Opinión
¿Se habrá logrado concientizar?
Desde el Servicio de Emergencias del Hospital Centenario se informo días pasados que durante la madrugada y la mañana de la Navidad se habían atendido pocos pacientes en la guardia médica.
Y se detalló que, por pirotecnia directa –cuyo uso está prohibido en la ciudad- no se registraron heridos, lo que significa un gran avance respecto a los seis pacientes que se habían atendido en 2016 por esta misma causa.
También se detalló que sí hubo algunos casos de personas que resultaron heridas de manera indirecta por la pirotecnia.
Y esto no deja de ser una excelente noticia ya que es una señal de que se va por buen camino.
Hay que destacar que durante la noche de Navidad, si bien se sintieron estruendos a causa del uso de fuegos artificiales, no ocurrió en la magnitud de años anteriores; incluso las noches previas fueron bastante más tranquilas.
Y en realidad era sabido que en la noche de Navidad no iba a haber un silencio total, porque a pesar de existir la prohibición hay comercios que aún venden estos productos y que, si nadie los denuncia o el municipio no se entera, lo seguirán haciendo para Año Nuevo. Si hay venta, hay uso...
Pero lo bueno es que la ciudad va en camino a tener pirotecnia cero, lo que implica que estas fechas tan especiales serán algún día una verdadera celebración para todos.
Desde el Hospital, también se destacó el hecho de que se produjeron escasos siniestros viales, y que no hubo casos de intoxicaciones etílicas o alimenticias.
Sin duda que se trata de un gran avance que trae esperanza de que las cosas pueden cambiar para mejor.
También se usó pirotecnia en Pueblo General Belgrano donde el intendente, a contramano de lo que vienen haciendo muchos municipios, derogó la ordenanza que prohibía el uso de artefactos pirotécnicos desde 2009 y elevó al HCD –que aprobó en sesiones extraordinarias- una nueva norma que permite el uso y la comercialización de algunos de estos artefactos.
Pero sin duda que para arribar a conclusiones hay que esperar a ver qué pasa en Año Nuevo, cuando tradicionalmente se tira mucha más pirotecnia que en Noche Buena.
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