Lleva ya cuatro años el debate para regular el uso de bolsas plásticas
El primer proyecto fue presentado por el bloque oficialista durante la gestión 2007-2011 en la que proponía erradicar del circuito comercial las bolsas de plásticos como envoltorios y consideraba cobrar multas escalonadas para los infractores.
El jueves de esta semana se llevó a cabo una reunión en la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable, convocada por la titular del área, Noelia Indart, para avanzar en el proyecto de Ordenanza de uso de bolsas plásticas. Participaron integrantes del bloque de concejales del Frente para la Victoria, funcionarios de la Subsecretaría de Control Urbano, la Dirección de Inspección, la Dirección de Defensa del Consumidor y el Programa Compromiso Gualeguaychú.
“Es decisión del ejecutivo municipal avanzar en el proyecto de ordenanza de uso de bolsas plásticas, convocando a todos los sectores involucrados, como el Centro de Defensa Comercial e Industrial, el Centro de Almaceneros, los supermercados, el Círculo Farmacéutico, las Comisiones Vecinales, ONGs relacionadas a la temática, el Taller Emanuel que fabrica eco bolsas, entre otros” sostuvo Indart.
Sin embargo, el debate para prohibir las bolsas de nylon comenzó en noviembre del 2010, cuando el bloque oficialista de aquel entonces, que era comandado por el concejal Martín Fernández, ingresó a comisión un proyecto de ordenanza que contempla prohibir la distribución de bosas de nylon en los supermercados y comercios en general, al considerar esa práctica de nocivo impacto medioambiental provocado por las bolsas de polietileno o similares de material no biodegradable.
En la oportunidad se hicieron reuniones con el Centro de Defensa Comercial, con los productores de bolsas y otros sectores de la comunidad.
El proyecto contemplaba prohibir la entrega gratuita u onerosa de bolsas de material no biodegradable para contener y transportar las mercaderías expendidas en los supermercados, almacenes y cualquier otro tipo de comercio de nuestra ciudad y la normativa debería haber entrado en vigencia el día 1 de enero de 2011, pero desde entonces el proyecto quedó archivado y nunca más se avanzó en el tema.
No obstante varios comercios, tomaron la iniciativa y comenzaron a darle bolsas retornables a sus clientes o de material biodegradable, mientras que en algunos supermercados se venden los envoltorios para ser reutilizados por sus clientes a precios módicos.
La normativa que discutió el bloque anterior comprendía sanciones escalonadas consistentes en: Primera verificación de incumplimiento llamado de atención.
En la segunda verificación de incumplimiento, la que debe ser en fecha distinta de la del primer incumplimiento, se le impondrá una multa equivalente al cincuenta por ciento (50%) de la tasa por inspección sanitaria, higiene, profilaxis y seguridad municipal que dicho comercio tributó el mes en curso de la infracción.
Si se constatan posteriores incumplimientos a la presente ordenanza, las que deberán ser en fechas distintas cada una de ellas, al comercio se le impondrá una multa equivalente al cien por ciento de la tasa por inspección sanitaria, higiene, profilaxis y seguridad municipal que dicho comercio tributó el mes en curso de la infracción en cada oportunidad.
Además se instará a los supermercados e hipermercados (grandes superficies comerciales) a que mientras la presente ordenanza no se torne aplicable por no alcanzar al plazo estipulado en el artículo primero de la presente, a tener habilitada durante toda su jornada de atención al público, una caja de cobro exclusivamente para aquellas personas que adquieran sus productos de dicho comercio y opten por no utilizar el tipo de bolsas aquí prohibidos para transportarlos.
La autoridad de aplicación era la Subsecretaria de Habilitaciones y la Dirección de Inspección General.
Estos organismos de control llevarán un registro de los comercios infractores con el objeto de ejercer el control y el seguimiento del cumplimiento de esta norma. Un infractor sólo será removido del mismo, cuando acredite fehacientemente el pago de las multas correspondientes.
Los fondos recaudados en concepto de multas iban a ser destinados a solventar y articular campañas de difusión para concientizar e informar a la población sobre el daño que provocan las bolsas de polietileno o similares de material no biodegradable al medio ambiente, como así también la importancia del cuidado del planeta.
El debate ahora se reanuda, en momentos donde más que nunca, esta problemática de las bolsas de plástico debe ser una prioridad para la política ambiental de la Municipalidad de Gualeguaychú que este mes está a punto de inaugurar el Ecoparque, en el cual tendrá todo el equipamiento disponible, para poder reciclar los materiales inorgánicos y proteger el medioambiente.
“Es decisión del ejecutivo municipal avanzar en el proyecto de ordenanza de uso de bolsas plásticas, convocando a todos los sectores involucrados, como el Centro de Defensa Comercial e Industrial, el Centro de Almaceneros, los supermercados, el Círculo Farmacéutico, las Comisiones Vecinales, ONGs relacionadas a la temática, el Taller Emanuel que fabrica eco bolsas, entre otros” sostuvo Indart.
Sin embargo, el debate para prohibir las bolsas de nylon comenzó en noviembre del 2010, cuando el bloque oficialista de aquel entonces, que era comandado por el concejal Martín Fernández, ingresó a comisión un proyecto de ordenanza que contempla prohibir la distribución de bosas de nylon en los supermercados y comercios en general, al considerar esa práctica de nocivo impacto medioambiental provocado por las bolsas de polietileno o similares de material no biodegradable.
En la oportunidad se hicieron reuniones con el Centro de Defensa Comercial, con los productores de bolsas y otros sectores de la comunidad.
El proyecto contemplaba prohibir la entrega gratuita u onerosa de bolsas de material no biodegradable para contener y transportar las mercaderías expendidas en los supermercados, almacenes y cualquier otro tipo de comercio de nuestra ciudad y la normativa debería haber entrado en vigencia el día 1 de enero de 2011, pero desde entonces el proyecto quedó archivado y nunca más se avanzó en el tema.
No obstante varios comercios, tomaron la iniciativa y comenzaron a darle bolsas retornables a sus clientes o de material biodegradable, mientras que en algunos supermercados se venden los envoltorios para ser reutilizados por sus clientes a precios módicos.
La normativa que discutió el bloque anterior comprendía sanciones escalonadas consistentes en: Primera verificación de incumplimiento llamado de atención.
En la segunda verificación de incumplimiento, la que debe ser en fecha distinta de la del primer incumplimiento, se le impondrá una multa equivalente al cincuenta por ciento (50%) de la tasa por inspección sanitaria, higiene, profilaxis y seguridad municipal que dicho comercio tributó el mes en curso de la infracción.
Si se constatan posteriores incumplimientos a la presente ordenanza, las que deberán ser en fechas distintas cada una de ellas, al comercio se le impondrá una multa equivalente al cien por ciento de la tasa por inspección sanitaria, higiene, profilaxis y seguridad municipal que dicho comercio tributó el mes en curso de la infracción en cada oportunidad.
Además se instará a los supermercados e hipermercados (grandes superficies comerciales) a que mientras la presente ordenanza no se torne aplicable por no alcanzar al plazo estipulado en el artículo primero de la presente, a tener habilitada durante toda su jornada de atención al público, una caja de cobro exclusivamente para aquellas personas que adquieran sus productos de dicho comercio y opten por no utilizar el tipo de bolsas aquí prohibidos para transportarlos.
La autoridad de aplicación era la Subsecretaria de Habilitaciones y la Dirección de Inspección General.
Estos organismos de control llevarán un registro de los comercios infractores con el objeto de ejercer el control y el seguimiento del cumplimiento de esta norma. Un infractor sólo será removido del mismo, cuando acredite fehacientemente el pago de las multas correspondientes.
Los fondos recaudados en concepto de multas iban a ser destinados a solventar y articular campañas de difusión para concientizar e informar a la población sobre el daño que provocan las bolsas de polietileno o similares de material no biodegradable al medio ambiente, como así también la importancia del cuidado del planeta.
El debate ahora se reanuda, en momentos donde más que nunca, esta problemática de las bolsas de plástico debe ser una prioridad para la política ambiental de la Municipalidad de Gualeguaychú que este mes está a punto de inaugurar el Ecoparque, en el cual tendrá todo el equipamiento disponible, para poder reciclar los materiales inorgánicos y proteger el medioambiente.
Este contenido no está abierto a comentarios