Opinión
Hay que hacerse cargo
En diferentes zonas de Gualeguaychú existen microbasurales que son generados por los propios vecinos y que acumulan todo tipo de desechos que contaminan, atraen alimañas y afean el paisaje.
En Gualeguaychú, el municipio informa de manera periódica las tareas de limpieza que se realizan en estas áreas, pero realmente es algo de nunca terminar porque no hay conciencia social sobre el daño que esto genera.
Pero también existen basurales a cielo abierto que son el destino final de la basura de los vecinos, como ocurre en la vecina localidad de Pueblo General Belgrano.
En ruta 42, a metros de esta y a poca distancia del río Gualeguaychú se encuentra el lugar donde se deposita toda la basura que generan los pobladores de esa localidad.
Hay épocas en la que la basura llega casi hasta la ruta y esto no deja de ser un atraso en materia medioambiental que ya ningún municipio debería permitir.
Todos esos desechos plásticos pasan a la tierra contaminándola y lo mismo ocurre con lo que, a causa de las lluvias y el viento, termina en el río Gualeguaychú.
Y seguramente los pobladores de esta localidad, que se caracterizan entre otras cosas por su encanto natural, no tendrían problema en hacer una selección y separación de residuos, como se hace en Gualeguaychú… pero por ahora de nada sirve porque terminan todos juntos en este terreno que está próximo al pueblo, donde por supuesto no se les hace ningún tipo de tratamiento.
Pensar en una solución definitiva a este problema debería ser prioritario para el intendente, que además lo planteó en campaña como una de las principales cuestiones a resolver.
Pero también existen basurales a cielo abierto que son el destino final de la basura de los vecinos, como ocurre en la vecina localidad de Pueblo General Belgrano.
En ruta 42, a metros de esta y a poca distancia del río Gualeguaychú se encuentra el lugar donde se deposita toda la basura que generan los pobladores de esa localidad.
Hay épocas en la que la basura llega casi hasta la ruta y esto no deja de ser un atraso en materia medioambiental que ya ningún municipio debería permitir.
Todos esos desechos plásticos pasan a la tierra contaminándola y lo mismo ocurre con lo que, a causa de las lluvias y el viento, termina en el río Gualeguaychú.
Y seguramente los pobladores de esta localidad, que se caracterizan entre otras cosas por su encanto natural, no tendrían problema en hacer una selección y separación de residuos, como se hace en Gualeguaychú… pero por ahora de nada sirve porque terminan todos juntos en este terreno que está próximo al pueblo, donde por supuesto no se les hace ningún tipo de tratamiento.
Pensar en una solución definitiva a este problema debería ser prioritario para el intendente, que además lo planteó en campaña como una de las principales cuestiones a resolver.
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