por todo lo que implica.
Consideró que hay hechos y obras significativas y valorables como comunidad y que hay pocos actos tan nobles y comprometidos con ella como la creación de una escuela o la realización de su edificio propio”, como en este caso.
Avanzando en la idea de los clubes locales que además de contención y disciplinas deportivas ofrecen educación, y sin soslayar que en el caso de la Escuela Gelós, reconoce su origen en los ingresos que trajo la comparsa O Bahía, Bahillo dijo a EL ARGENTINO “es valioso analizar que a partir de un producto turístico como el carnaval, que realizan cinco instituciones deportivas y sociales (“últimamente más sociales que deportivas”, diría después, micrófono en mano) ha permitido darle a la ciudad un desarrollo turístico importante y hacia adentro a las instituciones, que a la hora de priorizar, optaron por la educación. Y la educación no es sólo contención, sino formar en valores. Todo esto es lo que hay que destacar de la dirigencia de este club”.
“Gualeguaychú es la ciudad con más escuelas públicas de gestión privada en la provincia”, destacó, como lo haría poco después, al momento de dirigirse a la gran cantidad de padres, docentes y alumnos que ocuparon la calle con su presencia en el acto de ayer.
Ya iniciado el acto formal, con la presentación de los abanderados y mientras se escuchaba al conductor destacar que el espacio abierto ayer “es fruto de una lucha contra toda adversidad, una razón para la esperanza de formar parte de un mañana mejor”, el público siguió el corte de cintas que reunió a las autoridades del Club Pescadores, educativas y municipales.
Tras la bendición a cargo del sacerdote Raúl Benedetti, que consideró “este trabajo -por la construcción- tiene más de milagro que de obra humana, porque el edificio es maravilloso”, José María Peverelli tuvo su momento para hablar a los padres y las autoridades, a los que agradeció por el acompañamiento y destacó al Instituto Magnasco, que albergó al colegio mientras duró la construcción del flamante espacio.
Contó que en 2006 “teníamos la necesidad de aportar a la comunidad una mayor participación. La comisión directiva del club decidió iniciar la actividad educativa, a pesar de la incertidumbre y los riesgos que esto significa. Se apostó mucho y logramos esta escuela preciosa no sólo desde lo material, sino por lo humano: por los docentes, los alumnos y sus papás”.
“La escuela tiene ocho años de vida y cuenta con los niveles inicial y primario completos y hasta segundo año de secundaria y la matrícula crece de cuarenta y cinco a cincuenta chicos por año, al punto que hoy tenemos 230 alumnos. Y acaba de comenzar el turno tarde”.
Recordó que fue en 1995, “en un remate judicial, cuando el club compró el lugar, destinado primero al galpón de carrozas de O Bahia y luego el gimnasio de voley, para emocionarse al no poder contenerse y decir “y hoy...miren lo que hemos hecho! Hemos podido terminar esta primera etapa, planta baja y primer piso, con cinco aulas cada uno, capacidad necesaria para lo que hoy tenemos en la escuela.
Peverelli marcó que “El estado también participa y miren cómo resulta esta combinación, porque nos han reconocido cargos docentes y esto nos permite funcionar y marchar como lo hacemos”.
Tras esto agregó “cada ladrillo puesto acá es fruto de la comparsa O Bahía, del esfuerzo de mucha gente del club, de los integrantes de la comparsa y de la actividad del carnaval, a la que como gualeguaychenses tenemos que cuidar porque repercute tan directamente en la comunidad que podemos hacer una escuela. Hoy somos 250 y si el turno tarde sigue, la proyección es contar con 700 alumnos”, anunció.
Como era de esperar, se llamó a Ana Gelós y Antonio Peverelli para que dijeran lo que estaban sintiendo y pensando en ese momento, muy emotivo para el matrimonio ya que durante la presidencia de Antonio Peverelli la escuela de Pescadores fue concebida y puesta a funcionar y en la institución, nadie desconoce sus trayectorias.
Como Intendente, fue convocado Juan José Bahillo quien a lo dicho a EL ARGENTINO poco antes, agregó su anhelo de que “estos alumnos sean en el futuro padres de familia y los dirigentes de nuestra sociedad -desde el lugar que quieran ocupar- asumiendo la responsabilidad de construir una sociedad mejor”.
Hubo más en el acto inaugural del edificio donde desde ayer funcionan la Escuela 208 y el Instituto secundario D 243 Profesor José María Ruperto Gelós.
Como los reconocimientos, la recorrida por el edificio y el ágape.
Conscientes que hay mucho por alcanzar, la gente de Pescadores renovó ayer su genuino deseo de llegar a la meta.
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