CON SELLO Y NOMBRE PROPIO
La política personalista en la ciudad y los relatos de la gestión en primera persona
En el ámbito político contemporáneo, el personalismo ha adquirido una relevancia inusitada, marcando la forma en que se comunican las gestiones de gobierno y los logros de las administraciones públicas. Ni la Nación, ni la provincia, ni Gualeguaychú han podido escapar a este escenario.
Por Mónica Farabello
Opinión
El fenómeno del liderazgo centrado en una sola figura no es nuevo, pero su manifestación actual, exacerbada por el poder de las redes sociales, ha transformado la política en un espacio donde el "yo" se impone sobre el "nosotros".
El Presidente de la Nación hace uso y abuso de esta conducta, alimentando la imagen del león todopoderoso. Con otro estilo y apelando al uso de redes, el gobernador Rogelio Frigerio construyó su figura de cercanía y hasta de simpatía con los entrerrianos: alzando bebés, pateando penales, tomando mate y hasta los traguitos de caña con ruda.
Junto a su videógrafo se encargaron de construir una imagen de influencer de la política, que cambió rápidamente de rumbo en apenas ocho meses. Del político cercano, al que se sube a una camioneta de alta gama y deja a los docentes con sus pancartas detrás.
En Gualeguaychú, la comunicación personalista tocó su techo el fin de semana pasado cuando en la web municipal presentaron una entrevista a la viceintendenta de Gualeguaychú titulada: “Julieta Carrazza, la mujer que puso en valor el rol de la Viceintendencia”.
Como si fuera poco la grandilocuencia de la presentación, la nota adelantada: “Con 31 años, acompaña a Mauricio Davico en la Intendencia de Gualeguaychú. Preside el Concejo Deliberante y participa activamente en la toma de decisiones del Ejecutivo. Su objetivo: ordenar 70 años de normativa obsoleta”.
En palabras de la propia comunicación oficial, expresan: “Al decir de empleados municipales que han visto pasar varias gestiones por el edificio de Yrigoyen 75, “hace mucho que no se veía una vice así”.
La afirmación es consecuencia de dos factores fundamentales que se dan particularmente en esta gestión: la confianza que deposita Davico en su vice, logrando un tándem pocas veces visto en la administración municipal de Gualeguaychú, y la solidez que presenta la articulación de Intendencia, Viceintendencia y Jefatura de Gabinete.
Julieta Carrazza se distingue en la Municipalidad de Gualeguaychú, no solo por ser una viceintendenta muy joven, sino por su interacción con el intendente Mauricio Davico y todos los funcionarios. De hecho, es común verla participar activamente en las reuniones que encabeza Davico o el jefe de Gabinete, Luciano Garro”, manifestaron en la polémica publicación oficial.
La política personalista se caracteriza por la centralidad de la figura del líder en detrimento de las instituciones, los equipos técnicos o los partidos políticos. En este modelo, los logros y fracasos del gobierno no se presentan como resultados de un esfuerzo colectivo, sino como el reflejo de la acción directa y casi heroica de una sola persona. Esta narrativa se ve reforzada por el uso de relatos en primera persona, donde el líder habla desde su experiencia personal, narrando su gestión como si fuera una historia épica en la que él o ella es el protagonista absoluto.
Esta tendencia tiene varias implicaciones preocupantes. En primer lugar, fomenta una distorsión de la realidad. La gestión de gobierno es, en esencia, un trabajo de equipo, donde intervienen múltiples actores con sus respectivas responsabilidades.
Sin embargo, en los relatos personalistas, estos actores suelen quedar invisibilizados o reducidos a meros acompañantes en la "misión" del líder. Esto no solo simplifica la complejidad de la política, sino que también genera una percepción distorsionada de la capacidad individual frente a la colectiva.
Pero en Gualeguaychú no es la primera vez que se apela a este tipo de entrevistas donde se resalta más a la figura que a la tarea política. Lo mismo ocurrió en los festejos patrios, donde se eligió resaltar más a la funcionaria de Ceremonial y Protocolo, que al mismísimo 25 de Mayo.
En esta ocasión el título elegido fue: “El sol del 25 viene asomando”. Silvia Videla: pasado y presente de la fiesta patria más convocante de Gualeguaychú; acompañada de fotos de la funcionaria en cuestión, y no de las celebraciones populares.
En otras ocasiones, como las entrevistas a Juan Ignacio Olano de Desarrollo Humano, Pablo Alfaro de Salud, o Fernando Zubillaga de Turismo, las entrevistas estuvieron más enfocadas en el área que en la persona.
El relato en primera persona refuerza la idea de que solo a través de la figura del líder es posible el cambio o la mejora de la situación. Este enfoque erosiona la confianza en las instituciones democráticas, ya que se asume que sin la intervención de este "salvador", el país o la sociedad estarían condenados al fracaso.
La historia reciente de diversos países nos muestra que este tipo de liderazgo tiende a debilitar los mecanismos de control y balance necesarios en una democracia sana.
Por último, el personalismo también tiene un efecto perjudicial en la cultura política de un país. Los ciudadanos se ven atrapados en un ciclo donde el carisma y la imagen del líder se imponen sobre los debates de fondo, las propuestas concretas y las ideas. La política se convierte en un espectáculo centrado en la personalidad y no en la discusión de las políticas públicas que afectan a la sociedad.
La política personalista y los relatos en primera persona no son inocuos. Aunque puedan ser efectivos desde un punto de vista comunicacional y electoral, tienen el potencial de debilitar las bases democráticas y de promover una cultura política que privilegia la figura del líder por sobre el bien común. Como ciudadanos, debemos ser críticos y exigir un debate más plural y centrado en ideas que beneficien al conjunto de la sociedad, y no solo a quienes ostentan el poder en un momento determinado.