Opinión
La Ciencia necesita ser revalorizada
Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) organizan ferias en la Plaza de los Dos Congresos, en el marco de la apertura de sesiones que presidió ayer Mauricio Macri.
La premisa es “salir del laboratorio a la calle” para reclamar contra “el recorte de becas y presupuesto para investigación”.
En su discurso el Presidente le dedicó unas líneas al desarrollo de la Ciencia para este año al anunciar más inversiones: “Queremos que los científicos puedan hacer más y mejor producción para crear un puente en donde el incentivo se vuelque en desarrollo y ayude a cambiar la realidad”, dijo.
Cómo pensar que estas palabras van a poder materializarse en hechos cuando el arranque del año no fue muy alentador. En el primer trimestre del 2017, se redujo casi a la mitad el número de ingresantes y quedaron sin vacante casi 500 aspirantes a las becas del Conicet, que recibieron la promesa de ser reinsertados en otras instituciones científicas, universidades y empresas. En tanto, el presupuesto del organismo sufrió un recorte del 20 por ciento en términos reales.
La historia de la ciencia en la Argentina se describe en la suerte de los investigadores e instituciones científicas del país, expuestos muchas veces a las inclemencias de su economía y de su política, pero capaces, pese a todo, de producir obras perdurables y útiles al saber y a la tecnología de desarrollo integral. En la era de la robótica, la industria 4.0, en la era de la información y el conocimiento, la Ciencia argentina puede hacer una enorme contribución para mejorar la calidad de vida de la humanidad.
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