Argentina clasificó a Londres a puro corazón
Por Daniel Serorena (Enviado Especial a Mar del Plata)
Argentina logró un dramático triunfo sobre Puerto Rico 81 a 79 y logró el pasaje a los Juegos Olímpicos con un enorme toque de emoción y sufriendo hasta el final. En un partido cerrado y sin brillo en el juego, el equipo nacional escribió otra página dorada en su rica historia y aseguró un pasaje a Londres.
El juego comenzó con Ginóbili y Scola asumiendo protagonismo en ofensiva y con Kammerichs sobre Ricky Sánchez en defensa. Con Scola como dueño de las ofensivas, Argentina se puso 10-6, pero un par de pérdidas de Manu permitieron que Puerto Rico achique con Barea inspirado y pase al frente 11-10, hasta que un triple de Prigioni y otro de Delfino volvieron a poner adelante al equipo nacional.
Argentina afirmó su defensa y pudo recuperar buenos balones para escaparse con un gran parcial de Scola y Delfino para ponerse 20-13 y motivar un pedido de tiempo muerto por parte de Flor Meléndez.
Lamas mandó a cancha a Jasen y Nocioni –ovacionado por todo el estadio- y mantuvo la intensidad defensiva, mientras que en ataque encontró a un Scola determinante (8 de 8 de cancha en el cuarto), bien acompañado a distancia por Delfino, para terminar cerrando de buena forma el cuarto inicial con ventaja de 29-24, con una importante remontada de los boricuas en el final liderados por Barea (12 en el cuarto).
A la vuelta al juego Scola siguió fino para el canasto y volvió a convertirse en la vía de gol elegida por Argentina, mientras que Arroyo empezó a liderar a su equipo para mantener paridad en el juego.
De todos modos, el juego de goleo alto no le convenía a Argentina, porque Barea y Arroyo mostraron por primera vez su jerarquía jugando en tándem, mientras que Argentina sintió la salida de Scola para descansar, perdiendo claridad ofensiva y Puerto Rico pasó al frente 33-31, pero un triple de Pancho Jasen volvió a poner a Argentina arriba. Sin embargo el partido siguió “chivo”, con los dos alternando aciertos y errores, a Argentina le costó jugar contra la zona que propusieron los boricuas, que tuvieron en Barea a una buena figura en ofensiva, mientras que Holland desde la banca aportó dos triples importantes para que los visitantes estuvieran al frente un rato importante.
Argentina tuvo muchos problemas para poder romper la zona, bajó su porcentaje de eficacia y Puerto Rico se sintió cómodo en el trámite y cerró al frente 44-40 ante el asombro de todos en el Polideportivo.
A la vuelta del descanso, Danny Santiago metió dos dobles seguidos para darle a Puerto Rico la máxima de 8 (40-48), hasta que el Yacaré Kammerichs metió un doble y falta que hizo salir al equipo de los 40 puntos en que había pasado muchísimo tiempo. La gente reaccionó y Argentina clavó un parcial 8-0 con un triple de Manu para equilibrar otra vez el partido.
El juego se hizo “bomba y bomba”, porque Argentina clavó tres triples (dos de Prigioni y uno Manu), pero Puerto Rico respondió con una bomba de Arroyo, otra de Barea y una de Holland para mantener la paridad, que destrabó Ginóbili con un triple que dio ventaja de 4 para Argentina (61-57), obligando a pedir tiempo muerto a Flor Meléndez que tuvo un duro cruce verbal con Julio Lamas.
Otro triple de Manu y dos libres de Scola le dieron a Argentina una ventaja de 7 (66-59) que dio oxígeno para jugar el minuto final del cuarto, que cerró con una gran tapa de Kammerichs sobre Barea y con Argentina al frente por una diferencia importante (66-60) teniendo en cuenta como se había dado el juego.
En el arranque del cuarto final, Manu puso un triple (quinto seguido) y Scola lastimó adentro para que Argentina saque la máxima de 11 (71-60), que luego fue de 77-66 a puro triple. Puerto Rico tuvo coraje y pese a las locuras de Barea, aguantó con Santiago, Balckman y Arroyo para mantenerse en juego hasta colocarse a un doble (77-75) a falta de 4 minutos.
Argentina equivocó los caminos y Puerto Rico tuvo paciencia para igualar en 79 con un gancho de Santiago a falta de 1:22. Manu metió un libre y un pitazo del uruguayo Uslenghi le dio bola a Puerto Rico a falta de 41 segundos. Argentina defendió a morir la última bola y Delfino bajo un rebote del cielo para jugar la última pelota. Cortaron a Prigioni que metió uno de los libres y en la última bola Barea la tiró de tres y casi paralizó al Polideportivo.
Fue victoria con toda la angustia pero esta Generación Dorada se merecía esta clasificación a los Juegos Olímpicos a buscar la tercera medalla seguida.
Fue muy difícil contener las lágrimas con la emoción de los jugadores, del público y de todos los que estuvimos en el estadio. A riesgo de perder la objetividad, hablaré en primera persona y diré que el orgullo que siento en haber podido transmitir con palabras lo que genera este grupo increíble de jugadores cada vez que ingresa a una cancha.
El primer objetivo está cumplido. Argentina va a los Juegos Olímpicos. Esta noche irá por el título con Brasil. Honestamente, a este equipo, más no se le puede pedir.
El juego comenzó con Ginóbili y Scola asumiendo protagonismo en ofensiva y con Kammerichs sobre Ricky Sánchez en defensa. Con Scola como dueño de las ofensivas, Argentina se puso 10-6, pero un par de pérdidas de Manu permitieron que Puerto Rico achique con Barea inspirado y pase al frente 11-10, hasta que un triple de Prigioni y otro de Delfino volvieron a poner adelante al equipo nacional.
Argentina afirmó su defensa y pudo recuperar buenos balones para escaparse con un gran parcial de Scola y Delfino para ponerse 20-13 y motivar un pedido de tiempo muerto por parte de Flor Meléndez.
Lamas mandó a cancha a Jasen y Nocioni –ovacionado por todo el estadio- y mantuvo la intensidad defensiva, mientras que en ataque encontró a un Scola determinante (8 de 8 de cancha en el cuarto), bien acompañado a distancia por Delfino, para terminar cerrando de buena forma el cuarto inicial con ventaja de 29-24, con una importante remontada de los boricuas en el final liderados por Barea (12 en el cuarto).
A la vuelta al juego Scola siguió fino para el canasto y volvió a convertirse en la vía de gol elegida por Argentina, mientras que Arroyo empezó a liderar a su equipo para mantener paridad en el juego.
De todos modos, el juego de goleo alto no le convenía a Argentina, porque Barea y Arroyo mostraron por primera vez su jerarquía jugando en tándem, mientras que Argentina sintió la salida de Scola para descansar, perdiendo claridad ofensiva y Puerto Rico pasó al frente 33-31, pero un triple de Pancho Jasen volvió a poner a Argentina arriba. Sin embargo el partido siguió “chivo”, con los dos alternando aciertos y errores, a Argentina le costó jugar contra la zona que propusieron los boricuas, que tuvieron en Barea a una buena figura en ofensiva, mientras que Holland desde la banca aportó dos triples importantes para que los visitantes estuvieran al frente un rato importante.
Argentina tuvo muchos problemas para poder romper la zona, bajó su porcentaje de eficacia y Puerto Rico se sintió cómodo en el trámite y cerró al frente 44-40 ante el asombro de todos en el Polideportivo.
A la vuelta del descanso, Danny Santiago metió dos dobles seguidos para darle a Puerto Rico la máxima de 8 (40-48), hasta que el Yacaré Kammerichs metió un doble y falta que hizo salir al equipo de los 40 puntos en que había pasado muchísimo tiempo. La gente reaccionó y Argentina clavó un parcial 8-0 con un triple de Manu para equilibrar otra vez el partido.
El juego se hizo “bomba y bomba”, porque Argentina clavó tres triples (dos de Prigioni y uno Manu), pero Puerto Rico respondió con una bomba de Arroyo, otra de Barea y una de Holland para mantener la paridad, que destrabó Ginóbili con un triple que dio ventaja de 4 para Argentina (61-57), obligando a pedir tiempo muerto a Flor Meléndez que tuvo un duro cruce verbal con Julio Lamas.
Otro triple de Manu y dos libres de Scola le dieron a Argentina una ventaja de 7 (66-59) que dio oxígeno para jugar el minuto final del cuarto, que cerró con una gran tapa de Kammerichs sobre Barea y con Argentina al frente por una diferencia importante (66-60) teniendo en cuenta como se había dado el juego.
En el arranque del cuarto final, Manu puso un triple (quinto seguido) y Scola lastimó adentro para que Argentina saque la máxima de 11 (71-60), que luego fue de 77-66 a puro triple. Puerto Rico tuvo coraje y pese a las locuras de Barea, aguantó con Santiago, Balckman y Arroyo para mantenerse en juego hasta colocarse a un doble (77-75) a falta de 4 minutos.
Argentina equivocó los caminos y Puerto Rico tuvo paciencia para igualar en 79 con un gancho de Santiago a falta de 1:22. Manu metió un libre y un pitazo del uruguayo Uslenghi le dio bola a Puerto Rico a falta de 41 segundos. Argentina defendió a morir la última bola y Delfino bajo un rebote del cielo para jugar la última pelota. Cortaron a Prigioni que metió uno de los libres y en la última bola Barea la tiró de tres y casi paralizó al Polideportivo.
Fue victoria con toda la angustia pero esta Generación Dorada se merecía esta clasificación a los Juegos Olímpicos a buscar la tercera medalla seguida.
Fue muy difícil contener las lágrimas con la emoción de los jugadores, del público y de todos los que estuvimos en el estadio. A riesgo de perder la objetividad, hablaré en primera persona y diré que el orgullo que siento en haber podido transmitir con palabras lo que genera este grupo increíble de jugadores cada vez que ingresa a una cancha.
El primer objetivo está cumplido. Argentina va a los Juegos Olímpicos. Esta noche irá por el título con Brasil. Honestamente, a este equipo, más no se le puede pedir.
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