Imputan a los guías argentinos de cazadores ilegales norteamericanos
Cuatro ciudadanos oriundos de Gualeguaychú que guiaban a un grupo de cinco extranjeros en una matanza de aves autóctonas, fueron imputados por infracción a la Ley Nacional de Conservación de la Fauna.
Los cazadores fueron interceptados en cercanías de Ceibas por inspectores de Fiscalización provincial y agentes de la Prefectura Naval Argentina. En ese momento, llevaban un costoso arsenal, de alto poder de fuego, y una gran cantidad de aves silvestres muertas, entre ellas patos de distinto tipo y cuatro cines cuello negro.
El fiscal de Gualeguaychú, Gastón Popelka, investigará las responsabilidades por infringir la prohibición de la captura, muerte o comercialización de especies vedadas. Luego de esta instancia, la causa podría elevarse a juicio, en una instancia inédita para estos sucesos. Los “turistas” yanquis involucrados abandonaron el país y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) fue reportada de esta situación.
Contextos y perspectivas
En un operativo encabezado por personal de Fiscalización Agroalimentaria de Entre Ríos, asistidos por personal de la Prefectura Naval Argentina con asiento en Paranacito, el 26 de agosto se interceptó un convoy de dos lujosas camionetas 4×4 que transportaba un grupo de cazadores furtivos, consignó el portal Era Verde.
Grande fue la sorpresa cuando los inspectores y prefectos constataron que poseían un importante arsenal de armas largas, señuelos y cartuchos por un valor estimado en 6.483.500 pesos, además de transportar un tendal de aves muertas. Según el detalle, los cuerpos de los animales autóctonos pertenecían a 79 patos de diferentes especies, 4 cisnes cuello negro, 2 caranchos y 1 biguá, totalizando 86 aves de 11 especies protegidas, confirmó el titular de la Unidad Fiscal de Gualeguaychú con sede Paranacito, Gastón Popelka, quien intervino por notificación de los agentes se seguridad y control.
En la edición del lunes 28 de agosto de EL ARGENTINO, se informó que el operativo se desarrolló el sábado 26 de agosto, “cuando el grupo se trasladaba en dos lujosas camionetas 4 x 4 en las que llevaban muertos a 79 patos de diferentes especies, 4 cisnes cuello negro, 2 caranchos y 1 biguá. La banda poseía un importante arsenal de armas largas, señuelos y cartuchos, cuyo valor se estimó en $6.483.500. Los cuatro ciudadanos argentinos domiciliados en Gualeguaychú y los cinco estadounidenses fueron identificados por infracción a la Ley Provincial de Caza Nº 4.841/69”.
La banda estaba compuesta por cuatro ciudadanos argentinos y cinco con pasaporte de los Estados Unidos. Los foráneos llegaron a Entre Ríos como parte de un servicio brindado por la empresa de turismo aventura cuyo nombre de fantasía sería “Reservas Doradas SA”, y que posee habilitación para operar como coto de caza dentro del Departamento Gualeguaychú, y que ya cuenta con un episodio de traslado irregular de cazadores a la provincia en 2016.
En este caso, se labró acta de infracción a la Ley Provincial de Caza Nº 4.841/69, pero también la Fiscalía los imputó por infracción al artículo 25º de la Ley Nº 22.421 de Conservación de la Fauna que reprime “con prisión de dos meses a dos años y con inhabilitación especial de hasta cinco años el que cazare animales de la fauna silvestre cuya captura o comercialización estén prohibidas o vedadas por la autoridad jurisdiccional de aplicación”. La aplicación de esta norma, se observó, pocas veces se realiza para casos de cacería furtiva, donde en la mayoría de los casos se identifica e incauta el armamento. En esta oportunidad, los involucrados quedaron supeditados a una causa que ahora se deberá investigar para luego ser elevada a juicio.
El portal Era Verde publicó que los extranjeros tenían ingreso al país por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, por donde pesaban regresar a su país el 30 de agosto de 2023.
El fiscal Popelka comentó que la salida de la Argentina de los visitantes extranjeros, que llegaron a la provincia contratando a la empresa de turismo aventura, no los exime de responsabilidades y que por esto se notificó de su situación a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).