“Los Tropicales del Sur” se consolida como un espacio de contención social
Viernes 23 de julio, minutos después de las 18 llega un colectivo con un nutrido grupo de chicos que participó del Encuentro Deportivo Social Inter-barrial, organizado por la Dirección de Deportes del municipio.
El transporte escolar del que descendieron decenas de niños y jóvenes, estacionó en la esquina de la casa del entrenador de fútbol, Raúl López, una de las tantas viviendas del Barrio Molinari, donde hoy también está el salón merendero, aun sin terminar, de la asociación civil “Los Tropicales del Sur”.
En lugar de irse a sus respectivos hogares, luego de una jornada deportiva agotadora, los casi 50 chicos se dirigieron con toda naturalidad directamente al salón merendero. Dan vueltas, conversan, no hay nada para hacer en el merendero porque la leche ya la tomaron en el torneo… pero por costumbre se quedan unos minutos allí. Al rato y como con desgano, cada uno comienza a tomar su rumbo.
Según, comentó Raúl López a EL ARGENTINO “es una costumbre que los chicos vengan para acá, pasan mucho tiempo en este salón, y más ahora que están de vacaciones”. Y los hechos demuestran que es así, porque tanto los más pequeños como los adolescentes parecen sentirse muy a gusto con el entrenador López, quien es también un gran amigo para todos ellos.
El Barrio Molinari, ubicado en la zona sur de la ciudad, es un barrio relativamente nuevo que fue construido por sus propietarios, a través de un plan del Municipio. Está conformado por unas 288 casas y según indica el referente barrial, “hay más de 300 chicos”.
Raúl Oscar López vive desde hace unos tres años y medio en este conjunto habitacional, es cobrador, hace trabajos de mensajerías y de vez en cuando realiza tareas de albañilería para lograr el sustento diario para su familia… En la esquina de su casa, se sumaron al empuje de su familia las ganas y la fuerza de muchos otros padres, que se unieron bajo el único objetivo de hacer cosas “por los gurises de la zona”.
La casa de Raúl y su familia es sencilla, como las demás casas de la zona, pero por demás generosa. En donde tenían el patio hicieron el enorme salón merendero para que los chicos del barrio puedan tomar la leche. Según detalló el propietario del lugar les costó un gran esfuerzo poder techar este espacio de 10 metros por 7 y medio. Aún les faltan dos ventanas, que las tienen tapadas con ladrillos, pintar las paredes y algunos detalles más para poder comenzar con todas las actividades y talleres que tienen planeado hacer. “Por ahora, les damos la leche a los chicos, cuando conseguimos porque a nosotros no nos ayuda nadie en particular. Todo lo hacemos a pulmón. Salimos a conseguir leche, galletitas, pan o lo que haya y la gente y algunos comercios siempre nos dan una mano”, puntualizó Raúl López.
Pero todos saben, tanto chicos como grandes, que pueden recurrir al salón comunitario ante cualquier inconveniente. Es que con el tiempo este espacio se ha constituido en un fuerte lugar de referencia.
“Los Tropicales del Sur”
“Los Tropicales del Sur” está en plena conformación de una Asociación Civil. Con este nombre se hace referencia al salón comunitario, a la murga y al club de fútbol del Barrio Molinari. “Todos los chicos se identifican con este nombre”, reveló a EL ARGENTINO, López. Esa identidad de la que habla Raúl, fue en gran parte generada por la pertenencia de todos tanto a la murga como al equipo de fútbol.
Es que tras tener contacto con referentes de diferentes barrios se encuentra un factor común en todos ellos, más que nada en los suburbios de la ciudad y es el hecho de que algún grupo de padres se preocupa mucho por el bienestar de los más pequeños y de los adolescentes, que estén ocupados, entretenidos, aprendan de comportamiento y compañerismo parecen ser las principales preocupaciones de los mayores; “para que no anden por ahí sin hacer nada y tentándose con malas costumbres y vicios”, indicó Raúl López. Cosas que se logran en gran medida con el sentimiento de estar incluidos en grupos de pertenencia (como la murga y el club de fútbol).
Como se mencionó con anterioridad, en este barrio existe el conjunto carnavalesco “Los Tropicales del Sur”, que hace más de cuatro años participa en los Corsos populares “Matecito”, “siempre tratando temas sociales y con el objetivo de hacer historia con la gente del barrio”, explicó Raúl López quien también es el director del conjunto, que tiene unos cien integrantes.
Por otro lado, y ésta es casi la actividad más importante en la actualidad, está el Club de fútbol, con el que se realizan entrenamientos semanales en una canchita improvisada frente a la casa de López. En fútbol tienen todas las categorías: desde seis y siete a dieciocho años, que compiten siempre en los inter-barriales. La falta de camisetas, pantalones y medias hacen que los chicos deban pasarse las remeras, entre partido y partido, para poder jugar en las competencias que así lo requieren.
El merendero
Los malos momentos que Raúl López y su familia han pasado a lo largo de su vida es lo que los impulsó a hacer tantas cosas. “Ahora queremos volcar todo al barrio, como una forma de agradecer a los que han colaborado para que uno esté bien”, explican los López.
El proyecto de tener un espacio cálido para que los chicos tomen la leche, se realicen talleres y puedan ver una película comenzó hace más de tres años.
“Hace unos tres años comenzamos con el proyecto del merendero, más que nada porque uno ha vivido situaciones muy duras y no quiere que otros chicos pasen por lo mismo”, aseguró López, quien añadió: “Por eso donamos parte de nuestro terreno para este salón, hoy ya lo tenemos techado, tenemos la cocina y el baño para los chicos. Además, con lo recaudado en bailes logramos comprar un freezer, nos han donado la cocina con dos hornallas grandes y las ollas, los cucharones y las jarras las fuimos comprando de a poco. Tenemos una tele que, aunque ahora anda un poco mal, funciona y los tablones ya los tenemos también”, detalló López. Quien cuenta que la merienda y las golosinas se les dan no solo a los que entrenan en el barrio sino a todos los chicos que se acercan a jugar y compartir de otros barrios, como del barrio San Pablo, el Guevara y toda la barriada del Pereda.
López es una persona con una enorme sensibilidad social, y consultado por el surgimiento de esta idea comentó: “Siempre trabajé con los chicos, en el tema fútbol más que nada y siempre me propuse, cuando tuviera mi propia casa, hacer más cosas. Por eso comenzamos con la murga, y en el verano los chicos van a la colonia de vacaciones. Pero también el salón va a ser útil para los padres, acá podrán traer sus inquietudes y cuando ellos están ocupados van a tener donde dejar sus hijos, para que no anden solos en la calle”.
En referencia al objetivo más ambicioso de la realización del merendero, López sintetizó: “Entretener a los chicos y darles talleres de dibujo, pintura y teatro, también maestra particular de apoyo y clases de aerobic y gimnasia para las madres de la zona. Planeamos también dar cursos de corte y confección para las madres. Todo lo que sume y ayude a mejorar la situación de la gente del barrio será bienvenido en el salón: Los Tropicales del Sur”.
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