El pensamiento mágico
Como era de prever, el proyecto que propone una nueva ley de Sistemas de Comunicación Audiovisual, que es rechazada por la sociedad pensante, incluida la Iglesia, permite la reaparición de voces altaneras y amenazantes que, so pretexto de combatir los “monopolios mediáticos”, procuran ahora, mediante el envío de cartitas anónimas (los cobardes nunca dan la cara, prefieren esconderlas detrás de los clásicos pasamontañas) amedrentar al periodismo libre e independiente.
Los que se oponen al plan hegemónico gubernamental destinado a concentrar todos los medios de comunicación a su servicio formamos parte del establisment antinacional, que nadie sabe que significa pero que suena linda a los oídos de los que sueñan con la patria chavista.
Es así como se aventuran ahora a amenazarnos a todos con “la movilización permanente” y “los argentinos tomando las calles conscientemente en defensa de su propio derecho a la comunicación y expresión”.
La propuesta pertenece a un ignoto partido llamado “Patria y Pueblo”, Socialistas de la izquierda nacional, el que sostiene que, como en un tiempo lo hicieron el ERP y los Montoneros” , “la organización y movilización de las masas son la única garantía, en todos los planos”. ¿Garantía de qué? ¿De volver a convertir a la Argentina en un nuevo baño de sangre? ¿Es la nostalgia para volver a las serranías tucumanas para luego pedir que Tucumán sea declarada ciudad abierta, solicitud que por aquellos días suscitó el enérgico rechazo y repudio de aquél barón de la democracia que se llamó Ricardo Alfonsín?
Preguntamos qué es para Patria y Pueblo “apoyemos en las calles la ley antimordaza?
¿Acaso para tomarlas otra vez por asalto y garrotes en mano persuadirnos que sólo en ellos está depositada la verdad? Una vez ya lo hicieron. Y asi nos fue y le fue a ellos.
Repetir la historia sería suicidarnos.
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