Día Mundial de las Telecomunicaciones
El 17 de mayo de 1865 se fundó en París la Unión Internacional de Telégrafos que, en 1934, adoptó el nombre de Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Se trata de la organización intergubernamental más antigua que integra Naciones Unidas.
Las telecomunicaciones han revolucionado de manera constante, año tras año, todos los resortes de la vida moderna: desde la forma de cubrir periodísticamente un acontecimiento deportivo hasta la dinámica que tiene el comercio en la vida diaria de cualquier población, pasando por la mejora sustancial de las herramientas destinadas –por ejemplo- a cuestiones humanitarias.
No es casual que entre los objetivos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones se encuentren la necesidad de promover el desarrollo y el funcionamiento eficiente de las instalaciones de telecomunicaciones y lograr que los beneficios de las nuevas tecnologías lleguen a todos los ciudadanos, entre otros.
Con sólo reflexionar sobre los alcances que hoy tiene internet en el mundo y de sus amplias posibilidades de desarrollo que ofrece –como herramienta- para las sociedades, ya daría por sí mismo un motivo de celebración.
Es cierto, y en esta Hoja también se ha reflexionado al respecto, internet ofrece grandes posibilidades para apoyar actividades de desarrollo y al mismo tiempo representa dificultades y peligros que amenazan a la misma sociedad cuando se mal utiliza esa herramienta, además de obstáculos en materia de reglamentación debido a su propia naturaleza. Aún quedan temas a debatir como pueden ser el vínculo de internet como prestación de servicios básicos vinculados a la educación y a la cultura, pero la lista es casi inagotable.
La telefonía móvil también ha revolucionado la vida cotidiana y también plantea cuestiones a resolver como son los peligros para la salud que pueden representar los aparatos telefónicos móviles y los efectos adversos para el medioambiente de las antenas. Pero también es indudable que la telefonía inalámbrica ha sido una gran solución para las zonas rurales y la propia movilidad de los ciudadanos.
Ni qué hablar del llamado comercio electrónico, estrechamente ligado a las telecomunicaciones. Los expertos reconocen que las telecomunicaciones son para el mundo productivo, económico y financiero de vital e insoslayable importancia como el acceso a las materias primas, la energía y la mano de obra. Hoy son insuficientes incluso las grandes riquezas naturales si no se cuenta con un acceso a las redes de telecomunicación.
Las telecomunicaciones y la economía no se reducen solamente a la agilidad y ventajas de los productores sino también es esencial para los consumidores.
En un rango superior debe contemplarse los múltiples beneficios de las telecomunicaciones en los procesos educativos. Se trata, como se puede comprender, de una tecnología que está en permanente evolución y que genera innumerables cambios en la vida social, política, económica y cultural en todos los pueblos.
En el Día Mundial de las Telecomunicaciones es oportuno detenerse unos minutos para reflexionar e imaginar los avances que se pueden producir en este milenio y, simultáneamente, visualizar con valentía y responsabilidad las enseñanzas del pasado.
Se vive –como nunca antes en la historia de la humanidad- una era plena de información, que es al mismo tiempo el viaje más maravilloso para realizar descubrimientos. Pero, sin comprensión común gracias a una comunicación mejor, el progreso mundial no será posible.
No es casual que entre los objetivos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones se encuentren la necesidad de promover el desarrollo y el funcionamiento eficiente de las instalaciones de telecomunicaciones y lograr que los beneficios de las nuevas tecnologías lleguen a todos los ciudadanos, entre otros.
Con sólo reflexionar sobre los alcances que hoy tiene internet en el mundo y de sus amplias posibilidades de desarrollo que ofrece –como herramienta- para las sociedades, ya daría por sí mismo un motivo de celebración.
Es cierto, y en esta Hoja también se ha reflexionado al respecto, internet ofrece grandes posibilidades para apoyar actividades de desarrollo y al mismo tiempo representa dificultades y peligros que amenazan a la misma sociedad cuando se mal utiliza esa herramienta, además de obstáculos en materia de reglamentación debido a su propia naturaleza. Aún quedan temas a debatir como pueden ser el vínculo de internet como prestación de servicios básicos vinculados a la educación y a la cultura, pero la lista es casi inagotable.
La telefonía móvil también ha revolucionado la vida cotidiana y también plantea cuestiones a resolver como son los peligros para la salud que pueden representar los aparatos telefónicos móviles y los efectos adversos para el medioambiente de las antenas. Pero también es indudable que la telefonía inalámbrica ha sido una gran solución para las zonas rurales y la propia movilidad de los ciudadanos.
Ni qué hablar del llamado comercio electrónico, estrechamente ligado a las telecomunicaciones. Los expertos reconocen que las telecomunicaciones son para el mundo productivo, económico y financiero de vital e insoslayable importancia como el acceso a las materias primas, la energía y la mano de obra. Hoy son insuficientes incluso las grandes riquezas naturales si no se cuenta con un acceso a las redes de telecomunicación.
Las telecomunicaciones y la economía no se reducen solamente a la agilidad y ventajas de los productores sino también es esencial para los consumidores.
En un rango superior debe contemplarse los múltiples beneficios de las telecomunicaciones en los procesos educativos. Se trata, como se puede comprender, de una tecnología que está en permanente evolución y que genera innumerables cambios en la vida social, política, económica y cultural en todos los pueblos.
En el Día Mundial de las Telecomunicaciones es oportuno detenerse unos minutos para reflexionar e imaginar los avances que se pueden producir en este milenio y, simultáneamente, visualizar con valentía y responsabilidad las enseñanzas del pasado.
Se vive –como nunca antes en la historia de la humanidad- una era plena de información, que es al mismo tiempo el viaje más maravilloso para realizar descubrimientos. Pero, sin comprensión común gracias a una comunicación mejor, el progreso mundial no será posible.
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