Opinión
Malos hábitos
Este miércoles se hará en la ciudad una nueva jornada de limpieza del río Gualeguaychú.
Esta actividad que viene siendo realizada de manera periódica es organizada por el municipio a través de la Dirección de Ambiente en conjunto con vecinos de la ciudad (estudiantes, jóvenes y adultos) que deciden sumarse de manera voluntaria, aunque también existen otras agrupaciones que realizan iniciativas similares de manera independiente. Más allá de estas acciones que son sumamente valiosas es importante reflexionar sobre los pésimos hábitos que como sociedad tenemos y con esto se hace referencia al accionar cotidiano de cientos de vecinos que arrojan todo tipo de desechos en veredas, calles, ríos, parques o cualquier espacio de nuestra ciudad.
Se trata de un problema de educación y cultura que provoca muchos inconvenientes, incluso a las mismas personas que arrojan la basura en cualquier parte. Los ciudadanos deben comprender que por su propia seguridad, su salud y la salud del medioambiente en el que viven, no deben tirar basura en la calle o en los ríos, porque además de provocar enfermedades, influye en las inundaciones y lo peor de todo es que acaba con la flora y la fauna natural.
La falta de una cultura ecológica para dimensionar no sólo la cantidad de años que tardará en desintegrarse la basura, sino también los lugares a los que afectará, es un hecho que se ve traducido en cada día se que observan desperdicios por todos lados.
La próxima vez que se tienten de tirar algo en la calle, los vecinos de Gualeguaychú deberían hacer el ejercicio de pensar en las larguísimas consecuencias que esto puede provocar en su salud, en sus parques, su río y en definitiva en su ciudad.
Se trata de un problema de educación y cultura que provoca muchos inconvenientes, incluso a las mismas personas que arrojan la basura en cualquier parte. Los ciudadanos deben comprender que por su propia seguridad, su salud y la salud del medioambiente en el que viven, no deben tirar basura en la calle o en los ríos, porque además de provocar enfermedades, influye en las inundaciones y lo peor de todo es que acaba con la flora y la fauna natural.
La falta de una cultura ecológica para dimensionar no sólo la cantidad de años que tardará en desintegrarse la basura, sino también los lugares a los que afectará, es un hecho que se ve traducido en cada día se que observan desperdicios por todos lados.
La próxima vez que se tienten de tirar algo en la calle, los vecinos de Gualeguaychú deberían hacer el ejercicio de pensar en las larguísimas consecuencias que esto puede provocar en su salud, en sus parques, su río y en definitiva en su ciudad.
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