La Asignación por hijo tuvo un efecto positivo en el consumo local
Desde la puesta en marcha del plan oficial que beneficia a los hogares de menores ingresos, las ventas de los productos de la canasta básica acumulan subas que, según las mediciones privadas, oscilan entre 4,5 y 5,8 por ciento. En nuestra ciudad, los almacenes y los rubros de alimentos, indumentaria y calzado, fueron los más favorecidos.
Los primeros días de diciembre del 2009 el Gobierno Nacional lanzaba el programa de asistencia a la niñez y la adolescencia denominado Asignación Universal por Hijo, para ponerle un freno a la indigencia al mejorar los ingresos familiares.
El programa proporciona un beneficio de 180 pesos por hijo menor de 18 años, que son hijos de desocupados, de trabajadores no registrados que cobran menos del salario mínimo, de empleadas domésticas y de monotributistas sociales.
Además el beneficio social es inclusivo en salud y educación, al ser un requisito fundamental la presentación de la libreta del titular ante el Anses, donde especifica la vacunación al día y la escolaridad del menor, para que el plan no se caiga.
No obstante, el comercio local minorista y las grandes cadenas de supermercados que operan en nuestra ciudad, se beneficiaron con esta inyección extra de dinero que ingresa al circuito financiero de la localidad.
Sin bien la filial del Anses “Gualeguaychú” aún no difundió el número de beneficiarios de éste plan en la ciudad, desde diversas entidades gremiales se estima que ingresa más de un millón de pesos a la economía local, que se vuelcan enteramente al consumo de alimentos mayoritariamente, indumentaria y calzado.
Las clases más pobres dedican casi todo su ingreso a la compra de alimentos, y esto permitió que los almacenes también se vieran favorecidos con un leve incremento en las ventas en los artículos de alimentos básicos.
Los cadenas de supermercados, también diseñaron sus estrategias con bonos de descuentos que van de hasta el 15 por ciento en compras en efectivo o con tarjeta en alimentos de la canasta básica, como café, fideos, arroz, harinas entre otros.
#La inflación y el efecto sobre las ventas
“La gente protesta mucho y me compra menos”, manifestó un almacenero del barrio la Cuchilla. Donde más se siente esas quejas es en el precio de la leche, que se disparó en el último mes, de 2,80 que costaba un litro de leche en sachet de una marca local, se fue a 3,20.
La carne vacuna, el pollo y el pescado, ya dejó de ser parte de la dieta mensual de las familias más pobres, debido a que los precios se dispararon. El Kg de pollo se consigue a 10 pesos y el Kg de carne picada de primera entre 15 a 17 pesos.
Las carnicerías de barrio no se vieron tan beneficiadas con esta inyección extra de dinero, que significó la Asignación Universal por hijo, por que en el mismo mes que comenzó a cobrarse el beneficio social los bifes tuvieron su propia escalada de precios en diciembre, y los carniceros llegaron a retocar sus pizarras todas las semanas hasta que en marzo el precio de la carne logró estabilizarse.
“La Asignación por Hijo es un buen sistema y reactivó el consumo, pero ya está quedando muy atrás, hoy a la gente el dinero le rinde la mitad de lo que en diciembre cuando comenzaron a cobrar y esto se ve en las cajas, la gente compra como lo hizo el primer día que cobró y le alcanza para la mitad de las cosas que lleva en su changuito. Al pasar por las cajas vemos changos abandonados con mercadería que no pudo pagar”, manifestó el empresario supermercadista Ricardo García.
“Si seguimos así para diciembre de este año, los 180 pesos no van a valer prácticamente nada, el poder de compra de la gente va a ser muy bajo y todo volverá a un punto cero”, remarcó García.
Sin embargo, el supermercado de Av. Rocamora, comenzó a incrementar sus ventas desde el mes de diciembre, y mes a mes se fueron superando. “En abril superamos las ventas de marzo, cosa que nunca pasó, porque luego de febrero cuando la temporada terminaba las ventas se caían”.
Sin embargo García aclara, que si bien el dinero del plan social contribuyó a empujar la reactivación que se dio en las ventas en el mes de marzo, también destaca que se hicieron reformas en el salón de ventas y se incorporaron más servicios lo que estima que atrajo a más clientela.
No obstante, para que esta tendencia del consumo en alza en el comercio minorista del centro y los almacenes de barrios se mantenga, el Gobierno Nacional tendrá que pensar en actualizar las partidas para que no queden muy atrás. La decisión no será fácil, porque de llevar las asignaciones a 300 pesos por hijo como se está pidiendo desde los grupos piqueteros en Buenos Aires, sería una forma de reconocer el proceso inflacionario que está viviendo el país, en donde varias consultoras privadas vaticinan que en 2010 la inflación llegará al 30 por ciento.
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