“La Casita de Cáritas de Lucy Rocca” continúa trabajando en pos del fortalecimiento de las familias
“La Casita de Cáritas Lucy Rocca de Rossi” tiene como principal objetivo la promoción humana y el fortalecimiento familiar. Ubicada en La Cuchilla, año a año organizan actividades, talleres y diferentes acciones para promover a las familias del barrio.
Ubicada en el barrio La Cuchilla, precisamente en la interacción de las calles Roca y Palacios, este espacio que depende de la Parroquia “San Juan Bautista” organiza diversas actividades, dependiendo de las necesidades de las familias de la zona, pero siempre persiguiendo el objetivo de lograr la promoción humana.
Desde 2009, La Casita es coordinada por Susana Garro y Gustavo Chesini. En la actualidad son 36 voluntarios los que colaboran en las distintos espacios, cuyos destinatarios son unas treinta familias.
El lema que guía la labor cotidiana es “enseñar a pescar y no dar el pescado”, el mensaje es claro, no hacen falta dar detalles; ese es el espíritu con que funciona desde hace varios años La Casita que pretende dar herramientas a las familias para que sean ellas las protagonistas de su desarrollo y bienestar.
Para esto se dan clases de apoyo para chicos y jóvenes, se dictan talleres de capacitación laboral, hay orientación en temas legales, se realiza una feria de ropa y artículos del hogar y también hay orientación espiritual. Pero no sólo es conocimiento lo que se otorga sino que, sobre todo con los chicos, se inculcan valores y buenos hábitos.
Merece aclararse que en este espacio se trabaja con un grupo de familias específicas, a quienes se les brinda contención y se les realiza un seguimiento, en un intercambio en que el enriquecimiento es recíproco.
A lo largo de los años y tras conocer la comunidad en la que está inserta La Casita, se fueron corrigiendo errores y también se pusieron algunos límites, “entendimos que hay que trabajar con aquellas familias o personas con las que hay un ida y vuelta… gracias a eso se han descubierto muchas familias con muchísimas necesidades y ganas de salir adelante.
Hay muchos adolescentes que tienen muchas ganas de aprender y también contamos con chicos apadrinados”, señaló Susana.
Actividades y espacios
Es mucho el trabajo que se ha hecho en La Casita. Han ido realizando ampliaciones y mejoras edilicias de diferente magnitud y gracias a esto hoy tienen un espacio para la feria, acondicionado con estanterías y percheros, el espacio de juegoteca, hay un amplio taller, una cocina, una biblioteca y un amplio salón, entre otras áreas.
La Casita abre de lunes a sábados, de mañana y de tarde. Los lunes se dan clases de apoyo secundario en inglés, con dos profesores voluntarios. Los martes hay apoyo primario en los dos turnos y también trabaja el equipo de feria que recibe las donaciones, las clasifican, las lavan, ordenan y las guardan.
Los miércoles a la tarde se realiza la feria, ese día además funciona la Biblioteca y hay taller de corte.
Los jueves, hay apoyo para alumnos de primaria, a la mañana y a la tarde y los viernes abre el espacio de juegoteca.Los días sábado está el espacio “Mi cita con Jesús” que es un espacio de sensibilización en la fe.
Desde 2009, La Casita es coordinada por Susana Garro y Gustavo Chesini. En la actualidad son 36 voluntarios los que colaboran en las distintos espacios, cuyos destinatarios son unas treinta familias.
El lema que guía la labor cotidiana es “enseñar a pescar y no dar el pescado”, el mensaje es claro, no hacen falta dar detalles; ese es el espíritu con que funciona desde hace varios años La Casita que pretende dar herramientas a las familias para que sean ellas las protagonistas de su desarrollo y bienestar.
Para esto se dan clases de apoyo para chicos y jóvenes, se dictan talleres de capacitación laboral, hay orientación en temas legales, se realiza una feria de ropa y artículos del hogar y también hay orientación espiritual. Pero no sólo es conocimiento lo que se otorga sino que, sobre todo con los chicos, se inculcan valores y buenos hábitos.
Merece aclararse que en este espacio se trabaja con un grupo de familias específicas, a quienes se les brinda contención y se les realiza un seguimiento, en un intercambio en que el enriquecimiento es recíproco.
A lo largo de los años y tras conocer la comunidad en la que está inserta La Casita, se fueron corrigiendo errores y también se pusieron algunos límites, “entendimos que hay que trabajar con aquellas familias o personas con las que hay un ida y vuelta… gracias a eso se han descubierto muchas familias con muchísimas necesidades y ganas de salir adelante.
Hay muchos adolescentes que tienen muchas ganas de aprender y también contamos con chicos apadrinados”, señaló Susana.
Actividades y espacios
Es mucho el trabajo que se ha hecho en La Casita. Han ido realizando ampliaciones y mejoras edilicias de diferente magnitud y gracias a esto hoy tienen un espacio para la feria, acondicionado con estanterías y percheros, el espacio de juegoteca, hay un amplio taller, una cocina, una biblioteca y un amplio salón, entre otras áreas.
La Casita abre de lunes a sábados, de mañana y de tarde. Los lunes se dan clases de apoyo secundario en inglés, con dos profesores voluntarios. Los martes hay apoyo primario en los dos turnos y también trabaja el equipo de feria que recibe las donaciones, las clasifican, las lavan, ordenan y las guardan.
Los miércoles a la tarde se realiza la feria, ese día además funciona la Biblioteca y hay taller de corte.
Los jueves, hay apoyo para alumnos de primaria, a la mañana y a la tarde y los viernes abre el espacio de juegoteca.Los días sábado está el espacio “Mi cita con Jesús” que es un espacio de sensibilización en la fe.
Nota completa, edición papel.
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