La solidaridad con Antonella tiene varias manifestaciones

El caso de Antonella González es seguido por la comunidad desde mediados de 2016, cuando fue diagnosticada y trasladada a Buenos Aires para ser atendida en el Hospital Juan Garrahan.
De la internación pasó a las altas restringidas que se le dan, porque debe permanecer cerca del hospital, para su control. O para ser atendida de inmediato, en caso de una descompensación, como ocurrió en enero pasado.
El gesto de las profesoras de Zumba Andrea Ojeda, Jessica Sánchez y Silviana Lemes, que hicieron un Zumbathon solidario en el club "Cerro Porteño", de Pueblo General Belgrano, se complementó con el que hizo el gimnasio Alma, de Colonia Elía, que organizó una actividad similar con la que recaudó cerca de cinco mil pesos.
Las dos recaudaciones fueron entregadas a la abuela de Antonella, así como los alimentos que se reunieron en la puerta de acceso.


# La otra solidaridad
Así como se responde favorablemente cuando se trata de juntar dinero, vale mencionar la otra respuesta, que también es solidaria y voluntaria. Además, de imperiosa necesidad: la donación de sangre.
La donación de sangre es un acto altruista para el que no hay que tener condiciones excepcionales, sino únicamente la conciencia de que es necesaria para alguien (o para nosotros mismos ya que 9 de cada 10 personas la necesitarán en algún momento de su vida) y las ganas de dedicarle apenas media hora, dicen los especialistas.
Cualquier persona con buen estado de salud, mayor de 18 años y menor de 65, y que pese más de 50 Kg. puede donar sangre.
Y son, como se insiste, necesarias porque contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud.
Suele asociarse la donación a casos de extrema urgencia, que son motivo de pedidos de donantes de reposición; no obstante esto, el trabajo en el Banco de Sangre apuesta a la conciencia donante, a la actitud donante, a la donación voluntaria.
Porque no sólo quienes padecen un siniestro requieren transfusiones, sino también
las mujeres con complicaciones obstétricas (embarazos ectópicos, hemorragias antes, durante o después del parto, etc.); los niños con anemia grave, a menudo causada por el paludismo o la malnutrición; pacientes que se someten a intervenciones quirúrgicas y médicas complejas, y enfermos de cáncer.

# Donación de médula ósea
Cada año, cientos de personas son diagnosticadas con enfermedades hematológicas que pueden ser tratadas con un trasplante de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH), explica el INCUCAI en su página oficial.
Sin embargo, sólo el 25 por ciento de estos pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar. Los demás deben recurrir a un donante no emparentado. Para facilitar esta práctica, existen los registros de donantes voluntarios.
El Registro Nacional de Donantes de CPH argentino, creado por la Ley 25.392, funciona dentro del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) y forma parte de la Red internacional Bone Marrow Donors Worldwide (BMDW), que agrupa registros de más de 40 países.
De allí que resulte tan valioso el gesto altruista de donar sangre y posibilitar su análisis y tipificación para poder ayudar a pacientes con indicación de trasplante de médula ósea.
La donación de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) es un acto voluntario, libre, gratuito y solidario que consta de dos instancias: la inscripción y la donación.
Entre la inscripción y la donación puede pasar mucho tiempo, por lo que la inscripción como donante implica un compromiso a largo plazo.
En Gualeguaychú se habla mucho de los casos de cáncer (la leucemia es un tipo) y se pide el esclarecimiento de las causas, porque la cantidad de pacientes es alarmante.
Mientras llegan estas explicaciones, vale apoyar la tarea de los profesionales que explican acerca de la donación de sangre y la donación de médula ósea.
Para incorporarse al Registro como donante se debe llenar un formulario de inscripción, una ficha médica y autorizar la extracción de sangre para realizar los estudios serológicos y de marcadores genéticos ABO-HLA. Luego se dona una unidad de sangre de donde se toma la muestra para realizar el análisis del código genético del donante que permitirá evaluar la compatibilidad con los posibles receptores. Los datos del código genético se ingresan a la base de datos informatizada del Registro Nacional y a la red internacional.