La Cooperativa de Crédito, ya cuenta con el reglamento crediticio y espera la aprobación del INAES
La entidad financiera de la economía social espera comenzar a apuntalar financieramente a los pequeños y medianos emprendimientos para el mes de mayo. Gracias a los asesoramientos del doctor Roberto Bermúdez, hijo de Gualeguaychú e integrante del directorio del INAES, la Cooperativa logró su matrícula y espera seguir sumando socios.
El doctor Roberto Bermúdez integrante del directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) estuvo ayer de visita en la sede de la Cooperativa de Crédito, ubicada en Camila Nievas y Bolivar, para interiorizarse sobre la aprobación del reglamento crediticio de la entidad y asesorar al Consejo Asesor sobre los nuevos pasos administrativos a seguir.
Bermúdez fue recibido por el presidente del Consejo, Ricardo Díaz, el consejero Jaime Vaena y el empleado administrativo Joaquín Páez, quienes le agradecieron por sus gestiones ante el INAES, que fueron determinantes para que la cooperativa lograra tener su matrícula de funcionamiento en diciembre pasado.
El doctor Bermúdez es un hijo de Gualeguaychú, con una larga trayectoria de trabajo en instituciones locales. En los años 70 integró la comisión directiva de la Cooperativa Arrocera, fue secretario de la Corporación del Desarrollo en sus orígenes y en 1983, durante el Gobierno de Raúl Alfonsín, integró la Junta Nacional de Granos.
Desde el 2003 representa a Coninagro en el directorio del INAES que cuenta con un directorio compuesto con cuatro representantes del sector privado, dos por la cooperativas -una por las cooperativas urbanas y otro por las agrícolas- dos integrantes más por las mutuales y dos representantes del Estado.
Las etapas administrativas
Desde el primero de febrero una vez obtenida la matrícula a fines de diciembre. Tras cuatro años de gestiones, la Cooperativa comenzó con el proceso de recepción del capital suscrito por los socios en 1,7 millones de pesos, que será el fondo inicial con que la entidad comenzará a otorgar los primeros créditos, presumiblemente en el mes de mayo. Es por eso que este año será clave para la incorporación de nuevos socios, en la que ya hay 550 y se espera llegar a más de mil.
Entre los socios a destacar está la Municipalidad de Gualeguaychú, la de Larroque, y empresas del Parque Industrial.
El jueves pasado la Cooperativa, aprobó su reglamento crediticio en una asamblea extraordinaria, y ahora ese reglamento deberá ser revisado y aprobado por el INAES.
“Primero se comenzó con la idea de una caja de crédito, pero en un momento determinado el Banco Central decidió que no era factible la aprobación de la caja de crédito, y entonces desde el INAES le decimos por qué no buscan por el lado de una cooperativa”, recordó Bermúdez.
“Lo que sucede es que muchas de estas cooperativas y mutuales crediticias se terminaron conformando en cuevas y hace tiempo que tenemos estas cooperativas sumariadas o intervenidas o en algunos casos hasta se llegó a cancelarle la matrícula. Por estas cuestiones no había un ambiente favorable para aprobar este tipo de entidades. Entonces hablé ante el directorio para decirles que la cooperativa de crédito de Gualeguaychú, no era una cueva, sino que había un enorme respaldo institucional y toda una comunidad preocupada.
Hablar en esta ciudad de una cooperativa de crédito es muy cara a la historia de Gualeguaychú, y hubo dos cooperativas en la cual yo hice gestiones, la de esta ciudad y la de Montecarlos, provincia de Misiones en la cual todo el pueblo estaba detrás del proyecto, en la cual en los alegatos vieron que hay una seriedad muy grande, por el respaldo institucional”, remarcó Bermúdez.
El integrante del INAES, destacó que este tipo de entidades crediticias, “canalizan el capital genuino en proyectos locales, que generan fuentes de trabajo en la ciudad”.
No obstante la Cooperativa solo podrá operar en el ámbito departamental y esa es una limitante en su crecimiento futuro, pero lo que no quiere decir que con el tiempo y con la integración de más capital al incorporar más socios siga mejorando sus líneas de créditos contribuyendo a robustecer la economía local.
“Nuestro proyecto nace con una clara visión de asistir al departamento Gualeguaychú, con la participación de muchos asociados, de instituciones y de dos municipios que fue determinante para que el INAES nos diera la matricula”, dijo Díaz.
Recordó que en los años 70: “había mil cooperativas de créditos, que de esas entidades nacieron 73 bancos, porque el mismo Estado las obligó a transformarse en bancos comerciales, debido al éxito que estaban teniendo las cooperativas de crédito en aquella época. De esos 73 bancos solo quedó uno sólo que es el banco Credicoop”.
Sobre esta línea, Bermúdez, recordó que: “a esos bancos les obligaron a incorporarse dentro de la normativa de Basilea, que implica tener toda una estructura muy costosa para el orden y la fiscalización interna de la empresa, además de obligarlos a inmovilizar gran parte del capital, para evitar corridas y se entra dentro de la órbita del Banco Central”.
La cooperativa en cambio, el dinero es de los socios, así que los fondos están a salvo de cualquier corrida bancaria.
Díaz destacó a su vez que dentro de algunos años la Cooperativa podrá estar en condiciones de otorgar nuevas líneas de crédito.
“La cooperativa nace con el anhelo de dar los primeros créditos de 5 mil a 12 mil pesos a microemprendedores. Así es como nació la Cooperativa y a mediano plazo en una segunda etapa pude comenzar a dar créditos prendarios y en una tercera etapa dentro de 15 años podríamos estar dando créditos hipotecarios. En una comunidad como la nuestra eso implica no tener techo a la hora de crecer. Esto nació desde la necesidad que detectamos desde las instituciones de acceder al financiamiento de monotributistas, pequeños emprendimientos, que no tienen donde recurrir y nuestro primer objetivo es asistir a toda esta gente”, concretó Díaz.
Bermúdez fue recibido por el presidente del Consejo, Ricardo Díaz, el consejero Jaime Vaena y el empleado administrativo Joaquín Páez, quienes le agradecieron por sus gestiones ante el INAES, que fueron determinantes para que la cooperativa lograra tener su matrícula de funcionamiento en diciembre pasado.
El doctor Bermúdez es un hijo de Gualeguaychú, con una larga trayectoria de trabajo en instituciones locales. En los años 70 integró la comisión directiva de la Cooperativa Arrocera, fue secretario de la Corporación del Desarrollo en sus orígenes y en 1983, durante el Gobierno de Raúl Alfonsín, integró la Junta Nacional de Granos.
Desde el 2003 representa a Coninagro en el directorio del INAES que cuenta con un directorio compuesto con cuatro representantes del sector privado, dos por la cooperativas -una por las cooperativas urbanas y otro por las agrícolas- dos integrantes más por las mutuales y dos representantes del Estado.
Las etapas administrativas
Desde el primero de febrero una vez obtenida la matrícula a fines de diciembre. Tras cuatro años de gestiones, la Cooperativa comenzó con el proceso de recepción del capital suscrito por los socios en 1,7 millones de pesos, que será el fondo inicial con que la entidad comenzará a otorgar los primeros créditos, presumiblemente en el mes de mayo. Es por eso que este año será clave para la incorporación de nuevos socios, en la que ya hay 550 y se espera llegar a más de mil.
Entre los socios a destacar está la Municipalidad de Gualeguaychú, la de Larroque, y empresas del Parque Industrial.
El jueves pasado la Cooperativa, aprobó su reglamento crediticio en una asamblea extraordinaria, y ahora ese reglamento deberá ser revisado y aprobado por el INAES.
“Primero se comenzó con la idea de una caja de crédito, pero en un momento determinado el Banco Central decidió que no era factible la aprobación de la caja de crédito, y entonces desde el INAES le decimos por qué no buscan por el lado de una cooperativa”, recordó Bermúdez.
“Lo que sucede es que muchas de estas cooperativas y mutuales crediticias se terminaron conformando en cuevas y hace tiempo que tenemos estas cooperativas sumariadas o intervenidas o en algunos casos hasta se llegó a cancelarle la matrícula. Por estas cuestiones no había un ambiente favorable para aprobar este tipo de entidades. Entonces hablé ante el directorio para decirles que la cooperativa de crédito de Gualeguaychú, no era una cueva, sino que había un enorme respaldo institucional y toda una comunidad preocupada.
Hablar en esta ciudad de una cooperativa de crédito es muy cara a la historia de Gualeguaychú, y hubo dos cooperativas en la cual yo hice gestiones, la de esta ciudad y la de Montecarlos, provincia de Misiones en la cual todo el pueblo estaba detrás del proyecto, en la cual en los alegatos vieron que hay una seriedad muy grande, por el respaldo institucional”, remarcó Bermúdez.
El integrante del INAES, destacó que este tipo de entidades crediticias, “canalizan el capital genuino en proyectos locales, que generan fuentes de trabajo en la ciudad”.
No obstante la Cooperativa solo podrá operar en el ámbito departamental y esa es una limitante en su crecimiento futuro, pero lo que no quiere decir que con el tiempo y con la integración de más capital al incorporar más socios siga mejorando sus líneas de créditos contribuyendo a robustecer la economía local.
“Nuestro proyecto nace con una clara visión de asistir al departamento Gualeguaychú, con la participación de muchos asociados, de instituciones y de dos municipios que fue determinante para que el INAES nos diera la matricula”, dijo Díaz.
Recordó que en los años 70: “había mil cooperativas de créditos, que de esas entidades nacieron 73 bancos, porque el mismo Estado las obligó a transformarse en bancos comerciales, debido al éxito que estaban teniendo las cooperativas de crédito en aquella época. De esos 73 bancos solo quedó uno sólo que es el banco Credicoop”.
Sobre esta línea, Bermúdez, recordó que: “a esos bancos les obligaron a incorporarse dentro de la normativa de Basilea, que implica tener toda una estructura muy costosa para el orden y la fiscalización interna de la empresa, además de obligarlos a inmovilizar gran parte del capital, para evitar corridas y se entra dentro de la órbita del Banco Central”.
La cooperativa en cambio, el dinero es de los socios, así que los fondos están a salvo de cualquier corrida bancaria.
Díaz destacó a su vez que dentro de algunos años la Cooperativa podrá estar en condiciones de otorgar nuevas líneas de crédito.
“La cooperativa nace con el anhelo de dar los primeros créditos de 5 mil a 12 mil pesos a microemprendedores. Así es como nació la Cooperativa y a mediano plazo en una segunda etapa pude comenzar a dar créditos prendarios y en una tercera etapa dentro de 15 años podríamos estar dando créditos hipotecarios. En una comunidad como la nuestra eso implica no tener techo a la hora de crecer. Esto nació desde la necesidad que detectamos desde las instituciones de acceder al financiamiento de monotributistas, pequeños emprendimientos, que no tienen donde recurrir y nuestro primer objetivo es asistir a toda esta gente”, concretó Díaz.
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