Gratamente sorprendidos
Así como a veces criticamos lo que está mal hecho o directamente no se hace, con la misma hidalguía reconocemos los aciertos cuando se hacen las cosas bien.
Son testigos nuestros lectores que, haciéndonos eco de sus justos reclamos, hemos sido implacables con el accionar de Higiene Urbana en cuanto a su tarea de mantener en buen estado a la ciudad. Concretamente, hemos criticado en forma reiterada la escasa limpieza de nuestras calles y paseos en general.
Desde hace algunas semanas, sin embargo, hemos venido observando un notable mejoramiento en la tarea específica de Higiene Urbana, producto tal vez del permanente aguijoneo de los vecinos a través de los medios locales. Es como, sin de pronto, se hubiera tomado conciencia de la importancia de volcar todos los medios disponibles de Higiene Urbana para ponerlo al servicio de la comunidad en general, justamente preocupada por la forma en que se realizaba la limpieza en el vasto radio del ejido comunal, cuyo crecimiento, por otra parte, constituye un verdadero desafío a la capacidad de trabajo de dicho ente municipal.
En ese sentido, hemos sido gratamente sorprendidos por el trabajo de numerosas cuadrillas de Higiene Urbana que, escobillones, palas, carretillas y demás implementos utilizados en la limpieza pública, están ahora, diariamente, abocados a la ardua tarea de presentar una ciudad más acorde con su pretensión de ser un centro turístico de primer orden.
Sinceramente, nos place destacar y ponderar la forma en que hoy está trabajando Higiene Urbana, consciente que una ciudad limpia es la mejor carta de presentación para vender turismo y para presentarnos como una comunidad progresista, desarrollada
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