UBICADO EN NÁGERA Y GERVASIO MÉNDEZ
La transformación de Defensores del Oeste: una historia de superación y colaboración comunitaria
En una charla con la subcomisión del club Defensores del Oeste, los integrantes relataron a EL ARGENTINO cómo se conformó esta formación de integrantes entre hinchas, madres, y jugadores, entre otros, que desde hace meses emprendieron un trabajo en conjunto para cambiar la realidad y la cara del estadio Pancho Ramírez.
Por Lautaro Silvera
En los últimos meses, la cancha del Club Defensores del Oeste ha experimentado una gran transformación gracias al trabajo en conjunto de la subcomisión y el apoyo de la comunidad local. Lo que comenzó como una iniciativa para mejorar las instalaciones del estadio Pancho Ramírez, ha evolucionado hasta convertirse en un gran proyecto de renovación integral.
Lo que antes era una obra parada y detenida en el tiempo, ahora se convirtió en un paredón de 38 metros de extensión que da a la Avenida Nágera y Gervasio Méndez. Integrantes de la subcomisión del club Defensores del Oeste relataron todo lo que atravesaron para conformar el grupo interno, y cuáles son los proyectos a corto plazo: “queremos dejar todas las obras bien hechas, para que todos los socios puedan disfrutar del predio, pero sabemos que tenemos que ir paso a paso”.
“Queremos ver otro Defensores, queremos ver una mejor cancha de fútbol para que cualquiera que quiera ser parte del club se sienta más cómodo. Nos cansamos de que nuestras familias usen baños en condiciones precarias cuando hay partidos”, expresó uno de los miembros de la subcomisión. Este sentimiento de frustración inicial pronto se convirtió en determinación, y un grupo comprometido de hinchas, jugadores y colaboradores se unió para hacer realidad un sueño colectivo que al principio comenzó con una pequeña mejora, y los llevó a concretar diversas reformas y mejoras.
El proyecto tomó forma en diciembre del año pasado, cuando comenzó de a poco la conformación de la subcomisión como tal. “Aún no estaba determinado el grupo como tal, pero ya estábamos dando los primeros pasos. Participamos de los corsos populares para recaudar fondos. Al poquito tiempo vimos que ya estábamos conformados como grupo, y recibimos el aval del presidente de Defensores. Así fue que comenzamos en todo esto” explicaba uno de los integrantes del grupo que hoy conforma la Subcomisión del club.
“La tarea que queremos plasmar es la de abocarnos en el plano estructural. Nos gusta, nos interesa, y nos dedicamos a eso cuando podemos. Sabemos que todos tenemos nuestras propias tareas, trabajo, familia, y ocupaciones, pero en el rato libre venimos y le metemos, porque queremos dejar una huella para el club y para este predio”, relataba con entusiasmo uno de los integrantes de la comitiva del club.
Las presentaciones de los proyectos se hicieron primero a las mismas autoridades del club, para luego poder recurrir a la ayuda e inversión de gente que tuviera intenciones de aportar a la causa. La primera fase se centró en el cerramiento del paredón que da a la calle Nágera y que comprende un tinglado de gran tamaño, una tarea que inicialmente parecía desalentadora debido a la falta de recursos financieros. Sin embargo, mediante la venta de espacios publicitarios, la subcomisión logró financiar la compra de materiales, contratar albañiles y completar la pintura en tres cuotas consecutivas.
“Han sido muchos años de poca tarea, o de que en un momento se juntaban otras personas y comenzaban ciertas reformas, pero por muchas dificultades no se concretaban. Con lo del paredón, cuando fuimos a hablar con la gente hubo casos en que nos dijeron que no, que no querían aportar porque no sentían confianza. Ahora logramos revertir esa imagen, armamos un proyecto concreto avalado por las mismas autoridades del club, y salimos a la calle a buscar comerciantes que quieran aportar con su publicidad para arrancar con esto”, expresó uno de los trabajadores.
No solo se reformó el paredón, que en un principio iba a ser de una corta dimensión y terminó teniendo una extensión de 3 metros por 38 metros lineales. “No teníamos un peso cuando ideamos todo eso, y aunque somos conscientes de la dificultad económica que atravesamos todos, fuimos para adelante. Somos varios, y nos dijimos ‘esto va a salir’, ‘no tengamos miedo y vayamos para adelante’ y el resultado de ahora no solo es un frente imponente, sino que logramos seguir con veredas internas, y ahora estamos encarando la construcción de los baños nuevos”, remarcó otro de los integrantes.
El futuro de una mejor cancha
La imaginación de los integrantes los lleva a tener un mejor campo de juego, donde se pueda entrenar de mejor manera, y que los espectadores también puedan ser parte del disfrute. “Queremos trabajar en la revitalización del campo de juego, incluyendo el reacondicionamiento de los vestuarios para ofrecer más comodidades a los jugadores. Tenemos listo a instalar un sistema de riego, pero eso lo podremos plasmar cuando se pare el fútbol. Queremos que el estadio tenga una mejora notable”, subrayó uno de los integrantes y trabajadores.
A pesar de los desafíos económicos y logísticos que enfrenta la comunidad en general, la subcomisión de Defensores del Oeste continúa demostrando que, con determinación y trabajo en equipo, la realidad puede transformarse. “Hay muchas cosas por hacer, estamos entusiasmados, y queremos que esto sea para todos. Queremos que nuestros hijos vengan a entrenar. Pero sabemos que todo lleva tiempo y mucho esfuerzo. Es un proyecto de paso a paso, para no cansarse mientras avanzamos”, concluyó otro de los miembros de la subcomisión.