Oración Ecuménica
DE LA REDACCIÓN
EL ARGENTINO
La Oración Ecuménica estuvo a cargo del padre Roberto Crettaz y como todos los años, fue previa a la movilización y permitió sumar una reflexión espiritual a la lucha ambiental contra la pastera pero también una convocatoria a ser más responsable con el don de la vida.
A continuación la reflexión del padre Crettaz que finalizó con el Padrenuestro:
“Alabado seas mi Señor”. Éstas son las palabras que abren la Encíclica del papa Francisco sobre la ecología y el cuidado de la creación de Dios. Estas palabras, que citan el hermoso cántico de san Francisco de Asís, nos recuerdan que nuestra casa común es como una hermana con quien compartimos nuestra vida y una hermosa madre que abre sus brazos para acogernos.
El papa Francisco dirige “Laudato sí” a “cada persona que habita este planeta”, para que todos compartamos una casa común: la Tierra. Se centra en una serie de temas importantes.
* Un desafío moral y espiritual. La crisis ecológica es una invocación a una profunda conversión interior: a renovar nuestras relaciones con Dios, entre nosotros y con el mundo creado.
* Cuidado de la creación de Dios. Dios creó el mundo y lo confío a nosotros como un don. Ahora tenemos la responsabilidad de cuidar y proteger a él y a todas las personas, que son parte de la Creación. Proteger la dignidad humana está fuertemente ligado a cuidar de la creación.
* Todos estamos conectados. Estamos conectados con el resto de las familias humanas, con el mundo creado, y con los que vendrán después de nosotros en las generaciones futuras.
* Impacto en los pobres. Las personas en situación de pobreza son las que menos han contribuido al cambio climático, y sin embargo se ven desproporcionadamente impactadas por éste. Como resultado del uso excesivo de los recursos naturales por los países ricos, los pobres sufren contaminación, falta de acceso al agua potable, hambre y otros padecimientos.
* Llamado a la solidaridad. Somos una sola familia humana y tenemos una responsabilidad compartida con los demás y por la creación. Los países ricos tienen la responsabilidad de reducir el consumo de recursos no renovables y deben ayudar a las naciones más pobres a desarrollarse de manera sostenible.
* El desarrollo. El desarrollo tecnológico y económico debe servir a los seres humanos y acrecentar la dignidad humana, en lugar de crear una economía de la exclusión, de modo que todas las personas tengan acceso a lo que se necesita para un auténtico desarrollo humano.
* Apoyar la vida, proteger la creación. La preocupación por la naturaleza es incompatible con la falta de protección a los seres humanos vulnerables, como los niños no nacidos, las personas discapacitadas o las víctimas de la trata de personas.
* Es hora de actuar. Podemos hacer cambios importantes como individuos, familias y comunidades, así como líderes civiles y políticos.
* Esperanza y alegría. “La injusticia no es invencible” (N° 74), y actuamos sabiendo que buscamos vivir la visión de Dios de relaciones renovadas con Él, con nosotros mismos, entre nosotros y con la Creación.
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