A River se le escapó sobre el final
River Plate pagó caro una desatención defensiva y terminó empatando en tiempo de descuento con Quilmes 1 a 1 un intenso partido disputado ayer en el sur del gran Buenos Aires tras haber estado en ventaja durante buena parte de los 90 minutos de juego.
Fernando Cavenaghi a los 35 minutos del primer tiempo anotó para el equipo de Matías Almeyda, mientras que Fernando Telechea, de cabeza, anotó la igualdad en el primer minuto adicionado.
Con este resultado Quilmes logró interrumpir la racha de tres triunfos al hilo del Millonario y abre un interrogante sobre su condición de único líder de la B Nacional.
El encuentro resultó sumamente friccionado a punto tal que por momentos se pensó más en golpear al rival que en jugar al fútbol.
La primera parte se disputó en medio de un clima de violencia, situación que pareció no haber advertido el árbitro Pablo Lunati, que dejó pegar más de la cuenta apostando al "siga,siga" con el objetivo de sacar adelante un partido caliente.
En la previa ya había certezas de que la visita de River a estas latitudes no iba a ser un paseo porque -como nunca antes- el equipo de Ricardo Caruso Lombardi le hizo sentir el rigor de la categoría.
En ese marco, el dueño de casa decidió quitarle los espacios a los hombres más talentosos del conjunto Millonario y en medio de la "batalla" por la tenencia de la pelota la visita se confundió y entró en el juego, logrando entregar un espectáculo muy pobre desde lo colectivo.
Solo Alejandro Domínguez y Cavenaghi intentaron poner una cuota de buen gusto y algo de fútbol.
Y precisamente fue este último, quien desde su regreso al país no había logrado anotar, abrió la cuenta tras una magistral habilitacion de Martín Aguirre.
Era la segunda acción de riesgo que River había logrado generar en 35 minutos, ya que hasta ese momento no había podido cruzar la mitad de la cancha.
Es que Quilmes lo tenía contra las cuerdas y el arquero Leandro Chichizola, de buena actuación, pasó varios sofocones bajo los tres palos. El travesaño primero y la falta de puntería evitaron que estuvieran los de Núñes abajo en el marcador.
El gol de Cavenaghi dejó nocaut al dueño de casa y le permitió a River emparejar las acciones e irse al descanso más líder que nunca.
En el segundo tiempo, los conducidos por el Pelado Almeyda se retrasaron y apostaron al contrataque para definir el pleito, ante un Quilmes que solo fue tenacidad y vergüenza deportiva.
En ese marco el encuentro no tuvo brillo y cuando parecía que River se encaminaba a hilvanar su cuarta victoria consecutiva, en una jugada de pelota detenida apareció Telechea con un formidable cabezazo para anotar el empate.
Justicia ya que en el balance final River no fue más que Quilmes, que ha pesar de haber apostado por momentos al juego brusco no merecía quedarse con las manos vacías.
Con este resultado Quilmes logró interrumpir la racha de tres triunfos al hilo del Millonario y abre un interrogante sobre su condición de único líder de la B Nacional.
El encuentro resultó sumamente friccionado a punto tal que por momentos se pensó más en golpear al rival que en jugar al fútbol.
La primera parte se disputó en medio de un clima de violencia, situación que pareció no haber advertido el árbitro Pablo Lunati, que dejó pegar más de la cuenta apostando al "siga,siga" con el objetivo de sacar adelante un partido caliente.
En la previa ya había certezas de que la visita de River a estas latitudes no iba a ser un paseo porque -como nunca antes- el equipo de Ricardo Caruso Lombardi le hizo sentir el rigor de la categoría.
En ese marco, el dueño de casa decidió quitarle los espacios a los hombres más talentosos del conjunto Millonario y en medio de la "batalla" por la tenencia de la pelota la visita se confundió y entró en el juego, logrando entregar un espectáculo muy pobre desde lo colectivo.
Solo Alejandro Domínguez y Cavenaghi intentaron poner una cuota de buen gusto y algo de fútbol.
Y precisamente fue este último, quien desde su regreso al país no había logrado anotar, abrió la cuenta tras una magistral habilitacion de Martín Aguirre.
Era la segunda acción de riesgo que River había logrado generar en 35 minutos, ya que hasta ese momento no había podido cruzar la mitad de la cancha.
Es que Quilmes lo tenía contra las cuerdas y el arquero Leandro Chichizola, de buena actuación, pasó varios sofocones bajo los tres palos. El travesaño primero y la falta de puntería evitaron que estuvieran los de Núñes abajo en el marcador.
El gol de Cavenaghi dejó nocaut al dueño de casa y le permitió a River emparejar las acciones e irse al descanso más líder que nunca.
En el segundo tiempo, los conducidos por el Pelado Almeyda se retrasaron y apostaron al contrataque para definir el pleito, ante un Quilmes que solo fue tenacidad y vergüenza deportiva.
En ese marco el encuentro no tuvo brillo y cuando parecía que River se encaminaba a hilvanar su cuarta victoria consecutiva, en una jugada de pelota detenida apareció Telechea con un formidable cabezazo para anotar el empate.
Justicia ya que en el balance final River no fue más que Quilmes, que ha pesar de haber apostado por momentos al juego brusco no merecía quedarse con las manos vacías.
Este contenido no está abierto a comentarios