La ONG ‘Entre todos’ brinda asistencia a los asentamientos

Gladys, una madre de siete hijos, suspira cuando muestra en las condiciones infrahumanas en la que vive en el asentamiento de 1° de Mayo y Montana. En una habitación que no supera los 10 m2 viven nueve personas, entre niños y adultos. Cuando ella llegó en octubre de 2008, apenas había siete familias viviendo allí, 18 meses después ya son 75 familias la que habitan ese pedazo de tierra dividido por una zanja, que fue construida a fines de los 90 como canal aliviador al sistema pluvial norte de la ciudad. Las precarias casillas de madera costanera, chapa, material de silo bolsa y algunos ladrillos, están cerca una de otra que hasta es difícil caminar por el interior del asentamiento. Un entramados de cables en los techos pone en riesgo a la familias, por la sobre carga de la línea eléctrica que pasa por allí en la cual muchos están conectados. La angustia de vivir en la extrema pobreza, encuentra un reparador alivio los fines de semana cuando los integrantes de la ONG “Entre Todos” llegan para brindarle asistencia alimentaría y actividades recreativas a los niños del asentamiento. La ONG “Entre Todos”, nació en 2008 cuando un grupo de vecinos convocados por Alexis Hartwig y Eduardo Larrazabal hoy presidente y vicepresidente de la agrupación comenzaron a trabajar en el barrio San Cayetano con un merendero. Con el transcurrir de los meses se fueron incorporando más voluntarios a esta cruzada y a dos años de su funcionamiento la ONG llega a diferentes sectores de la ciudad, desde el barrio La Cuchilla III, en el barrio Munilla, barrio Franco, Tablita II, y el asentamiento de Fleming y Av. de las Tropas. “Nuestro trabajo surge de la necesidad de ayudar a lo niños del barrio San Cayetano y la necesidad nos fue empujando cada vez más y hoy estamos trabajando en seis barrios de familias humildes”, explicó Hartwig. En un tablón debajo de una improvisada galería hecha con madera de pino costanera, un grupo de mujeres y hombres pela cebollas, papas, pica tomates y zanahorias, mientras otros tratan de sacarle toda la carne que se pueda a un montón de huesos de falda y aguja que será destinado al guiso, que se repartirá entre 250 personas. Un viejo lavarropa, con un corte lateral, hace de fogón para cocinar los alimentos en una gran olla de campaña. Pronto el olor a salsa y verdura, tapa por un momento el fuerte olor a humedad que sale del interior de las casillas con piso de tierra. Unas 20 personas componen esta agrupación, que subsiste gracias al aporte de empresas, canjes publicitarios en radio Latina, lo que les posibilita conseguir leche y alimentos para los niños que los fines de semana no asisten a los comedores escolares. Pero no solo es comida en el asentamiento, también se de apoyo escolar y actividades recreativas para los más pequeños. “Dentro de poco vamos a comenzar con actividades deportivas para, queremos sacar a los chicos de la calle y que ocupen su tiempo en cosas útiles como hacer una actividad deportiva”, explicó Larrazabal. Para tomar contacto con la ONG puede comunicarse al 15541754 (Alexis).