El 14 de marzo se conmemoró el Día Mundial de la incontinencia urinaria
(*) Por Alejandra Telechea
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, en grado suficiente para constituir un problema social o higiénico. Su prevalencia aumenta con la edad y resulta ser ocho veces más frecuente en la mujer que en el varón.
El impacto psicológico y social de la incontinencia es importante. La mujer con incontinencia urinaria con frecuencia se siente deprimida y avergonzada sobre su aspecto y olor, reduce las salidas y limita las relaciones sociales; la actividad sexual se restringe o evita en presencia de incontinencia urinaria. A pesar de esto, menos de la mitad de las mujeres consulta al urólogo para su diagnóstico y tratamiento. La mayor parte de las mujeres utilizan toallas higiénicas desconociendo la naturaleza de su problema y que éste realmente tiene solución. Obviamente, también desconocen que la utilización de los productos absorbentes de forma indiscriminada no solo empeora su calidad de vida, sino que además aumenta el riesgo de contraer infecciones urinarias e incrementa la complejidad de estas.
Se distinguen fundamentalmente dos tipos de incontinencia urinaria: La incontinencia de esfuerzo (IOE) cuando hay escape de orina ante los esfuerzos como al pararse, reír, toser, caminar y la urgencia miccional (IOU) que se debe a una inestabilidad del músculo de la vejiga.
Estos dos tipos de incontinencia tienen mejoría con tratamiento kinésico. La rehabilitación uroginecológica o pelviperineal es una rama dentro de la kinesiología que trata la rehabilitación del piso pelviano o periné.
En qué consiste la rehabilitación? Se basa, en que la mujer integre la musculatura del suelo pélvico dentro de su esquema corporal e intente percibir sus esfínteres y músculos perineales volviendo a adquirir, la tonicidad de sus músculos.
Que objetivos tenemos? El objetivo principal es el fortalecimiento del suelo pélvico para mejorar su función o para reforzar los procedimientos quirúrgicos para que no haya recaídas.
Una vez diagnosticado el tipo de incontinencia que sufre, el kinesiólogo realiza una serie de procedimientos:
¿De qué técnicas disponemos?
Evaluación muscular, que nos permite realizar una valoración de la calidad de la musculatura del suelo pélvico.
Técnicas de relajación.
Ejercicios de Kegel: son ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico con o sin aditamentos ( técnica de conos vaginales)
Biofeedback perineal. Mediante la colocación de una sonda vaginal, puede transformarse la contracción voluntaria en señales visuales y auditivas, que permiten una autocorrección y una mejora de la calidad de la misma.
Electroestimulación funcional.
Kinesiterapia activa: ejercicios especialmente pensados para reforzar la musculatura del suelo pélvico como ejercicios hipopresivos.
Entrenamiento de control de la vejiga: esta técnica se usa para dar tratamiento a la incontinencia de urgencia.
Ejercitar los músculos del suelo de la pelvis durante cinco minutos tres veces al día puede significar una gran diferencia en el control de la vejiga. El ejercicio fortalece los músculos que sostienen la vejiga y mantienen los otros órganos de la pelvis en su lugar.
Recuerde que:
Usted no es la única persona con incontinencia urinaria; ésta es un problema importante que afecta a un gran número de mujeres de todos los niveles sociales.
No infravalore esas pequeñas pérdidas de orina; habitualmente son el comienzo de una incontinencia urinaria severa y difícil de resolver.
El diagnóstico y tratamiento precoz supondrá una gran mejora en su calidad de vida, le ahorrará sufrimiento y gastos, sin recurrir a la cirugía como primera opción de tratamiento.
El inicio precoz de la rehabilitación del suelo pélvico, puede prevenir la aparición de trastornos más importantes y en el caso de patología ya instaurada, evitar la cirugía y mejorar los resultados de la misma.
En caso de cualquier inquietud no dude en hablar con su médico y o kinesiólogo de confianza para que este problema, de fácil prevención, no se convierta en una situación que adquiera cronicidad con mayor dificultad para su resolución.
(*) María Alejandra Tellechea es licenciada kinesióloga fisiatra. MP 391.
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