Necesidad y pertinencia del Instituto Politécnico Superior
Por Nahuel Maciel
EL ARGENTINO
En la edición del miércoles 7 de diciembre pasado, se publicó en EL ARGENTINO un informe sobre algunas de las principales gestiones que se han realizado desde el área de Educación Popular de la Municipalidad; donde su director, profesor Sergio González, también adelantó propuestas pensadas generacionalmente como la idea de crear un Instituto Politécnico Superior o Universitario que dependa del municipio.
Lo fundamentó al reconocer que en la ciudad se cuenta con cuatro propuestas del Nivel Medio en materia de educación técnica, cuya calidad educativa es reconocida por propios y extraños. Sin embargo, los egresados de esas instituciones no encuentran campos de desarrollo y expansión para sus competencias técnicas. Muchos deben buscar ese horizonte fuera de la ciudad e incluso en otras provincias y otros, sin posibilidades económicas, deben afrontar la frustración de no poder.
La iniciativa tendría –ya lo tiene- respaldo institucional de acuerdo a las exigencias del Ministerio de Educación de la Nación y del Consejo General de Educación e incluso muchas de esas propuestas académicas ya tienen sus lineamientos aprobados en esas carteras educativas.
En el Departamento hay experiencias exitosas en este marco, como la que constituye el Instituto de Estudios Superiores San Antonio (IDESSA), cuya sede se encuentra justamente en la Aldea San Antonio.
En la página de internet de la propia Municipalidad se da cuenta que en el IDESSA (institución dependiente del Municipio) su oferta académica permite elegir entre seis tecnicaturas cuyo término es de tres años y todas con títulos de validez nacional: Seguridad, higiene y ambiente en el trabajo; Administración contable; Intervención psicosocial; Economía social y desarrollo social; Administración pública; y Administración y gestión de empresas agropecuarias.
Lamentablemente, el proyecto de crear en la ciudad un Instituto Politécnico Superior todavía no encuentra la vocación necesaria para ser acompañado –como corresponde- por el Concejo Deliberante. ¿Qué les pasa a los concejales que no ven en esta propuesta una posibilidad generacional de mejorar la realidad? No se entiende.
Un Instituto Politécnico Superior es una necesidad imperiosa en la ciudad, y negarlo es negar el progreso científico -como también el tecnológico- en la construcción de una sociedad.
Si algo caracteriza esta contemporaneidad es que la sociedad depende mucho del buen uso de la tecnología y, fundamentalmente, de que se democratice el acceso al conocimiento. El Estado debe ser garante de ello por la sencilla razón que el acceso a la educación es un Derecho Humano innegociable. Aspirar a una mejor calidad de vida dependerá –en gran parte- de cómo se instrumenten y se garanticen las oportunidades educativas en todos sus niveles y para todas las personas. Pero, parece que esto todavía no es entendido por el Concejo Deliberante, a pesar de que muchos de sus integrantes son profesionales universitarios; y todos –en el discurso- estarían de acuerdo con la educación. Pero, del dicho al hecho, hay un trecho donde se exhibe hasta dónde llega realmente el compromiso por el semejante.
Valorar la posibilidad que brindaría un Instituto Politécnico Superior en la ciudad es reconocer la importancia que tiene la tecnología en la sociedad actual. Además, es asumir los desafíos 2030-2050 que requerirá el sector privado para afianzar su desarrollo y crecimiento. Por eso, en el espíritu de este Instituto Politécnico está como prioritario el canalizar las necesidades del sector productivo a nivel local y provincial y que expande el diálogo entre lo público y lo privado.
Recapacitar es una de las mejores expresiones que demuestra que una persona ha incorporado aprendizajes. Es de anhelar que en el Concejo Deliberante se recapacite, teniendo en cuenta que ellos mismos valoran el capital humano de la comunidad.
Está claro que no es suficiente o en todo caso es incompleto solamente generar conocimientos. Al conocimiento hay que acompañarlo con valores, y esa ecuación es clave para consolidar todo desarrollo integral, y que redunde en defensa de la calidad de vida.
¿Qué sería de la relación capital-trabajo sin el conocimiento técnico? Su respuesta implica apoyar una iniciativa como la del Instituto Politécnico, máxime teniendo en cuenta que las muy buenas trayectorias en la educación técnica del Nivel Medio local no tienen posibilidades concretas de expandirse en el Nivel Superior en la ciudad.
Hay una antigua enseñanza que proviene del fondo de nuestra civilización: cuanto más se aprende, menos se sabe. En la actualidad se podría equiparar de alguna manera ese concepto con la llamada fragilidad del conocimiento, teniendo en cuenta –además- que los avances propios (y vertiginosos) de la ciencia y la tecnología también implica dar respuesta a la incertidumbre que ello genera. He ahí –una vez más- la necesidad de contar con profesionales técnicos para dar respuestas a los desafíos que plantea el futuro. He ahí otra razón para acompañar la propuesta.
Se insiste: las escuelas técnicas del Nivel Medio tienen un fértil como arraigado compromiso para estimular la pasión por el conocimiento técnico. Y lo logran. Es un verdadero despropósito que esos egresados no puedan completar esa formación con una oportunidad de conocimiento superior, tan necesaria para el mundo de la industria, de las empresas productivas como para cualquier organización pública y privada vinculada con la construcción de una mejor sociedad.
Si las sociedades han de tener futuro, ello dependerá mucho del rol que asuma el Estado, especialmente para estimular y garantizar el acceso a la educación en todos sus niveles académicos. Es incongruente que sea el propio Estado (en este caso el Concejo Deliberante) quien obstruya ese rol.
La sociedad de Gualeguaychú demanda –con justicia y razón- que el Estado asuma un rol central como ineludible, para garantizar los derechos civiles, políticos, económicos, educativos, sociales, culturales y ambientales, entre otros valores indispensables para tener aspiraciones de futuro. Es de anhelar que la demanda de un Instituto Politécnico Superior sea parte del historial de propuestas aprobadas que deje este Concejo Deliberante para las generaciones futuras. No hacerlo es podarle a la comunidad una posibilidad de crecimiento.