Proponen que el Museo de la Memoria Popular se denomine Osvaldo Delmonte
Por Nahuel Maciel
EL ARGENTINO
La Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad presentó un proyecto de Ordenanza para asignar el nombre del reconocido historiador, militante sindical y docente, Osvaldo Delmonte al Museo de la Memoria Popular.
Osvaldo Delmonte, fallecido en diciembre de 2022. Fue un docente de Historia y contribuyó significativamente a la reconstrucción de la memoria local, tanto a partir de su militancia como de sus valiosas indagaciones históricas. Fue parte de la gestación del Museo de la Memoria Popular.
En la edición del 8 de noviembre de 2015, Delmonte fue entrevistado en la sección Diálogos de EL ARGENTINO (1).
El docente que en ese entonces dictaba la cátedra de Derechos Humanos e Historia Social y Política en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y desde el 2011 coordinaba la sede Gualeguaychú de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de esa casa de altos estudios, recordó su paso como sindicalista al ser elegidos por sus compañeros como secretario general de la Asociación Bancaria a nivel local desde 1984 hasta 1996, además de convencional nacional en la CGT de Saúl Ubaldini. Además de ser un reconocido militante de derechos humanos y una persona comprometida con los procesos democráticos, Delmonte gozaba de una fecunda trayectoria como trabajador de la cultura.
En el diálogo que mantuvo con EL ARGENTINO, repasó parte de este itinerario, porque como él mismo indicó “el futuro también tiene que nutrirse con la memoria”.
Recordó que era el único hijo varón y tenía dos hermanas mayores y una menor y que provenía de un hogar de trabajadores. “Mi padre era albañil y trabajaba en la construcción y mi madre era ama de casa. Una familia sin lujos, pero también sin apremios. Mi barrio de infancia es Defensores del Oeste, más precisamente en calle Luis N. Palma y Corrientes, donde vivían mis abuelos y la familia de mi papá”, recordó.
Al finalizar la secundaria en el Colegio Luis Clavarino en 1970, se va a Buenos Aires con intenciones de estudiar Medicina en la UBA. “Esto rápidamente se desvanece porque básicamente tenía que trabajar. De todos modos, mis primeros años en Buenos Aires fueron intensos. Era la época en donde no existía el puente Zárate-Brazo Largo, no había buenas comunicaciones telefónicas y una época que estaba marcada por las convulsiones políticas y sociales”, indicó.
Desde los 18 años y viviendo en Buenos Aires se vinculó a las agrupaciones sindicales de Base del Peronismo Revolucionario. “Esta experiencia, si bien lejos en el tiempo, me marcó y en la actualidad sigue resonando alegremente, a pesar de la pérdida de compañeros muy queridos y admirados. Tal vez lo más importante haya sido encontrar un lugar desde dónde mirar y analizar la realidad. Y aunque parezca una simplificación, este lugar no es otro que el lugar de los trabajadores, sabiendo –por supuesto- que los procesos sociales y políticos son complejos y nunca lineales”, reflexionó en ese diálogo.
También vinculó la ligazón que existe entre la política con lo gremial y esos dos mundos con la solidaridad y la educación y la cultura.
“En nuestro gremio bancario fundamos una biblioteca que llevó el nombre de Manuel ´Chorolo´ Acuña en memoria de un compañero que hacía poco había fallecido y
era escritor. Acuña fue colaborador de EL ARGENTINO bajo el seudónimo de ´El Cenizo´. También impulsamos, por ejemplo, la creación de un secundario destinado a los trabajadores, el CENS 115. Esto fue en una etapa en que Tito Galguera era secretario General de la CGT y trabajamos juntos para concretarlo. También en nuestra seccional se creó la Asociación de Sordos de Gualeguaychú, a instancias de un compañero de trabajo y del gremio, Raúl Ghiglia. También teníamos una intensa
agenda cultural. Un hito importante fue un acto en defensa del Banco Nación que intentaban privatizar y como para nosotros la cultura era central para la defensa del patrimonio socio económico y simbólico que querían destruir, organizamos recitales con Ramón Ayala, Carlos “El Negro” Aguirre, Aníbal Sampayo y el “Zurdo” Martínez. De esas jornadas recuerdo un telegrama que nos había enviado Fermín Chávez que decía ´que ningún país es rico si no se preocupa de la suerte de sus pobres´, citando a José Hernández”.
Por su parte, la directora de Derechos Humanos, Belén Biré, destacó que la “figura de Osvaldo Delmonte representa la perspectiva que se pretende asumir desde este Museo a la hora de indagar sobre la historia y la memoria de nuestra comunidad”.
“Es importante el reconocimiento a personas que como Osvaldo han dejado un legado significativo. Creemos que esta iniciativa cuenta con amplio consenso, no sólo del equipo de gobierno sino también de la comunidad”, concluyó Biré.
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