Cuello de botella

La demora del Registro Nacional de las Personas en la remisión de DNI originales y duplicados alcanza características poco menos que alucinantes. Según fuentes que hemos consultado y las que nos merecen plena confianza, al día 25 de abril pasado, en E. Ríos son 25 mil los documentos sin ser aún decepcionados en los distintos Registros Civiles de la Provincia. Alguien podría pensar, y con sobrados fundamentos, que el problema tiene su origen en la burocracia metropolitana. Se nos asegura, sin embargo, que los escollos no están en la gran urbe, donde hay fluidez y rapidez en cuanto a gestionar. En lo que concierne a Entre Ríos, el problema estriba en Paraná, donde se ha formado un cuello de botella imposible de ser por ahora de ser descongestionado, toda vez que el personal que allí trabaja hace tiempo que mantiene una sorda relación conflictiva con el Gobierno de la Provincia. Ello explicaría, entre otras barbaridades, que en nuestra ciudad haya personas que hace más de un año que están esperando recibir sus DNI, lo cual hace que se hayan transformado en potenciales indocumentados, todo ello ante la indiferencia de gobernantes y legisladores que, hablando claro y pronto, les importa un rábano los problemas como el que exponemos. El oficialismo, por el contrario, solo parece preocupado en participar de reuniones destinadas a rendirle pleitesía al flamante titular del P.J. Nada les interesa, en cambio, lo que le pasa a la gente. Debieran no obstante precaverse por tanta indiferencia, porque en algún momento la sociedad les recordará en las urnas lo desmemoriados que han sido con quienes un día los votaron. Por lo demás, conocedores de la idiosincrasia política doméstica, lo más probable es que el problema que afecta el normal desempeño de las oficinas del Registro Civil comience a tener solución en el 2009 o sea cuando haya elecciones legislativas. Habrá que armarse, pues, de suma paciencia para no perder la calma y los buenos modales y en modo especial la cortesía.