Qué sucedió con los alemanes del Volga y sus aldeas en Rusia
El nombre de la conferencia que ofrecerá René Kruger el 24 de agosto en la Asociación de Descendientes de Alemanes del Volga es un interrogante y su responsable intentará compartir una respuesta.
René Kruger estuvo al frente de su Iglesia en Gualeguaychú de marzo de 1986 a diciembre de 1998. “Fueron trece años por los que agradecemos a Dios y a toda la comunidad”, dijo para enseguida invitar a escucharlo
- ¿Cuál es el propósito de esta exposición? ¿Es cultural, histórico o busca poner en claro cuestiones que no lo están tanto?
- En principio, el propósito es histórico-cultural. Por la imposición del sistema soviético y fundamentalmente por la dictadura estalinista y las tragedias volcadas sobre los alemanes en Rusia, con la deportación de la población a Siberia y Kazajstán en 1941, el trabajo forzado en la “Trudarmía”, los fusilamientos masivos de colonos y los severos controles, se cortaron los lazos entre los inmigrantes alemanes del Volga en la Argentina y sus parientes y congéneres que quedaron allá. Recién la caída del comunismo comenzó a permitir algunos tímidos contactos, pero sumamente débiles porque luego de medio siglo ya no vivía la generación deportada en la que había algunos parientes directos de los que vinieron a la Argentina. Entonces, hay un verdadero déficit de información histórico-cultural mutua, pero no sólo en Argentina, sino en todos los centros donde se ubican alemanes del Volga de manera relativamente compacta: Rusia, Alemania, Estados Unidos (y una parte en Canadá), y también en Brasil. En este sentido, la conferencia cultural e histórica también intenta brindar información sobre cuestiones que no están en claras para muchas personas. Por ejemplo, que en las ex aldeas de alemanes del Volga prácticamente no viven personas de origen alemán y que por obra milagrosa sólo atribuible a Dios la Iglesia Luterana y la Católica volvieron a surgir de las ruinas y las fosas a las que las condenó el sistema imperante durante siete décadas.
- ¿Qué tenemos en la zona de aquellos alemanes y esas aldeas?
- En primerísimo lugar personas. Esa población de inmigrantes y sus descendientes ha sostenido siempre el valor central de la familia y una elevada ética del trabajo, colaborando de manera decisiva con el progreso del agro entrerriano, a la par de otros grupos inmigrantes. Esa población es cristiana en sus dos denominaciones, católica y evangélica y ha cubierto la provincia con múltiples expresiones de su fe. También notamos diversas expresiones culturales como la música, la dimensión gastronómica con comidas típicas, fiestas y celebraciones; aún algo del dialecto alemán del Volga, en retroceso en la mayoría de las familias y lamentablemente muy pocos vestigios de la arquitectura original, pues la mayoría tiró abajo las casas antiguas para tener lugar para construcciones más nuevas.
- ¿La fecha elegida es azarosa o guarda relación con alguna celebración?
-Se dio una conveniencia que se relaciona con una celebración muy significativa. La Congregación Evangélica San Antonio festeja sus cien años de vida desde su fundación como Persona Jurídica en 1913 (aunque cabe recordar que ya en 1903 se había fundado la Comunidad Evangélica de Urdinarrain, luego dividida y disuelta). Este centenario se está conmemorando con diversos eventos en diversas parroquias y filiales que componen la Congregación. Para el 24 de agosto, las ex catequistas prepararon un encuentro con dos de sus ex pastores. Como viajo con mi esposa a San Antonio, para aprovechar la ocasión, hemos programado esta conferencia con Leandro Hildt y la Asociación de Descendientes de Alemanes del Volga de Gualeguaychú.
- ¿Cuál es el propósito de esta exposición? ¿Es cultural, histórico o busca poner en claro cuestiones que no lo están tanto?
- En principio, el propósito es histórico-cultural. Por la imposición del sistema soviético y fundamentalmente por la dictadura estalinista y las tragedias volcadas sobre los alemanes en Rusia, con la deportación de la población a Siberia y Kazajstán en 1941, el trabajo forzado en la “Trudarmía”, los fusilamientos masivos de colonos y los severos controles, se cortaron los lazos entre los inmigrantes alemanes del Volga en la Argentina y sus parientes y congéneres que quedaron allá. Recién la caída del comunismo comenzó a permitir algunos tímidos contactos, pero sumamente débiles porque luego de medio siglo ya no vivía la generación deportada en la que había algunos parientes directos de los que vinieron a la Argentina. Entonces, hay un verdadero déficit de información histórico-cultural mutua, pero no sólo en Argentina, sino en todos los centros donde se ubican alemanes del Volga de manera relativamente compacta: Rusia, Alemania, Estados Unidos (y una parte en Canadá), y también en Brasil. En este sentido, la conferencia cultural e histórica también intenta brindar información sobre cuestiones que no están en claras para muchas personas. Por ejemplo, que en las ex aldeas de alemanes del Volga prácticamente no viven personas de origen alemán y que por obra milagrosa sólo atribuible a Dios la Iglesia Luterana y la Católica volvieron a surgir de las ruinas y las fosas a las que las condenó el sistema imperante durante siete décadas.
- ¿Qué tenemos en la zona de aquellos alemanes y esas aldeas?
- En primerísimo lugar personas. Esa población de inmigrantes y sus descendientes ha sostenido siempre el valor central de la familia y una elevada ética del trabajo, colaborando de manera decisiva con el progreso del agro entrerriano, a la par de otros grupos inmigrantes. Esa población es cristiana en sus dos denominaciones, católica y evangélica y ha cubierto la provincia con múltiples expresiones de su fe. También notamos diversas expresiones culturales como la música, la dimensión gastronómica con comidas típicas, fiestas y celebraciones; aún algo del dialecto alemán del Volga, en retroceso en la mayoría de las familias y lamentablemente muy pocos vestigios de la arquitectura original, pues la mayoría tiró abajo las casas antiguas para tener lugar para construcciones más nuevas.
- ¿La fecha elegida es azarosa o guarda relación con alguna celebración?
-Se dio una conveniencia que se relaciona con una celebración muy significativa. La Congregación Evangélica San Antonio festeja sus cien años de vida desde su fundación como Persona Jurídica en 1913 (aunque cabe recordar que ya en 1903 se había fundado la Comunidad Evangélica de Urdinarrain, luego dividida y disuelta). Este centenario se está conmemorando con diversos eventos en diversas parroquias y filiales que componen la Congregación. Para el 24 de agosto, las ex catequistas prepararon un encuentro con dos de sus ex pastores. Como viajo con mi esposa a San Antonio, para aprovechar la ocasión, hemos programado esta conferencia con Leandro Hildt y la Asociación de Descendientes de Alemanes del Volga de Gualeguaychú.
Silvina Esnaola
EL ARGENTINO
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